Desde que el lobo, de la mano del Doctor Rodríguez de la Fuente, protagonizara los grandes documentales sobre la fauna ibérica. Premios internacionales colocaban al carnívoro español en posición de competir con los documentales sobre los leones africanos o los osos de Alaska. La gran labor conservacionista del Doctor Rodríguez de la Fuente ayudó sin ninguna duda a que la visión popular del lobo diera un giro de 180 grados hacia su protección.

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El lobo (Canis lupus)

EL LOBO COMO ESPECIE Clasificación zoológica y morfología Familia Cánidos 
Género Canis 
Especie lupus
El lobo (Canis lupus) es un miembro del orden de los mamíferos conocidos como Carnívoros. Probablemente las características más distintivas de los animales de este orden son sus largos y puntiagudos dientes caninos o colmillos y sus afilados premolares superiores y molares inferiores. Los carnívoros poseen un sistema digestivo simple y sus garras son normalmente afiladas. Además, sus clavículas son comparativamente pequeñas.
Sus cerebros están altamente desarrollados, por lo que estos animales están considerados más inteligentes que la mayoría de los otros grupos.
Además del lobo, la familia de los cánidos también incluye el perro doméstico, el coyote, las distintas especies de chacales y el dingo.
La constitución del lobo indica inmediatamente su capacidad depredatoria. Las 42 piezas de sus fuertes mandíbulas, su amplia caja torácica y sus voluminosos músculos maseteros, que dan a sus ojos esa característica forma almendrada, son fruto de una pragmática evolución al servicio de sus funciones de depredador en la escala trófica.
Un lobo adulto puede tener una longitud de entre 100 y 120 centímetros, y una alzada a la cruz de entre 60 y 70 centímetros. El peso varía entre 30 y 50 kilos, aunque se han encontrado ejemplares de hasta 75 kg. Las hembras tienen unas dimensiones y peso inferiores a los de los machos.
Las variaciones de tamaño entre unas subespecies y otras pueden explicarse por las diferencias de temperatura de las zonas en las que habitan. Hay una relación inversa entre la temperatura ambiente y el tamaño corporal de un animal de sangre caliente. Aquellos animales de regiones más cálidas tendrán una masa corporal menor que aquellos otros que habitan regiones más frías (Bergman y Allen).
La edad del lobo en buenas condiciones de supervivencia puede alcanzar los 16 años.
Tipos de lobos
En todo el mundo existen 32 subespecies del lobo, que se pueden englobar en cuatro grupos: lobos blancos (tundrarum en Alaska, albus en la región ártica europea), lobos rojos (pallipes en las zonas predesérticas de Eurasia), lobos grises (pambasileus en Alaska) y lobos pardos (signatus en la Península Ibérica, lupus en Eurasia). También existen otras especies dentro del género Canis lupus, que acogen a subespecies menores, en Norteamérica y la India.
Ecología del lobo
El lobo es un superdepredador que ocupa, en su hábitat natural y sin competencia del hombre, la parte superior de la pirámide nutricional.
Esto significa que se trata de un depredador que carece de competencia externa para la regulación de su población, y que su crecimiento está sólo limitado por:
  • La disponibilidad de alimento suficiente en su territorio (los lobos pueden recorrer en itinerancia hasta cien kilómetros diarios).
  • Las enfermedades que puedan diezmar su población

    Cuando tiene lugar la aparición del hombre —también un superdepredador— la situación cambia, porque:
  • El hombre considera al lobo un peligro para sí mismo
  • El lobo y el hombre compiten en la caza de otros animales situados en una posición inferior dentro de la pirámide nutricional (jabalíes, corzos, cabras montesas, conejos).
  • En situaciones de carencia alimentaria el lobo amplía los límites de su territorio natural de caza en busca de alimento, llegando a atacar ocasionalmente a rebaños de ovejas o cabras.
Más adelante, en esta misma página se analiza la relación entre el hombre y el lobo.
El lobo es además un animal social, que vive fuertemente vinculado a un grupo —manada—, que es la base de la estructura social. Dentro de esta manada los comportamientos están fuertemente reglamentados en base a una jerarquía estricta.

Alimentación

Como se ha mencionado en el punto anterior, el lobo es un carnívoro depredador. La mayor parte de su dieta está compuesta por presas cazadas, aunque ocasionalmente puede competir con aves carroñeras por los restos de animales que han muerto de forma natural o por accidente, así como por restos provenientes de vertederos cercanos a núcleos de población humana. También es conocido el hábito, en determinadas estaciones, de consumir alimentos de origen vegetal, tales como frutos silvestres.
Sus presas naturales son grandes herbívoros y otros mamíferos de menor porte, como zorros, perros, conejos y liebres. También en ocasiones cazan jabalíes solitarios o atacan al ganado doméstico.
Todo el sistema digestivo del lobo está adaptado para procesar materia animal: agarrarla, desgarrarla, digerirla y eliminarla. En el extremo delantero de este sistema es fácil apreciar las especializaciones de los dientes delanteros para una vida carnívora, como ya hemos descrito al hablar de su morfología.
El tamaño de las piezas que un lobo traga enteras es impresionante. El movimiento de su lengua probablemente ayuda sustancialmente al animal a tragar esos trozos. La saliva del lobo seguramente tiene poca carga enzimática (la de la saliva del perro es nula), por lo que quizás sirva más como lubricante extendido por la lengua que como digestivo. La lengua también les sirve para limpiar los huesos de sus presas y para lamer sangre caída sobre la nieve o el suelo.
Reproducción
El lobo tiene una camada (en raras ocasiones dos) anualmente, de entre tres a ocho cachorros. La loba amamanta a sus cachorros mientras que el macho le alimenta a ella cazando y regurgitando la comida que ha ingerido durante la caza. La lactancia dura alrededor de un mes.
Los lobeznos (cachorros de edad inferior a tres meses) son alimentados indistintamente por cualquier miembro de la manada.
Al cumplir los tres meses los lobeznos pasan a llamarse lobatos. Al cabo de un año tienen ya la morfología de adulto. Al cabo de un año y medio dejan de ser lobatos para pasar a ser lobos.
Según algunos estudios (Rodríguez de la Fuente) existe una fuerte tendencia a la monogamia en las parejas de lobos.
Hábitos sociales del lobo El lobo, al igual que el hombre, es un ser eminentemente social. Un alto porcentaje de su comportamiento está determinado por sus relaciones con otros miembros de su especie con los que forma manadas con el fin de obtener ventajas frente al medio de cara a la propia supervivencia.
Se puede decir que la unidad fundamental es la manada aunque, como veremos, se dan casos de individuos aislados en busca de otros individuos aislados con los que formar una nueva manada o, menos frecuentemente, de otra manada en al que integrarse.
El aprendizaje del comportamiento social del lobo comienza desde el momento de su nacimiento. Dentro de su propia camada se establecen pronto roles de comportamiento bien definidos en los que unos individuos prevalecen sobre otros por su carácter o su potencia física. Este inicio resulta crucial para el posterior desarrollo de los individuos porque determina inequívocamente el orden por el que se puede acceder al alimento.
Ya desde los juegos de los lobeznos se puede apreciar cómo unos dirigen, organizan o reprenden a aquellos de sus hermanos que tienen un estatus inferior al suyo. Los individuos más apocados o más débiles pueden quedar relegados del resto e incluso ser repudiados por la propia madre si su debilidad es manifiesta.
Ambos sexos cuentan con su propia jerarquía. Los individuos que ocupan la posición más alta dentro de ésta se denominan individuos "Alfa", los siguientes "Beta", y así sucesivamente. Los que ocupan la posición más baja se conocen como "Omega". Dentro de la dinámica de la jerarquía se presentan situaciones en las que un individuo reta a otro de posición superior por razones alimentarias o reproductivas (ya que la jerarquía gobierna también estos aspectos de la vida del lobo).
La principal actividad de la manada, la caza que le proporciona alimentos, se hace en grupo. Durante las cacerías el trabajo está perfectamente distribuido. El lobo es un animal en el que la resistencia prima sobre la potencia. Por esta razón la táctica de caza consiste en agotar a la presa, persiguiéndola hasta que su captura se hace posible.
El control y la disciplina en la manada es fundamental para que esta caza en equipo tenga éxito. Cuando despliegan un ataque sobre una presa, los lobos no aúllan ni ladran, pero sí gruñen y llegan a castañetear los dientes. Por el contrario, los perros suelen ser extremadamente ruidosos, lo cual ha servido a veces para poder determinar la identidad de los depredadores que han llegado a atacar rebaños domésticos (Grande del Brío, Castaño, Gallego).
En el momento en que una manada se hace demasiado numerosa para que el territorio que ocupa pueda sostenerla, se produce de forma natural una disgregación de la misma.
Uno o más individuos se separan de ella para formar su propia manada, la cual deberá encontrar un territorio propio que le proporcione las oportunidades de caza necesarias para su subsistencia.
Se dan también casos en los que individuos solitarios, no integrados o expulsados de alguna manada, vagan por las montañas, e incluso por campos de cultivo, en busca de su sustento y de otros congéneres que estén dispuestos a crear una nueva manada.
Relación con el hombre La relación entre el hombre y el lobo está primariamente marcada por el hecho de que son dos especies que básicamente compiten por los mismos recursos alimentarios. Esta relación de competencia, complicada con factores ajenos que se mencionan más adelante, han supuesto la práctica extinción del lobo (anteriormente muy extendido por todo el hemisferio septentrional) en todo el mundo, salvo quizá en las tundras occidental canadiense y siberiana.
Aunque es cierto que periódicamente se registran ataques de los lobos a los rebaños de ovejas, no es cierto que el lobo sea un animal peligroso para el hombre. De hecho el lobo se repliega sistemáticamente de cualquier lugar ocupado por el hombre.
El hecho de que, junto con el zorro, sea una especie que depreda las especies que persiguen los cazadores, es actualmente el principal terreno de competencia entre ambas especies.
Esta desigual competencia se salda sistemáticamente con la matanza ilegal de animales por parte de quienes continúan practicando actividades bárbaras
y degradantes como la caza. El uso, también ilegal, de cebos envenenados para acabar con estos animales constituye otra de las grandes amenazas que se ciernen sobre esta y otras especies.

El Lobo que salvó América

Serena L. A. marzo de 2011

Documental de David Attenborough para la BBC. Basado en el libro que escribió Ernest Thompson Seton “Wild Animals I Have Known” “Animales salvajes que he conocido” publicado en 1899.

La película narra la extraordinaria historia de un lobo y su manada que habitan Nuevo Méjico durante la década de 1890.

El Lobo que salvó América está basada en un hecho real. Sorprendente e inquietante, narra por un lado el enfrentamiento de la naturaleza que lucha por persistir y de la condición humana, la lucha del hombre por conquistar terrenos indómitos que no le pertenecen.


La leyenda de Lobo, el Rey de Currumpaw

1890. La conquista agrícola y ganadera se extiende por todas partes. La caza intensiva de búfalos y otras presas salvajes practicada por los colonos, priva a los lobos de alimento.

Lobo, el Rey de los Currumpaw, líder legendario es el macho alfa de una manada que ataca el ganado para sobrevivir, atemorizando a los colonos de Nuevo Méjico.

La historia de Lobo es también la historia , (naturalista y cazador). Contratado por mil dólares, se adentra en el desierto de Nuevo Méjico para exterminar al último forajido de esos terrenos inhóspitos.

Lobo, audaz e inteligente tiene una mítica habilidad para engañar a la muerte.

El enfrentamiento entre Seton y su rival Lobo dura meses. El cazador rastrea sus huellas. Coloca trampas y cebos envenenados, Lobo, audaz elude a su perseguidor.

Face to face with a killer - Lobo - The Wolf That Changed America - BBC

En 1894, Seton observa que las huellas de Lobo siguen otras más pequeñas. Son las de Blanca, su compañera . Es la época de apareamiento, en la cual los animales pierden un poco su desconfianza. El hombre decide aprovechar esta oportunidad y cambia de estrategia: atrapar a Blanca para matar a Lobo.


El Lobo que salvó América: La caza de Blanca


BlancaEl cazador coloca el esqueleto de una vaca y varias trampas en la zona estrecha de un cañón. Al día siguiente, Seton encuentra la loba atrapada, Lobo está a su lado. Al ver al hombre, Lobo huye. Seton mata a Blanca.

Durante esa noche, los aullidos desgarradores de Lobo rompen el silencio del desierto. Lobo llora la muerte de su pareja.

Lobo in love - Lobo - The Wolf That Changed America - BBC

El amor de Lobo
lobo-despues-de-ser-capturadoA pesar del peligro, Lobo quiere reunirse con su compañera muerta. Se acerca a la cabaña de Seton, alrededor de la cual el hombre había colocado varias trampas.

El 31 de enero de 1894, Lobo el último forajido cae.

El cazador fascinado y emocionado por el coraje del cánido, pero sobre todo por el amor que este le profesaba a Blanca; siente remordimientos y decide perdonarle la vida. Sin embargo al día siguiente, Lobo, el Rey de Currumpaw muere.

: Defensor de la Naturaleza

Ernest Thompson SetonSu recuerdo quedó grabado durante mucho tiempo en la memoria de Seton. Al darse cuenta de la conducta del ser humano con la Naturaleza, dejó de ser cazador para ser naturalista.

Se convirtió en defensor del canis lupus. Alcanzó la fama al publicar su libro “Animales salvajes que he conocido” en cuál cuenta la historia de Lobo. Ecologista prematuro, aprovechó su fama para defender la preservación del Patrimonio Natural Americano. A pesar de sus esfuerzos, la caza de lobos continuó.

Los origines del odio al lobo

Odiados, temidos y perseguidos durante años por el hombre blanco, los lobos fueron respetados y admirados por los Indios. Los nativos americanos les incluían en sus rituales, y tótems.

Sin embargo, los Estadounidenses de origen europeo les despreciaban. Los colonos llevaron vacas, cerdos y ovejas al Nuevo Mundo. El ganado pastaba en la periferia de los asentamientos. , ambos depredadores se enfrentaron. Esto originó una campaña de exterminio que se transmitió durante generaciones.

En los años 1930, los lobos casi desaparecieron de los Estados Unidos.

En 1996, llegados de Canadá, fueron puestos en libertad en el Parque de Yellowstone.

, en el Parque de Yellowstone.

Serena L. A. marzo de 2011

La Joya Natural de Jaén


Félix Rodríguez de la Fuente plasmó, una y otra vez, la Naturaleza Salvaje de estas Tierras

Tres sierras jaeneras, de Cazorla, de Segura y de las Villas, dan carácter al mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa desde 1986, con el favor de contar también con la calificación de Reserva de la Biosfera y Zona de Especial Protección para las Aves. Más de doscientas mil hectáreas de tupidos bosques, sierras encrespadas, calares, ríos, embalses, aldeas, cortijos y montes aceituneros forman el escaparate mejor presentado de la naturaleza jienense.
Los Llanos de Bujaraiza en el pantano del Tranco
Los Llanos de Bujaraiza en el pantano del Tranco
Unos parajes montunos con las hechuras de un excepcional mosaico natural tapizado de rocas, encinas y pinos, que guarda una compleja variedad de ecosistemas diferentes. Aquí se cobijan las nacencias de tres de los ríos más importantes del sur peninsular, el Guadalentín, el Segura y el Guadalquivir, los primeros con vocación mediterránea y el último, convertido en la gran vena acuosa de Andalucía, con miras al Atlántico.
Cazorla, la reina de los documentales
En estos serrijones cazorlanos se concentra la fuerza de la naturaleza salvaje que el siempre recordado Félix Rodríguez de la Fuente plasmó, una y otra vez, en las numerosas escenas documentales que rodó a lo largo de los años setenta.
El famoso doctor amigo de los animales, filmó inolvidables secuencias de la serie “El hombre y la Tierra” en estos parajes. La berrea del ciervo en las orillas del embalse del Tranco, el celo de la cabra montés en las navas de las sierras del Pozo y de La Cabrilla, y los lances cetreros del águila real sobre los indefensos chivos, forman ya parte de la memoria imborrable de muchos amantes de la naturaleza.
Un par de cabras montesas Las cabras montesas también fueron habituales en los documentales de Félix
El paisaje de Cazorla revienta de vida en cualquier época del año, y lo demuestran las 1.200 especies botánicas que cubren sus perfiles. Veintisiete de las cuales son endemismos, con curiosidades significativas como la violeta de Cazorla y el geranio de Cazorla, y algunas plantas carnívoras del género Pinguicula.
Sin embargo, la riqueza apabullante de estas serranías es su fauna, representada por más de 180 especies distintas. Los grandes ungulados, como el ciervo, la cabra montés y el jabalí, junto a otros dos introducidos, el gamo y el muflón, se hacen familiares en estos predios. Al igual que las grandes rapaces, como buitres negros y leonados; águilas reales y perdiceras; alimoches, búhos reales y el reintroducido quebrantahuesos. Su avistamiento resulta fácil en estos predios donde muestran su soberanía los pinares, tanto laricios, oriundos de la zona, como carrascos y negrales, fruto de diversas repoblaciones.
Ruta de Félix Rodríguez de la Fuente
Los llanos de Bujaraiza en las orillas del pantano del Tranco de Beas hicieron de campo de batalla en la más famosa berrea del ciervo que se ha filmado para la televisión. Los albores del otoño marcan el principio de una nueva etapa en la vida en los campos y bosques de Andalucía. El calor estival pierde fuerza convertido tan solo en un rescoldo, en el que la sequedad de los rastrojos del valle y de los calveros del monte intenta verdear de nuevo con las húmedas lloviznas mañaneras. La otoñada entra entonces en los montes de Cazorla, Segura y Las Villas de forma atronadora. Los ciervos se encargan de anunciarlo con sus portentosas gargantas, que braman incansables al sentir la llegada del celo.
Estas fechas preotoñales se adivinan inmejorables para visitar este parque natural, cuando el ímpetu de los berridos cervunos proclama el rito nupcial más espectacular de cuantos se producen entre la fauna salvaje española.
El inicio de la “berrea de los venados” se puede adelantar o atrasar hasta un par de semanas, dependiendo de las primeras lluvias de septiembre, pero para finales de mes los montes andaluces resonarán con insistencia. Con la caída del sol, justo cuando el cielo se encuentra entre dos luces, machos y hembras se citan en los calvijares que por una desconocida querencia son elegidos como campo de batalla.  El alboroto de las luchas, el estruendo de los bramidos, el golpear de las cuernas y las insistentes carreras, convierten este cortejo en el  más esperado cada año por los aficionados a la observación de la naturaleza.
La berrea de los venados
La berrea de los venados
Como homenaje al desaparecido naturalista, la dirección del parque creó en la primavera de 2002 una ruta que rememora aquellas berreas en las orillas del embalse del Tranco. La senda parte del paraje de Bujaraiza, donde se halla el mirador que lleva su nombre, y desde aquí continúa rodeando las aguas del embalse, río arriba, para saltar a la otra orilla en los Llanos de Arance y proseguir con la corriente a favor hasta finalizar frente al castillo isleño de Bujaraiza. Veinte kilómetros de camino por un frondoso escenario señalizado con mojones de piedra, que cuenta con cinco miradores sobre las aguas del Guadalquivir.
De la Nava de San Pedro a la Nava Noguera
El camino de las Navas se interna por las faldas de las llamadas sierras del Pozo y la Cabrilla, montes especialmente querenciosos para las cabras motesas. Estos parajes fueron otro de los escenarios de los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente, donde recogió las luchas de los grandes machos monteses durante la época de celo.
Los alrededores de la Nava de San Pedro son parte emblemática de este prodigioso paisaje andaluz, donde topónimos como Risco del Madrigal, Cabeza del Tejo, Cerro de los Torcales o Collado del Galán nombran parajes inmortalizados en muchos documentales. Rumbo norte, el camino busca el nacimiento del río Guadalentín, entre la Nava de Pablo y la Nava Centeno, salpicado de viejos pinos retorcidos por el viento.
Y por último, la Nava Noguera, abierta y pedregosa al pie del pico Empanadas, punto más alto del parque natural. Pero además en estos montes jiennenses se rodaron dos de las escenas más impactantes de la serie “El Hombre y la Tierra”, la espectacular imagen del águila real capturando un chivo de cabra montés para llevárselo en sus garras desde lo alto de los riscos, y la dramática persecución y caza de los lobos a un muflón.
Primer plano de un lobo
El lobo protagonizó algunas de las mejores imágenes de la Sierra de Cazorla
Para apreciar las dimensiones y valor natural del parque nada mejor que acercarse hasta el centro de interpretación de la naturaleza de la Torre del Vinagre, donde puede verse naturalizado al que fuera protagonista de algunos programas de la serie: un imponente macho de cabra montés llamado "El Mellao".
Camino del paraje de Aguas Negras
Entre los lugares más escondidos de estas sierras se halla el Desfiladero del río Borosa, situado a mitad de camino entre el Centro de Interpretación de la Torre del Vinagre y el idílico paraje de Aguas Negras.
Una pista forestal parte de la Piscifactoría de Borosa remontando el río hacia la denominada Cerrada de Elías, donde las aguas fluviales han labrado un estrecho desfiladero. Pasarelas de madera clavadas en la roca permiten atravesar el interior del barranco, hasta salir a los nacederos del río en las campas de Aguas Negras. Ante los ojos el impresionante salto de los Órganos y más arriba las lagunas de Valdeazores.
Nacimiento del río Guadalquivir
Nacimiento del río Guadalquivir
En busca de las fuentes del Guadalquivir
El río que recibió un día de los romanos el nombre de Betis y de los árabes el de Guad El Kebir, tiene su primer latido en un rincón de la sierra de Cazorla, a los pies del cerro Navahondona. Desde el puente de Las Herrerías, en las inmediaciones de la pequeña población de Vadillo, parte una pista de tierra de algo más de diez kilómetros que asciende suavemente hasta un paraje conocido como Cañada de las Fuentes. Toda esta zona se encuentra dentro de la reserva de Guadahornillos acompañada por las aguas de un río que en su descenso salta entre peñas y cascadas protegido por una exuberante vegetación.
Naturaleza domada
Para los visitantes más pequeños otra posibilidad más sencilla y domesticada consiste en acercarse hasta el parque cinegético Collado del Almendral, apropiado para los niños al transitar por un sendero cómodo que permite ver con facilidad algunos de los herbívoros del parque en semilibertad y obtener unas excelentes vistas del embalse del Tranco de Beas.
Parque Natural de las sierras de Cazorla, Segura y las Villas
Un jabalí en el parque Natural

Alrededores
La sierra callada de Segura
El protagonismo de la sierra de Cazorla ha eclipsado siempre a las otras comarcas del parque, siendo la de Segura la que aporta la mayoría del territorio protegido, con casi el setenta por ciento del total. Una circunstancia que sumada a los precarios accesos ha mantenido la mayor parte de esta serranía olvidada por los desarrollos urbanísticos y turísticos.
Las nuevas iniciativas de turismo rural con un desarrollo armónico con la conservación de la naturaleza tienen en esta región serrana un extenso campo de trabajo, que ya se aprecia con el impulso de nuevas propuestas.
El senderismo, el cicloturismo, las rutas a caballo, el parapente y la observación de la fauna, han encontrado el acomodo perfecto al lado de los restos históricos, las delicias gastronómicas y los recuerdos del mundo rural. La recuperación para el alojamiento de viejas cortijadas y casas de aldea envueltas en paisajes inolvidables es otro de los embelesos que brinda la comarca.
Parque Natural sierras de Cazorla, Segura y Las Villas
La más histórica de las localidades segureñas se llama Segura de la Sierra, declarada Conjunto Histórico Artístico y Paraje Pintoresco, con un casco urbano arracimado en la solana de un monte que corona su espectacular castillo. La visita a esta antigua fortaleza rehabilitada y dotada con un interesante centro de interpretación, apodado “Territorio de Frontera”, puede ser uno de los inicios mejores para recorrer estas sierras.
Desde su torre del Homenaje se divisan los montes olivareros que han hecho famosos los aceites de la Sierra de Segura. La otra villa histórica de la zona es Hornos de Segura emplazada en lo alto de una muela pétrea y orgullosa de su viejo castillo que en estos momentos inicia su proyecto de reconstrucción y transformación en un centro astronómico.
Unas montañas de naturaleza pródiga a las que se suman rincones imprescindibles que no se pueden dejar de visitar, como: la Reserva Natural de Las Acebeas, en el monte Navalperal; el embalse de Anchuricas, en el valle alto del Segura; los Campos de Hernán Perea; el Jardín Botánico de Siles; el cañón del río Zumeta y el embalse la Vieja; el Puntal de la Misa; el nacimiento del Segura, en la aldea de Fuente Segura, o la cima de El Yelmo.
El sabor rural de las viejas aldeas es otro de los atractivos de estas montañas, que a principios del siglo XX contaba con más de doscientas, aún habitadas. El escondido municipio de Santiago-Pontones es el que cuenta con las aldeas mejor conservadas y más bellas, como Miller, Vites, Tobos, La Toba, Los Atascaderos, Los Teatinos, La Matea, El Cerezo y El Patronato.

Icono de Pedro Retamar
Pedro Retamar
   Es periodista, fotógrafo y viajero especializado en naturaleza y ecoturismo.  Cronista del blog "botasvagabundas".
   Autor de los libros fotográficos: Naturaleza Monumental de España, Villas Medievales,Los rostros del paisaje español y Senderos perdidos, que recopila algunos de sus mejores reportajes publicados en El País.

Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas

El Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas está situado al este y nordeste de la provincia de Jaén (España) y con 214.300 ha es el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa.
Está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983, Parque Natural desde 1986 y también Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) desde 1987. Toda su belleza paisajística y riqueza biológica se unen al patrimonio cultural que existe en la zona, haciendo de su entorno una de las zonas más visitadas de toda España. Dada su gran extensión, abarcando 23 municipios con más de 80.000 habitantes, el grado de protección varía de unas zonas a otras, permitiéndose en la mayoría del territorio la coexistencia con actividades económicas diversas.
Estas sierras se consideran integradas en el Sistema Prebético, uniéndose con Sierra Morena que viene desde Portugal en dirección Oeste-Este. Las alturas del Parque se sitúan entre los 500 msnm al sur del límite, en el río Guadiana Menor, y los 2.127 msnm del Cerro las Empanadas. En la estructura de su relieve podemos distinguir algunos calares que limitan profundos cañones que, de forma general, siguen una orientación de Suroeste a Noreste.Una alineación montañosa externa va de Villarrodrigo hasta el Tranco de Beas, delimitando los valles del Guadalimar y el río Hornos.
Internamente se disponen los calares del Mundo (1.631 m) y de la Sima (Cerro de las Mentiras, 1.897 m), compartidos con las sierras de Albacete; el El Yelmo (1.809 m); los calares de la Nava del Espino (1.722 m) y muchos otros de los términos de Segura y Siles; el calar del Cobo (Puntal de la Misa, 1.796 m), que vigila el cañón del Segura y el embalse de Anchuricas, al igual que los calares del término municipal de Santiago-Pontones y la Sierra de Almorchón (1.914 m).
Más al Sur se disponen externamente la Sierra de Las Villas (Blanquillo o Pedro Miguel, 1.830 m) y la Sierra de Cazorla (Gilillo, 1.847 m), vertiente occidental del gran valle del Alto Guadalquivir, limitado a oriente por la Sierra del Pozo (Cabañas, 2.026 m) y la principal alineación de la Sierra de Segura, que culmina con el pico de Las Banderillas (1.993 m). Al Este de esta sierra se eleva un carismático altiplano conocido como los Campos de Hernán Perea, de una altitud media de 1.600 m y limitado por calares desprovistos de vegetación, como el Calar de las Palomas (1.964 m) o de Pinar Negro (1.815 m).
Limitando con la provincia de Granada se extienden las sierras de Empanadas (2.106 m) y La Cabrilla (2.048 m), que proporcionan las mayores altitudes del Parque Natural y que pertenecen a la alineación de la Sierra de Castril.
Estas sierras sirven de divisoria de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo,teniendo en ella su nacimiento dos de las corrientes más importantes de España y la Península: El río Guadalquivir, que tras recorrer unos 50 km dentro de estas sierras en dirección Norte gira hacia el Oeste; Hacia el Este transcurre el río Segura.

30 Años sin Félix



Antagonista del imaginario colectivo
En las largas y frías noches invernales, el aullido de un lobo pone los pelos de punta a los que van a pasar la noche en el monte. A pesar de que no se han vuelto a registrar ataques a seres humanos desde hace muchos años, esa es la imagen que se ha creado en nuestro imaginario colectivo a lo largo de la historia. La del lobo cruel y sanguinario.
Basta con poner un ejemplo. ElCanis lupus es el antagonista de todos los cuentos. Caperucita y el Lobo Feroz. Los tres cerditos. Pedro y el Lobo. Pero más de 30 años sin ataques a personas demuestran que el lobo tiene miedo -o por lo menos respeto- al ser humano.
Sitios web relacionados


DAVID SIERRA 
10.03.2010
Cuando el lobo estaba a punto de extinguirse en nuestro país -sólo quedaban entre 400 y 500 ejemplares- emergió la gran figura de Félix Rodríguez de la Fuente, 'el amigo del lobo' que luchó hasta el final para hacernos cambiar de idea sobre el Canis lupus signatus. El lobo no es un animal fiero, cruel o sanguinario por naturaleza, sino que puede ser protector, fiel y pacífico.
"Hasta ahora, los hombres me habían contado una sarta de falsedades. En cambio, cuanto los lobos me han dicho es una verdad inconmovible. El lobo cruel es un protector incondicional de los débiles; el lobo traicionero es capaz de morir por fidelidad; el lobo asesino es un cazador que mata para comer pero detesta la violencia". Esta frase de Félix Rodríguez de la Fuente resume sus sentimientos sobre un animal odidado tradicionalmente, al que consiguió limpiar su mala imagen.

Años 70

Es la década en la que el lobo ibérico se salvó de ser extinguido. La ley de caza de 1970 lo convirtió en especie cinegética, y evitó que se pudiera cazar al lobo en cualquier época del año y con métodos no autorizados como venenos, cepos, lazos, etc. Félix Rodríguez de la Fuente fue promovió la redacción de aquella ley y logró que "el lobo dejase de ser considerado como una alimaña". Así lo ha declarado el biólogo Carlos Sanz, que colaboró con Félix -desde 1975 a 1980- en los rodajes de la mítica serie 'El Hombre y la Tierra'.
"Félix hizo cambiar el chip a toda la sociedad. Fue el primero que hizo ver que el lobo no es tan fiero como lo pintan y, sobre todo, que es un animal que también tiene derecho a existir en su medio natural", afirma Sanz.
Félix fue el Apóstol español del lobo
Carlos Sanz, uno de los mayores expertos en la conservación del lobo ibérico y director de series como'Pacto con lobos' para TVE, está convencido de que "Félix salvó al lobo. Si no hubiera sido por él, se habría extinguido hace muchos años en nuestro país".
Actualmente existen entre 2.000 y 2.500 ejemplares en España -desde algunos ámbitos se apunta incluso que 3.000-, aunque el último censo nacional data de 1998. El 90% de la población se concentra en el noroeste de la península, sobre todo en Castilla y León (54%) y Galicia (36%).
Zamora y León son las zonas de España con mayor densidad de lobos por km2. La 'Sierra de la Culebra' multiplica los números respecto a otras zonas. Donde puede haber de 1 a 3 ejemplares por cada 100 km2, la región zamorana cuenta con 7 ú 8.
"Pero sigue siendo una especie amenazada -dice Sanz-, sobre todo en Andalucía donde corren peligro crítico de extinción". Se estima que no hay más de 50 ejemplares repartidos desde la Sierra Norte de Sevilla hasta Despeñaperros, en la Sierra Morena Oriental de Jaén.

Debate intenso y eterno con los ganaderos

Aunque el lobo ibérico prefiere presas salvajes a las ovejas, hay ocasiones en las que el hambre aprieta, y el lobo ataca al ganado, especialmente si no se encuentra adecuadamente protegido. Según Carlos Sanz, "A veces busca la comida fácil valiéndose de la ley del mínimo esfuerzo y el mínimo riesgo. Es un animal oportunista y muy adaptable que come de todo, incluso frutas y carroña".
Y ahí es cuando entran en liza los ganaderos, que ven como sus explotaciones se quedan mermadas tras los ataques de los lobos. Sus reivindicaciones apelan a la Administración. "No existen enfrentamientos importantes entre ganadores y conservacionistas" ha dicho en en declaraciones a RTVE.es, Luis Pérez Pérez, técnico de ASAJA (Organización Agraria de Castilla y León). "Lo que piden (los ganaderos) es agilidad y compromiso por parte de las autoridades para asumir los daños completos causados por los lobos, porque las indemnizaciones se acaban recibiendo, pero no suelen llegar hasta pasado más de un año".
Surge otro problema. La Administración insta a los ganaderos a suscribir un seguro por si atacan los lobos -0,36 céntimos de euro por cabeza-, algo a lo que éstos se oponen firmemente, porque según Pérez  "hace un tiempo se ofreció de forma gratuita para cubrir los daños. Ahora no. Y serían otros 600.000euros que tendría que asumir el sector, que no atraviesa por su mejor momento".
Sobre este asunto, también se ha referido Carlos Sanz, "hay que llegar a un pacto entre todos los colectivos afectados (ganaderos, cazadores, ecologistas, Administración...) que permita la coexistencia entre el lobo y las actividades humanas tradicionales.
En los últimos años la Administración ha fomentado las buenas prácticas de manejo ganadero, la adecuación de los cercados convencionales, la instalación de pastores eléctricos o la cría de mastines para cuidar al rebaño.
Pero si a pesar de adoptar las medidas de prevención oportunas se producen los ataques, habría que paliar los daños de los ganaderos afectados de forma rápida, justa y generosa, compensándoles del "tributo" que pagan para contribuir al mantenimiento de una especie que es patrimonio natural e irrenunciable de todos"
Por todo ello muchos apelan al pacto entre caballeros, al pacto de los lobos para que como decía Félix, "el lobo viva donde pueda y donde deba, para que en las noches españolas no dejen nunca de escucharse los hermosos aullidos del lobo".

 
 
 
 
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