jueves, 28 de marzo de 2013

El tiempo gana



Soy un animal de digestión lenta, uno de esos que tardan meses, semanas e incluso años en poner final a cada proceso. A veces mis decisiones tienen que pasar por cuatro estómagos, acompañarme desde que me propongo hacer régimen- pasada la Navidad- hasta el momento en que me vencen las cremalleras, allá por marzo. Soy lenta, una tortuga, como decías, aunque reniegue de ello y salga por ahí sin caparazón.
Hace seis años Isaac escribió en "Tentari" un post sobre Carlos Berlanga y sus letras. Como entonces hacía cada mañana, pasé por allí  y lo leí (lo devoré, esa es la verdad). Después continué viviendo y hasta este verano no regresé a  aquel texto: de repente surgió en una conversación telefónica a la vuelta de Cádiz y tuve curiosidad. Ahí quedó larvado, hasta este fin de semana  que me dió por comprar verdurar para llenar tuppers y supe- no entiendo por qué- que había llegado el momento de descorchar a Berlanga. Me metí en Deezer, pensé una etiqueta que me recordara a Isaac- ya que era él quien me lo había recomendado- y  surgió el "oloroso" de las tarbernas  a las que Maria del Mar y él me llevaron en Jerez,  a comienzos de marzo, bajo la lluvia. Durante toda la mañana bailé entre pucheros, repetí algunos títulos en cadena y me dejé llevar por esa melancolía de hotel de playa vacío, esa lasitud tan decadente que al menos para mí  había quedado fija, como en una fotografía borrosa, desde la primera canción de Carlos Berlanga que me perturbó, "Deseo carnal".
  Anteayer me llegó este último disparo de Isaac, "El tiempo gana". Abrí el correo y estaba esperándome, con la mira en mi costado izquierdo, sin silenciador. "En Semana Santa nada que estrenar, en verano viajes al fondo del mar, la luz de septiembre me hace recordar". La escucho hasta cuando cierro los ojos y me escondo debajo de las sábanas. No me suelta y yo no quiero perder ese fogonazo, la carne de gallina del después de la explosión.
Ahora  apenas escribo y si lo hago me sale así, con ganas de hablar hacia dentro. Mudo y cuido mi piel. Me chifla el fútbol cuando juega la selección y he descubierto que el amor engorda, aunque nadie quiera hablar de ello. Todo está bien, hasta mi casa en ruinas que sigue quejándose debajo del parqué se engalana para recibir al buen tiempo. Ese que siempre gana por mucho que tarden las cosas.

Ps: La versión que recibí es otra, acústica, más lenta. Está en el álbum "Reproches y vehemencias", creo.
Ps2: He incluido la canción como hacía antes, cuando escribía con regularidad en el blog, con goear porque ahora parece que los bloggers ya no se llevan y es también por esta razón que me apetece más que nunca volver al principio, a las postales de esquinas de cartón.
ps3: Y por último, cómo no, el post pide a gritos una relectura de "Tentari"- aparece en los enlaces-  que sigue colgado en la red, de Isaac Lobatón, mi  amigo y Cossío musical.