Novatada y oportunidad perdida
No debería hablar de novatada con la de años que llevo observando y fotografiando aves. Pero mi siento un poco así, como si la inexperiencia me hubiera jugado una mala pasada. Mi cámara bridge -una Canon Powershot SX60 HX- murió hace un par de meses, seguramente por un golpe que recibió. Como no quería renunciar a recoger testimonios de la presencia de las aves que observaba en mis salidas, no me quedó más remedio que agenciarme con otra cámara. Decidí dar el salto a las réflex. Por suerte, Mari, mi pareja, tenía una Nikon D3100 que apenas usaba, y un teleobjetivo con un zoom que llegaba a 300 mm. Para salir del paso me servía, pero el autofoco no funcionaba, así que fotografiar fauna salvaje se convirtió en todo un reto. Tras algunas pruebas, aconsejado por mi amigo Antonio Sánchez, adquirí un 300 F4 de segunda mano con enfoque automático en perfectas condiciones y pude conseguir mis primeras fotos auténticamente decentes. Me sentí contento y feliz con esta nueva adquisición (aunque l...