lunes, 21 de noviembre de 2011

Donde sopla el monzón

El dj de Génova anoche se quedó tranquilo: a eso de las siete puso en el ipod- de spotify no sabía nada- la lista que había preparado para las fiestas de agosto en Oropesa y les dejó bailar. Le faltó MªJesús con los pajaritos para que la noche fuera una fiesta retro perfecta, aún así, le echaron un cable desde la calle con los estribillos que coreaban: "Tú sí que vales, tú sí que vales". Aquí cayó un tormentón y nos quedamos todos en el sofá, con la mantita dividiendo nuestra atención entre las gotas de lluvia que resbalaban por el cristal y Ritahomer Simpson dando golpes en la espalda de nuestro pulcro presidente Molt Honorable de la Generalitat.
   Por la mañana vino a buscarme mi sobrino para ir a votar. Cinco años democráticos y de campaña por el partido animalista contra el maltrato animal, aunque le dan mucho miedo los perros. Pero eso no cuenta. El partido pirata también le gustaba, pero su sentido de la responsabilidad hacía que insistiera con el animalista. "Para que no le vuelvan a pegar a Frida". Con los paraguas transparentes nos fuimos a buscarme en las listas, sanidad, sector tres, mesa dos, "Eva Marín Segarra", Juanito de puntillas, sobre naranja, sobre blanco- futuro incierto- un, dos, un, dos, Juanito vota.
   Sonrisa enorme en la cara de los dos. La lluvia en las pestañas. "Ahora vamos a tomar el aperitivo" dice mi sobrino, que parece un novio atento más que un niño. "Aunque con esta lluvia se nos van a mojar las aceitunas" Sí, mejor lo dejamos. Hay mucho que pensar.
A mediodía descubrimos el nerviosismo entristecido de Rubalcaba, que a mí me apena. Le ha tocado lidiar con el fracaso y esta noche habrá pasado frío. La soledad del perdedor es demasiado húmeda. Tenía un leve eczema en la nariz, sería de los disgustos. El discurso fue flojo, de trámite, sin ganas ni contenido, debía haberlo aupado Elena Valenciano, pero no, se quedó a unos metros, con traje azulón y hombros de Mazinger zeta.
  En Génova seguían bailando. No me gusta que los políticos boten en los blacones. Me dan pequeños ataques de vergüenza. El discurso de Rajoy parece de toma de posesión. Dice una palabra que me gusta "confianza". Nos agarraremos a ella para enfrentar este lunes.
 Ha sido una campaña triste, unas elecciones desganadas y un triunfo de la necesidad de cambio. La gente necesita esa confianza que propugna Rajoy para luchar pensando que se va a mover algo. Un pequeño aumento en la lista de ingresos, un giro en el volumen de trabajo, una semana sin que nos enteremos de un despido o un soplo de calma entre tanta crispación.
  Me mandan algunas fotografías de otros países, en los que sopla el Monzón. Algunas mañanas, cuando me acerco al juzgado, me siento como esas mujeres de la imagen que recorren kilómetros y kilómetros descalzas transportando agua. La justicia va tan lenta, cuesta tanto y a veces es tan ingrata, que tienes la sensación de que se te derrama entre las manos antes de llegar a casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Fan de Juanito!! Y coincido en el tema DJ. En fin, esperemos que estos 4 años no sean aciagos

El chico que...

SONIA dijo...

Me olvido de las elecciones, que como bien apuntas han sido tristes y desganadas, y como El chico que....me centro en Juanito. Él sí que transmite buen rollito.

Soony