Según un estudio elaborado por Coca-Cola, el perfil español de Don/Doña Feliz es el de una persona entre 26 y 35 años, con pareja, trabajo y sin problemas para llegar a fin de mes.
Claro que así es fácil ser optimista. El truco está en serlo cuando pintan bastos. Y ahí es donde, insistimos, el optimismo se aprende. ¿Cómo? Buscando soluciones donde sólo veíamos problemas, sin obcecarse en lo mal que nos trata la vida. Más reacción y menos pasividad.
FelicidadEstá claro que ser optimista es lo contrario a: regocijarse en la parte mala de la película sólo duplica las preocupaciones. De ahí que los que se pregunten dónde se ha metido la felicidad tengan una primera pista para encontrarla: echar mano del optimismo y pensar que los malos tiempos son pasajeros y que no hay problema sin solución. No negamos que repartir sonrisas a diestro y siniestro implique cierto desgaste, pero centrarse en lo positivo ofrece muchas papeletas para que cambie la “suerte”. ¿Recuerdas aquello de que el dinero atrae al dinero? Pues con la felicidad pasa lo mismo. Aplícate el cuento para ser optimista!.
Una oportunidad para cambiar de vida
Si a la pregunta “¿cuándo acabará la crisis?” tu respuesta es “nunca”, lo del vaso medio vacío puede que sea incluso demasiado para ti. Ser optimista, significa ver el vaso siempre medio lleno. Aprender a verlo medio lleno es cuestión de actitud. Se dice que un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, mientras que un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. No es que tengas que creer que, camino de la cola del INEM, te encontrarás con un billete de lotería premiado, pero sí que los malos tiempos pasarán si te empeñas. ¿Un pensamiento iluso? No tanto. En el fondo, ser optimista es ser más realista que los que prefieren el pesimismo. La razón es que saben que si se quedan lamentándose de todo, las cosas no cambiarán. Y para cambiarlas, algo hay que hacer.
Por eso, confiar en un@ mism@ es clave. De ahí que si, por ejemplo, te quedas sin pareja, aproveches la oportunidad para dedicarte más tiempo. Y si tu cuenta corriente está lustrosa, siempre podrás comprobar si la felicidad es contagiosa viajando a Vanuatu, una isla del Pacífico Sur que, según la organización británica New Economics Foundation, es el país más feliz y ecológico del planeta.
Trucos:
- Sé inteligente y perseverante para conseguir mantener una actitud optimista, los acontecimientos positivos solo se consiguen con esfuerzo y dedicación.
- El optimista espera poder superar los todos los obstáculos que se le puedan presentar, ser consientes que la vida está llena de infortunios como de felicidad solo hará que salgas más reforzado ante situaciones adversas.
- Mantén la tenacidad, esfuérzate y dedícate tiempo para pensar en cosas positivas, cosas buenas que te gustarían que te pasarán, cosas que deseas y que quieres que ocurran, el poder del pensamiento es un poder único.
- Proponte metas sencillas para empezar, pequeños retos para alcanzar y mientras vayas consiguiéndolos adoptarás una actitud más positiva.
- Vive el día a día, con visión de futuro, preocúpate por el aquí y ahora y hazte una idea del que pasará mañana.
- Ser fuerte y no doblegarte ante situaciones negativas es una de las claves para no recaer en el pesimismo, debes saber que en todo camino hacia el éxito también existen sus pequeños baches que habrá que superar.
Emilio Duró dedica una parte importante de su tiempo al estudio del aprendizaje en las edades más tempranas. Es un ferviente convencido de que es en la familia y durante los primeros años de vida, cuando se desarrollan los aspectos más importantes de la personalidad y de los factores que determinan el comportamiento futuro del individuo. Esto le permite demostrar a través de experiencias y anécdotas que los fracasos profesionales raramente se deben a causas técnicas y sí al desarrollo emocional.