Es el champán más caro del mundo y la arrebata tal distinción a un Dom Pérignon de 1959 vendido por 27.600 euros en 2008.
Una botella de Juglar -una firma ya desaparecida- de la misma época ha sido adjudicada por 24.000 euros. El comprado es el mismo que el del mencionado Veuve-Cliquot. La única pista que ha ofrecido Samantha Compono, portavoz de la casa de subastas especializada en vino Acker Merrall, es que el dueño que las podrá admirar o beber es de Asia.
El precio de salida para cada una de estas botellas, recuperadas en 2010 de un cargamento que llevaba una goleta que naufragó entre 1825 y 1830, había sido fijado en 10.000 euros. "Tenía un sabor muy dulce, sabía a roble y tenía un olor muy fuerte a tabaco. Y había burbujas muy pequeñas", dijo uno de los buzos que rescató del mar este tesoro y que tuvo la oportunidad de saborearlo.
El gobierno local de las Aland ha indicado que la recaudación de la subasta irá destinada a asociaciones de defensa del medioambiente en el Báltico, a la promoción de la arqueología marina y de la historia marítima