Los que me conocen saben que no me gusta el verano y menos la playa. Se extrañarán de esta foto y tienen razón. Pero ha llegado agosto y en mi mente solo aparecen imágenes de playas. Y además hay que agradar a la familia que me aguanta la afición el resto del año. Este año hemos andado por el Cabo de Gata, invitados por buenos amigos. Una semanita de cambiar de aires que además ha sido provechosa en lo fotográfico. Sabiendo que ibamos llame a mi buen amigo Zapicaña andujar para ver si echabamos un rato, una cena...y la echamos y además me lió para darles a su grupo un pequeño taller de fotografía de Calle, algo que me apetecía hacer ya que he aprendido de los grandes como Rafa Badía.
Entre nosotros, la playa la probé poquito.