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martes, 3 de enero de 2012


"Unos cuantos mamones le están robando el dinero a la gente"

Entrevista a Matt Taibbi, periodista de 'Rolling Stone'

En Público.es - Entrevistado por KIKO AMAT Barcelona 03/01/2012 08:30 Actualizado: 03/01/2012 08:30

Uno de los mejores libros que ha aparecido sobre la crisis financiera y sus razones ocultas lo ha firmado el americano Matt Taibbi, periodista de Rolling Stone.Cleptopía: fabricantes de burbujas y vampiros financieros en la era de la estafa (Lengua de Trapo, 2011), con prólogo y traducción de Pablo Bustinduy, aúna observación política afilada, especialización financiera traducida al lenguaje común, prosa cómica y una cantidad apabullante de indignación ante la estafa. Taibbi habla con Público para explicar qué ha pasado aquí y quién se ha llevado nuestro quesito. 



Al leer ensayos, uno se topa a menudo con el reclamo de "se lee como una novela". En el caso de Cleptopía' es cierto, quizás porque los malos de esta crisis actúan como villanos de ficción.
Hay que tener en mente que, a no ser que un lector esté muy familiarizado con el mundo de las finanzas, leer sobre este tipo de material puede resultar extremadamente difícil. Por consiguiente, uso técnicas de escritura narrativa con el fin de simplificarles las cosas a los no iniciados. El banco de inversiones Morgan Stanley probablemente sea culpable de las mismas cosas que Goldman Sachs, pero decidí concentrarme exclusivamente en Goldman y su director ejecutivo, Lloyd Blankfein, por su perfil Dr. No y estilo de villano de James Bond. Todo lo que se dice en mi libro es verdad, pero está escrito de forma que ayude a digerir el material más fácilmente.
Las acciones de estos "vampiros financieros" hacen que uno se pregunte sobre la naturaleza del mal.
Existe un tipo de persona malvada que te mirará a los ojos y luego te robará. Pero luego existe otro tipo, mucho más cobarde, que les robará a unos miles de personas invisibles mediante el simple procedimiento de pulsar un botón. Muchos de los crímenes de Cleptopía pertenecen al segundo grupo. Hay un tipo muy particular de criminal que está evolucionando y volviéndose cada vez más común en nuestras sociedades: el burócrata financiero sin sentimientos que victimiza a conciencia a un gran número de extraños indefensos por puro afán de lucro. Creo que este comportamiento despiadado y explotador obedece a algún tipo de psicopatía o locura moral, y sin embargo es cada vez más aceptado, especialmente en EEUU, donde se celebra por defecto cualquier actividad que tenga fines lucrativos.
"Este asunto no tiene nada que ver con la ideología: es un tema policial"
La dialéctica de la izquierda se ha vuelto demasiado comedida, especialmente si se la compara con el discurso feroz de la derecha. Cleptopía' ofrece una granada selección de palabras malsonantes e insultos.
Bastante gente me critica por eso, y una buena parte de la crítica es justificada, aunque debo decir que blasfemo mucho menos que cuando era más joven. Asimismo, trato de escribir como hablo en conversación, y creo que esto ayuda a que los lectores asimilen temas áridos y difíciles. Por añadidura, hablando de algunos de esos personajes necesitas la palabra más gruesa que se te pueda ocurrir.
Cleptopía' rehúsa sumarse a las polémicas banales que instigan los medios de comunicación. Usted habla de ello al explicar la ausencia de debate sobre el sistema financiero en las dos últimas campañas electorales estadounidenses.
En EEUU tenemos tendencia a construir debates falsos en torno a todo. Nuestros telediarios y periódicos han sido adiestrados para asumir que existen dos puntos de vista legítimos alrededor de cada historia, pero a veces no los hay. Un ejemplo: la historia de Terry Schiavo. Muchos americanos religiosos acabaron creyendo que una paciente en coma que había sido certificada clínicamente muerta estaba viva mentalmente, y por tanto no debería haber sido desconectada de la respiración artificial. Ni un solo científico legítimo estuvo de acuerdo con esta visión, pero nuestros periódicos y televisiones prestaron la misma atención a ambos puntos de vista, como si realmente existiese una "controversia" válida acerca de si aquella pobre mujer era aún un ser vivo. Lo mismo sucede con el problema financiero. Nuestros medios de comunicación tratan continuamente de presentar el tema como si fuese un debate ideológico: los que están a favor de mayor regulación contra los que prefieren una economía laissez-faire, los ricos productivos contra los envidiosos pobres, etc. Pero el asunto que nos ocupa no tiene nada que ver con la ideología: es un tema policial, de aplicación de la ley. Unos cuantos mamones le están robando dinero a la gente. No veo cuál podría ser la "controversia".
Una de las formas de evitar intromisiones legales es blindar las operaciones con una coraza de jerga impenetrable. Cleptopía' acierta a traducir todos esos trabalenguas y destapa lo que son: estafas.
Los banqueros y las aseguradoras cobran tarifas exorbitantes por sus servicios porque han creado un universo de jerga que la gente corriente es incapaz de comprender. Al principio debió ser un lenguaje utilitario para ganar dinero de forma legítima. Pero cuando esos tíos empezaron a tramar conspiraciones criminales cada vez más elaboradas, aquella verborrea enloquecida se convirtió en un escudo contra el escrutinio público, porque nadie era capaz de entender qué diantre estaban haciendo, ni siquiera consultando los documentos adecuados. Eso explica por qué periodistas como yo pasamos una gran parte del tiempo traduciendo sus términos a lenguaje normal.
Cleptopía' ofrece multitud de ejemplos de política pro-Wall Street en la administración Obama, especialmente en lo que concierne a la reforma del sistema sanitario.
Obama ha resultado ser una decepción monumental. La mayoría del movimiento Occupy Wall Street nace de la desilusión que sintió la gente joven al comprobar que Obama les había engañado, sobre todo en lo que respecta a perseguir el crimen de guante blanco. Muchos de los manifestantes de Occupy Wall Street estaban apoyando a Obama hace solo cuatro años; ahora se oponen a él.
"En EEUU construimos debates falsos en torno a todo" 

Su libro recuerda algo que parece de ciencia-ficción utópica: la época en que presidentes como Ted Roosevelt y Frankie D. Roosevelt luchaban contra el monopolio financiero, aprobando leyes que impedían la concentración de dinero y poder.
Estamos en una nueva era de corrupción. Hace tiempo existían ciertas líneas que los políticos y líderes financieros jamás cruzaban, por mucho que buscaran dividendos y privilegios. En las acciones de oligarcas como los Rockefellers o los Vanderbilts había un elemento de noblesse oblige; se sentían responsables de mantener la sociedad en funcionamiento, construir infraestructuras, etc. Nuestra nueva clase de líderes financieros, por el contrario, está completamente desprovista de cualquier tipo de instinto patriótico; son individuos sin Estado que no le deben fidelidad a país alguno, que viven en mansiones amuralladas en paraísos fiscales y sienten indiferencia por cualquier cosa que suceda fuera de su propiedad. Para colmo, no construyen nada; sólo nos despojan de bienes. Muchos políticos tratan de convencernos de que lo que es bueno para compañías "estadounidenses" como Goldman Sachs o el Bank of America es bueno para el resto del país. Pero una de las ideas más importantes que trato de comunicar es que compañías como Goldman, Chase o el Bank of America no son "estadounidenses" en ningún sentido significativo del término. Ni siquiera ellos mismos se ven así.
¿Considera que Occuppy Wall Street, el 15M o la revolución griega tienen alguna posibilidad de alterar el status quo?
Es posible que de aquí a un tiempo las protestas mundiales terminen cambiando las cosas. Occupy Wall Street es aún un fenómeno de clase alta, pero llegará un día en que empezará a atraer a los millones de personas que han sido desahuciadas de sus hogares o que han perdido todos sus ahorros por culpa de la venta de fraudulentos títulos respaldados por hipotecas; entonces presenciaremos el nacimiento de un movimiento mucho más potente y peligroso. Nunca creí que llegara a decir esto, pero creo que esta es la primera amenaza seria que sufre el sistema bipartidista. Mucha gente de ambos lados está harta de la corrupción, lo suficiente como para tomar las calles. No creo que el cambio suceda este año, pero sí que está muy cerca. Especialmente si sufrimos otro crash, lo que es muy probable.

martes, 10 de agosto de 2010

EL criterio propio en tiempos difíciles


Carlos Carnicero, un día más muestra con su fina pluma su compromiso con la independencia intelectual y con el compromiso ético. 
El criterio propio no es bien visto en tiempos de crisis. Pero es tan necesario como el aire para que una ciudadanía se mantenga íntegra y democrática. 


Este es el último artículo del autor, publicado en ElPlural.com 

Incondicionalidad, corneta de órdenes en el PSOE y hooligans incasables en la red
CARLOS CARNICERO, 10/08/2010

El sentido del ridículo se adquiere desde la honestidad intelectual; desprenderse de él viene aparejado con la asunción de la desvergüenza: entonces, uno es capaz de defender una cosa y la contraria en razón de criterios de oportunidad, disciplina o beneficio: en la antigua Grecia se les llamaba hipócritas, que es la acepción culta de todas las inmoralidades descritas. Ahora, cuando en los partidos toca la corneta de órdenes salen disparados un montón de hooligans a hacer el ridículo con la encomienda que se les ordena.

En poco tiempo hemos pasado a que los mismos columnistas que hacían grandes profesiones de fe en las cualidades que cómo líder, aunque incomprendido, tenía Tomás Gómez apuntalan la despótica decisión del presidente del Gobierno, que con todo tipo de coacciones ha tratado de conseguir la rendición del secretario general de los socialistas madrileños para colocar a la actual ministra, Trinidad Jiménez, que a su vez fue sacada del ayuntamiento de Madrid, de su puesto de líder de la oposición, para ser nombrada Secretaria de Estado para Iberoamérica antes de ocupar la cartera de Sanidad en donde es cierto que ha gestionado con talento la crisis de la gripe A. Ahora Trinidad Jiménez ha sido ungida para disputarle la comunidad de Madrid a Esperanza Aguirre, en una demostración más de que al presidente sólo le interesa la política de marketing y de laboratorio. Pregunta: ¿se quedará Trinidad Jiménez como líder de la oposición en el parlamento autonómico si pierde las elecciones o volverá a ser llamada a mejores designios? ¿Se busca un líder para Madrid o un apaño electoral para tener un cartel más atractivo? Esta política de fichajes, que se va pareciendo a la de un club de fútbol, seguirá un proceso de generalización?

El partido ya no sirve ni para pegar carteles porque ahora las campañas se hacen seleccionado los cortes de los discursos para transmitirlos por televisión.

Gregorio Peces Barba le ha dado un varapalo al presidente del Gobierno en un claro, conciso y educado artículo en El País, en el que además compromete su apoyo a Tomás Gómez. Y los hooligans que parecen contratados por Moncloa para insultar en estos foros ya estarán diciendo que se ha vendido al enemigo porque estas especies de incondicionales entienden el criterio propio como una insubordinación intolerable. Apostar porque el secretario general de los socialistas madrileños tenga derecho a ser candidato se considera sencillamente una traición porque se ha establecido que José Luis Rodríguez Zapatero tiene una infalibilidad pontificia.

Tenemos un secretario general del PSOE y presidente del Gobierno que sabe permanentemente lo que le conviene a España y lo que debe hacer su partido. Y las encuestas le dicen que Trinidad es mejor candidata que Tomás Gómez. ¿Se ha tomado la molestia el líder indiscutible de auscultar quien tiene más posibilidades contra Rajoy que él?; tal ve Alfredo Pérez Rubalcaba, José Blanco o la propia Trinidad Jiménez puedan dar la vuelta a la precaria situación que tiene este PSOE liderado por Zapatero, que no aprende de sus errores y sigue dictando lo que tiene que hacer su partido.

Los precedentes de Miguel Sebastián, y de los “independientes” que eran la solución de España como ministros, y que salieron corriendo del parlamento cuando fueron cesados del consejo de ministros, ni siquiera le filtran la duda de que puede volver a equivocarse en quien considera que llevarle la contraria es poco menos que un desafío a la autoridad.

Con el precedente de las primarias entre Joaquín Almunia y José Borrel, el futuro se presenta apasionante. Pero además las primarias no están concebidas en el PSOE para que el secretario general promocione una candidatura contra el dirigente afectado, sino para que individualmente y sin los apoyos de la dirección del partido, los militantes que quieran puedan postularse democráticamente y disputar con limpieza una candidatura.

Me imagino que dado el tiempo transcurrido, los incondicionales dispondrán ya de las consignas y los insultos para el foro de hoy: por favor, un consejo para aliviarles de seguir haciendo el ridículo. Repasen las ediciones de este periódico de hace unos pocos días para comprobar que algunos de quienes veían en Tomás Gómez grandes cualidades ahora sólo ven defectos. La política de la oportunidad, que también maneja Rodríguez Zapatero es el libro rojo de algunos de sus seguidores más agerridos.

Como decía al principio de este artículo, la incondicionalidad provoca situaciones que además de ser deshonestas intelectualmente suelen conducir al ridículo. Señores, ahora es su turno, busquen nuevos insultos para este servidor con criterio propio, porque algunos de los que utilizan están ya desgatados y resultan profundamente aburridos. Un cordial saludo desde La Habana, República de Cuba.

Carlos Carnicero es periodista y analista político
Blog de Carlos Carnicero