10.3.25

Alien


Si voy a comprar zapatillas, ponele que necesito zapatillas, las zapatillas que me traen para probar me queda grandes o me quedan chicas. Las zapatillas siempre son medio número más o medio número menos. Mi número no existe, no hay.
Si compro un pantalón que me queda bien de ancho me queda mal de largo y al revés, y al revés todas las veces que sea necesario.
Si voy a un bar y pido un café con una medialuna de grasa me traen un cortado con una medialuna de manteca. Si quiero agua con gas me traen sin gas. Si pido dos porciones de fugazzeta me traen napolitana.
Si conozco una mujer inteligente, una mujer con la que puedo conversar y tomar un café, es una intocable porcina con un flujo vaginal capaz de quemar una baldosa del parquet. Si conozco una mujer que coge con entusiasmo, que tiene un culo corto más que apetitoso para ponerla en cuatro patas y empujar un rato bueno, viene la piba además de con ese culo con un retraso evolutivo más que evidente, como si su desarrollo cerebral hubiese alcanzado hasta la condorito y a partir de ahí la nada misma.
Y así voy viviendo, en un mundo que se empeña en recordarme cada vez que puede que no es para mí.

3 comentarios:

Beauséant dijo...

ahora nos quedaría por saber qué opina el resto del mundo de ti ;)

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Si las opciones son esas, yo no elegiría a la intelectual.

J. Hundred dijo...

*beauséant! pero si se lo estoy escribiendo en el texto, chaval! el mundo me detesssta, y lo bien que hace. Saludos.

*el demiurgo de hurlingham! es que el culo corto garpa mucho. paris bien vale una misa, dijo cabellos de ángel. saludos.