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domingo, 5 de abril de 2009

Un experimento

Acabo de hacer un experimento en este blog. He importado hacia éste las entradas de ¡Sobrevivir! ya que voy a eliminarlo.

¿Porqué? Por varios motivos. Apenas si entra nadie a verlo, las pocas entradas que tenía, en comparación con éste, apenas si generaban interés y porqué tras releer lo escrito hasta el momento he llegado a la conclusión que bien merecen estar aquí las entradas que había, ya que, salvo algunas en las que cuento algo personal, muchas son también un poco "Que paren el mundo".

Un último motivo de ese experimento era saber si al hacerlo las entradas del otro se iban a fusionar con las de éste. Parece ser que si. Que se han incrustado entre las que había aqui.
Esto me va a hacer reajustar las etiquetas, pero no es problema.

Quizá aquel blog no tenía visitas porqué a nadie le interesaba lo que pensara de la vida, sinó solo lo que pienso de política, religión, etc. pero estos temas me cansan. Siento que despotricar de todo lo que sucede es predicar en el desierto. Que no se va a arreglar nada por que yo diga lo que pienso, ni siquiera porqué lo digamos miles de bloggers.

Los políticos van a seguir dándonos por saco, la iglesia va a seguir dándonos por culo y los que manejan el cotarro económico van a seguir engordando a costa nuestra, actitudes que me hacen desear que los atropelle a todos un tranvía, a ver si de una puñetera vez las cosas se encarrilan y salimos de esta maldita crisis en la que nos han metido con su afán de atesorar más y más trocitos del pastel, aunque sea a costa de los demás y nos dejan vivir tranquilos.

P.S. He pasado a formar de la estadística maldita del INEM. Eso me hace desear que los que nos han metido en este berenjenal se pudran en el infierno tras una larga agonía en la UVI de cualquier hospital acompañados de las cucarachas que nos joden dia si dia también y de los que mandan sin tener ni puta idea de como llevar un país.
P.S.2 A ver si ahora actualizo más a menudo, como me pide Mercé, pero ten en cuenta, amiga, que soy incapaz de escribir por obligación ya que en estos casos lo normal es que me siente delante de la pantalla y no sepa qué decir.

sábado, 20 de diciembre de 2008

¿Qué se chutan los que mandan?

Cada dia que pasa me convenzo más de que los que mandan se meten algo muy fuerte, sinó no me explico este afán recaudatorio que les invade.

Ahora se han inventado un par de motivos más con los que multarnos.

En primer lugar está lo de que en los accesos a la ciudad de Barcelona (y ya veremos donde opinan que empiezan estos accesos), la velocidad máxima sea de 40 km/h, o sea, por debajo de la mínima autorizada en autopistas y autovías.
Dicen que serán velocidades móviles, o sea, que irán cambiando dependiendo de la cantidad de tráfico y a mi es que me da la risa.
¿Han intentado estos señores a ir a más de 40 en los accesos a Barcelona en momentos de congestión? ¡Si ya es un milagro ir a 20!
Claro está que esto irá acompañado de mogollón de radares, (quizá quien los fabrica es coleguilla de alguno de los que hacen estas leyes), y las correspondientes multas si no se va a lo que ellos dicen.

Lo cual a mi me plantea una pregunta: ¿Como se lo montarán para que los radares detecten en cada momento cual es la velocidad permitida?
Porqué si esa velocidad puede ser variable, en consecuencia, los radares, que han de detectar quien la sobrepasa, han de estar preparados para saber, en todo momento, cual es la velocidad máxima permitida, ¿no?.

El segundo motivo que me hace pensar lo que digo al principio, ha sido una circular que nos enseñó ayer mi jefe.

Resulta que si caes enfermo y no entregas el parte de baja laboral antes de 5 días, nos multarán.

Le pregunté a mi jefe quien iba a ser multado y él me respondió que la empresa, pero que, lógicamente, esta multa se descontaría del sueldo del trabajador que hubiese incumplido la norma.
¡Ah! estas multas pueden llegar a los 600 euros.

Llegados a este punto le pregunté: "¿Y si vives solo, estás tan enfermo que no puedes moverte y no tienes a nadie que pueda ir a entregar la baja? ¿Llamas a algún compañero que la venga a buscar?"
"¿Para que vas a hacer perder el tiempo a tus compañeros? me respondió. Y añadió "te arrastras pero la traes"

"¡Vale!" le dije "pero ¿quien me garantiza a mi que tu la presentarás a tiempo, no se traspapelará o que el gestor la presentará a tiempo?" le pregunté.

"Nadie" me contestó.

"¡Ya! Y si eso pasa, ¿igualmente vamos a tener que pagar los currantes vuestro descuido?"

"Bueno, puedes denunciarme." respondió.

"¿Y que pruebas tengo de que si que te la he traido a tiempo?" le dije.

"Ninguna, claro, es tu palabra contra la mía".

"Con eso me dices que cada vez que tenga que entregarte un parte de baja, al mismo tiempo te tendré que hacer firmar un papel conforme lo he hecho dentro de plazo, así, si hay despistes por tu parte, tendré una prueba de que no ha sido culpa mía. ¿no?"

"Si, mas o menos acabaremos así" me dijo.

(Conste que todo esto era de buen rollo, que mi jefe es un buen tipo, y la cuestión era totalmente hipotética, pero...)

Más tarde, mientras le daba vueltas a esta cuestión pensé en otra cosa:
¿Que pasa si esa hipotética persona que vive sola está tan enferma que la han de ingresar en la UCI? ¡Ni siquiera va a poder llamar al compañero para que la lleve en su nombre!

¡País!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Estoy hasta los mismísimos

Pues si. Como lo lees. Hasta los mismísimos de mentiras, de promesas incumplidas, de que se nos toreen, de que tengamos que pedir perdón por existir, de que se nos tache de todo lo malo y no se nos de la más mínima oportunidad de respirar.

De políticos que se bajan los pantalones, de políticos que nos dan por donde nos sentamos y encima se nos rien en las barbas, de ex-políticos que se siguen riendo y se preguntan que qué queremos y encima, en lugar de patearlos, les demos la llave de la ciudad, de políticos que, a diario, dicen que donde dije digo, digo diego.

De saber que cualquier vago de esos cobra en un mes más de lo que yo gano en un año, trabajando más horas que él y con mayor esfuerzo.

De oir que una recepción con cuatro canapés cuesta más de lo que gano yo en 4 años.

De tantas y tantas cosas, que hoy más que nunca y con mayor fuerza digo lo que me dijo un día mi hija pequeña, cuando tenía 12 años y regresaba de una competición en la capital del reino, donde la habian ninguneado a placer:
-A ver si de una puta vez Cataluña se independiza y no tenemos que volver a Madrid para nada-


Y hoy más que nunca esa es mi bandera y así la siento.


Aunque escriba en un idioma que no es mi lengua materna, pues gracias a los que precedieron a los que hay ahora, me avergüenza hacerlo ya que no se hacerlo tan correctamente como en éste.

lunes, 2 de junio de 2008

Una de incautos.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, me dispongo a repetir una entrada en más de un blog.
Acabo de publicarla en Sobrevivir, pero como se que algunos de quienes me leeis aquí no soleis pasaros por allí y me interesa que se sepa, la copio y pego aquí.

Hace mas o menos 20 años, cuando todavia los ordenadores personales, internet y los teléfonos móviles no estaban al alcance de todos, todo el mundo tenía una agenda personal donde anotaba la dirección y el teléfono de sus amigos, familiares, conocidos y de todo aquel que por un motivo u otro fuera de su interés.
En estas agendas, además de los datos mencionados, anotábamos cosas importantes, como el número de la matrícula de nuestro coche, el de la seguridad social o cualquier otro dato que consideráramos importante.
Dichas agendas, además, podían contener anotaciones de visitas a médicos, o de trabajo, si, amén de la telefónica, la agenda disponía de dietario.

Hoy en día, quien más quien menos, disponemos de agendas electrónicas y de libretas de direcciones virtuales en el ordenador.
La mayoría de gestores de correo nos permiten, además de las direcciones de nuestros contactos, guardar el correo que recibimos, ya sea importante o no.
Así, podemos tener archivado todo aquello que nos envían, ya sea una presentación simpática, ya sea una carta de negocios, o, incluso, la clave de registro de alguna web, a la que hemos accedido para obtener algo, que en el correo de confirmación nos ha adjuntado nuestro nick y nuestra contraseña. Y que levante la mano quien no guarde algo semejante en su correo, ya sea hotmail, gmail, o pepitomail.

Hace más o menos 20 años, cuando todavía los ordenadores personales, internet y los teléfonos móviles no estaban al alcance de todos y cuando, quien más quien menos, todos disponíamos de nuestra agenda personal, hubiésemos enviado a tomar viento, (por decirlo finamente), a quien nos hubiese propuesto que nos iba a guardar nuestra agenda y a mantenerla al dia, añadiendo los cambios necesarios cada vez que alguno de nuestros contactos realizara alguno, a no ser que se tratase de una secretaria personal, o de alguien muy allegado.

Hoy en día proliferan en internet páginas que nos ofrecen hacer ésto mismo y aceptamos tan ricamente, a que alguien a quien no conocemos pueda acceder a nuestros datos, e incluso a los datos de nuestros contactos.

¿Nos hemos vuelto locos o somos muy incautos?


Post data:
Borraré de mi lista de direcciones, por muy virtual que sea, a quien se le ocurra incluir alguna de las mías en algún sitio de estos.
No me da la real gana de que nadie fisgue en mi correo.

domingo, 23 de marzo de 2008

¡Dichosa publicidad!

Me he puesto de mala uva.
He estado dando un garbeo por varios blogs y en varios me han aparecido ventanitas de esas pop-up que, pese a tener el navegador configurado para que no las abra, se han abierto, han frenado el blog y encima cuando he querido cerrarlas lo que han hecho ha sido abrir la página publicitada.
Me jode y mucho.
Uno, incluso lo tenia en un feevy y lo he eliminado.
Entiendo que la gente busque sacar algún eurillo a este invento, cada cual es libre de buscarse la vida como quiera o pueda, pero no a costa de engañar a los usuarios.
Y, para mi, que un anuncio se abra cuando quieres cerrarlo es un engaño.
La crucecita roja del ángulo superior derecho de las ventanas sirve para cerrar, PARA CERRAR, a ver si se enteran.
Odio la publicidad.
Ya nos da bastante por saco en todos los medios, incluso los de pago, para que también tenga que soportarla aquí.