jueves, 30 de julio de 2009

So please be kind if I'm in a mess











"Cigarettes and chocolate milk
these are just a couple of my cravings
everything it seems i like's a little bit stronger
a little bit thicker
a little bit harmful for me

if i should buy jellybeans
have to eat them all in just one sitting
everything it seems i like's a little bit sweeter
a little bit fatter
a little bit harmful for me

and then there's those other things
which for several reasons we won't mention
everything about them is a little bit stranger
a little bit harder
a little bit deadly

it isn't very smart
tends to make one part so broken-hearted
[Más Letras en es.mp3lyrics.org/HYVJ]

sitting here remembering me
always been a shoe made for the city
go ahead, accuse me of just singing about places
with scrappy boys faces
have general run of the town
playing with prodigal songs
takes a lot of sentimental valiums
can't expect the world to be your raggedy andy
while running on empty
you little old doll with a frown

you got to keep in the game
maintaining mystique while facing forward
I suggest a reading of 'a lesson in tightropes'
or 'surfing your high hopes' or 'adios kansas'

it isn't very smart
tends to make one part so broken-hearted

still there's not a show on my back
holes or a friendly intervention
i'm just a little bit heiress, a little bit irish
a little bit tower of pisa whenever i see you
so please be kind if i'm a mess
cigarettes and chocolate milk"

Rufus Wainwright, "Cigarettes and chocolate"


Hoy me he despertado caótica: corazón y cabeza han perdido el compás. Mi dislexia ha pasado del teclado del ordenador al modo en que camino. Observo mi reflejo en los escaparates y me sorprendo en mitad de una sonrisa. Debo haber roto todos los días grises del calendario, porque ni siquiera el sueño me pesa. Y sin embargo sé que necesito tiempo, espacio, peñíscola, música, libros y mar de fondo para consolidar la alegría de este verano y convertirla en un estado de ánimo.
Chocolate milk. Cedo los cigarettes.

miércoles, 29 de julio de 2009

El mapa en la guantera



Magda canta mientras limpia su bar. El domingo cuando me despedí de ella y de Peñíscola cantaba en italiano una canción que no reconocí, pero que me acompañó hasta el último tramo de las escaleras del castillo. Magda tiene el bar de al lado de la Tramontana y siempre está contenta. Pinta las paredes con flores rojas y se ha inventado un cocktail que sabe a caramelos de La Violetera, los de la plaza de Canalejas en Madrid. El otro día se lo dijo el Corto Maltés y ella se quedó un rato pensando. Hugo Pratt le había dejado tomarse unas pequeñas vacaciones en Peñíscola y el Corto Maltés se subió en el coche sin mapa de carreteras- pero gps, eso sí- para cruzar España entre incendios. Yo me lo encontré el sábado por la tarde sentado en el bar de Magda, apoyado con un libro en una de esas paredes blancas. Le escuché contarle lo de los caramelos a Magda, ella le contestó que estaba pensando en patentar la fórmula. Luego se hizo la hora de cenar y el Cortó Maltés se desvaneció, como los restos de color al limpiar los pinceles de acuarela.
Magda cantaba el domingo mientras yo me despedía de Peñíscola para volver a la realidad en coche. En verano hago más kilómetros que un comercial del azulejo. Castellón-Benicàssim, Benicàssim-Peñíscola, Peñíscola-Zaragoza, Zaragoza-Dènia, Dènia-Alicante, Alicante-Peñíscola, Peñíscola-Castellón...todo eso sin contar con los kilómetros del facebook.Los que hacemos los habituales de ese Neverland huérfano de Michal Jackson: Castellón-Castellón, Peñíscola-Cádiz, Cádiz-Zaragoza, Zaragoza-Zaragoza, Dublín-Castellón, Barcelona- Benicàssim. Y los kilómetros de los blogs que también cuentan: Albacete, Nueva York, Madrid, Cádiz...Si los pongo todos juntos en fila en el mes de julio ya he llegado a Cabo Norte y he vuelto dos veces. Los de NY es que suman muchos, pero es que Agustín Fernández Mallo se ha pasado el último mes allí y yo me he colado por su ventana todos los días. Ha escaneado el césped, el cielo y un trozo de calle.También ha hecho radiografías a la gente de su barrio. Agustín FM cuando viaja es así, como el Corto Maltés: todo lo que hace lo convierte en aventura.
En novela.
Nunca viajo con mapas. Antonio me riñe por eso.Me riñe suave (como se riñe a los amigos) y con razón, porque después me pierdo. El domingo pasado, bueno el anterior, regresé de Zaragoza por la Ruta del Bombo y el Tambor en lugar de tomar la Autovía Mudejar. Tardé cuatro horas y media (sin cafés, casettes de gasolineras, ni estirar las piernas) y atravesé todos los pueblos de Labordeta con el sol más verde del verano. Hubo un momento en el que leí un cartel que ponía "Andorra" y pensé que iba a terminar en Pyrineés comprando azúcar y queso de bola. Así que me detuve en una gasolinera vacía y le pregunté a un Michael Landon de la ruta del Bombo y del Tambor. Por las carreteras siempre vaga Michael Landon como en "Autopista hacia el cielo", unas veces tiene acento de Wisconsin, otras es maño, otras manchego, pero le reconoces por las arrugas en la comisura de los labios y porque siempre te trata con dulzura y te lleva hasta tu carretera. Por eso no llevo mapas, ni tontón, ni gepese, porque creo en Michael Landon que ya me sacó una vez de la Mancha y el otro día volvió a cruzarse conmigo antes de Alcañiz, al volver de Zaragoza.
-Qué bien hiciste Michael al dejar la Casa de la Pradera... desde que Laura se lió con Rob Lowe y tu mayor se quedó ciega aquel lugar no era el mismo.
- No, la verdad es que estuve pensando hasta en cambiar la carreta.
- Si estaba un poco pasada de moda, como los tirantes, si me permites la confianza...
- Claro, nos conocemos de la Mancha...
- Los tirantes Michael resultaban anacrónicos.
Y se rie, se le arrugan las comisuras y suspira.
- Conduce con cuidado.
- Adiós Michael, hasta la próxima.
Sonríe y se aleja por el arcén. Yo coloco una cinta en el radiocasette. Este verano alterno a la más grande- Rocío forever- Rufus Wanright y El Niño Gusano, además de mi Costa Brava. Michael se desvanece entre el humo del asfalto. Cierro los ojos y sueño con autovías que me lleven a Honolulu. Cuando los abro, estoy subiendo la calle del Solet y al fondo Magda canta en italiano.

domingo, 26 de julio de 2009

Las cartas bocarriba

Valor sentimental= valor añadido.




- ¿Qué hubieras salvado si vivieras en Nueva Orleans?

-El comienzo de “Paris-Texas”.
Las canciones.
La piel tirante después de un día de playa.
Los besos con salsa de tomate de ese niño.
La mano.
Tu mano.
Los calcetines azules del uniforme del colegio.
Tu primera carta.
La luz de la mañana.
El olor a pino.
El primer sorbo de cerveza a mediodía, con una amiga.
La humedad de las noches de verano.
El silencio que no pesa.
Los viajes en coche.
El acerico de los chinos.
Un tucán que tengo en el recibidor.
El manuscrito de “Yesterday” en el British Museum.
La Gran Vía, a cualquier hora, la Gran Vía.
Una púa de tu guitarra.
La palabra constante.
La mirada perfecta.
Brigitte Bardot al despertar.
Las bolas de cristal que venden en las tiendas de souvenirs.
Rosebud.
Banderas rojas.
Tu camiseta favorita.
El vestido de novia de mi madre.
Mis zapatos de tacón.
Una casa en los Costwolds.
“Tal como éramos” en vhs.
Una botella de Vega Sicilia.
Tres jaulas abiertas.
La mirada báltica de Frida.
“Celia novelista”.
Una máquina de escribir, ni “Corona” ni “Underwood”.
La albahaca.
El pez payaso y la anémona, esa historia de amor.
Un atardecer en la Acrópolis.
El insomnio de luces en NY.
Diez naranjos.
La tortilla de patata.
Tu ensalada favorita.
Los post-its que utilizábamos en la universidad.
Enterradme con la toga puesta (ni de coña, vamos).
Los conjuntos de Euler-Venn.
Las piruletas de corazón.
Las fiestas en los pueblos.
La casita de Mickey Mouse.
Los dedos del conde Draco al contar
Betty Missiego en Eurovisión.
El primer reloj digital.
Tu casio en mi cintura.
Los poemas que escondemos de Benedetti.
Las dos últimas frases de “La Romana”.
Los ascensores con reja.
Las vacunas contra la rubeola.
El escenario verde en el FIB.
La tapicería de las butacas de los teatros.
La baraja española.
La bicicleta de cuatro ruedas.
Miguel Bosé cantando “Nena”: ese look chachachá.
El primer cubalibre.
Con un sorbito de champán.
Bogart en Casablanca.
Bogart en “El sueño eterno”.
Bogart en “La Reina de África”.
Pero siempre Gregory Peck.
El rojo de la salsa agridulce, zumo de piruleta.
Los sellos.
Los estancos.
Las adidas.
Los danones.
Berlín en invierno.
Japón en los sueños.
Formentera en Navidad.
El capítulo trece de “Heidi”.
La ingenuidad de “Cristal”.
La siesta.
Los suplementos de los periódicos.
La manteca colorá.
Los viajes a Andorra.
La República Independiente de Ikea.
Los autos de choque.
El vaquilla.
Azahar.
La mona de Pascua.
La isla de Pascua.
El verano en los Hamptons.
El documental sobre la narcolepsia.
El hombre y la tierra.
Justine, de Durrell.
Justine, de Sade.
Justine, de nadie.
Una gata sin collar ni etiquetas.
La cena que me has preparado.
Las sábanas.
Los bichos de bola.
Zahara de los Atunes.
El capazo de la playa.
Los pendientes de aro.
El ojo azul de Bowie.
La vespa primavera.
Los boquerones en vinagre.
La ribera del Ebro.
El tocadiscos.
La tinta roja.
Las cartas bocarriba.


En realidad, de todo esto, lo verdaderamente importante son los nombres propios que hay detrás. Las cosas son solo un reflejo de todo lo bueno que encontramos. Por eso lo de menos es que se pierdan o destruyan, lo que queda es lo que se recuerda después, lo que no se acaba.

viernes, 24 de julio de 2009

Ante la verja



"La masía se ha salvado. Los pinos no. Ánimo.Un beso!"
esemese recibido a la 1.44, Antonio.

"Anoche soñé que regresaba a Manderley,
me encontraba ante la verja
pero no podía entrar porque el camino
estaba cerrado
entonces,
[como todos los que sueñan]
me sentí poseída por
un poder sobrenatural
y atravesé como un espíritu la barrera
que se alzaba ante mí."

"Rebeca", Joan Fontaine. Extracto- con recortes y disculpas- del poemario de A.Fernández Mallo : "Joan Fontaine Odisea".


Amanece y aún siguen pasando aviones. Ayer cuando me acoste olía a quemado. No era fruto de mi imaginación ni que estuviera sugestionada por las últimas noticias. Es que se quemaba mi infancia. El paisaje de mis fantasías. El humo llegaba hasta mi terraza, impidiéndome dormir. Solo pensaba en mi madre, que pasó allí todos los veranos, que se aprovisionaba de libros de poesía y de novelones para pasar las tardes de agosto en la terraza y que anoche veía arder media vida. También imaginaba las lágrimas de mi abuela, por un edificio que tanto quiso y que era un símbolo de todo lo que había logrado su padre- mi bisabuelo- trabajando desde los doce años entre azulejos. Las partidas de la Galera, Abeller, Gaeta y parte de los términos de Onda y Alcora ardían desde primera hora de la tarde.
Ayer los telediarios ya anunciaban la alerta y el riesgo de incendios, pero nunca crees que las noticias te puedan pasar a tí. Sin embargo, sobre las seis me llamaron de casa para advertirme de lo que estaba sucediendo: "Hay un incendio cerca del pantano de MªCristina y puede que se queme la Masía". La voz de mi madre sonaba tranquila, el dolor queda mucho más adentro. Llamé Antonio pensando que él, como bombero del Ayuntamiento de Castellón, tendría más noticias. No pensé en que tal vez podría tener que irse para ayudar. Él está de vacaciones ahora, a él no le toca. Pero mi mejor amigo es comprometido hasta la médula, responsable y valiente entre otras muchas cosas. Hablé con su padre, Antonio ya iba para allí. Quise decirle que no fuera, le mandé ese recado, pero no le llegó o no hizo caso. Me decanto por la segunda opción. Sé cómo vive su trabajo, cómo es su sentido de la responsabilidad y de la ayuda.
Llegaban noticias sueltas a través de internet. Canal nou en el telediario de las nueve ni siquiera daba la información: así es mi comunidad. Ha sido así siempre, por mucha Ciudad de las Artes que ahora nos maquille de cara al extranjero. Entre nosotros nos preguntábamos por Antonio. Nos importaba él más que cualquier otra cosa. Mi madre me pidió que le llamara y que le dijera que se quedara en casa, pero Antonio ya estaba allí, con sus compañeros de su retén. Es su trabajo, más que eso, es su vocación. A las doce hablábamos. Él estaba bien, el incendio casi estaba controlado. Casi. Entonces ya me advirtió : "la montaña del repetidor- justo al lado de mi masía- se ha quemado". Y qué más dá, Toni, lo que me importa es que tú estés bien.
A medianoche sonó el teléfono. Era él de nuevo, estaba en la puerta, junto a la verja, en mitad de los rescoldos y en la oscuridad. No eran buenas noticias. El fuego se había detenido allí, pero se había llevado por delante nuestra casa, aunque no se podía ver el edificio de la pinada solo quedaban los restos. No olvidaré esa llamada, ese gesto en la vida. Por cosas así - me ha regalado tantas- tiene mi amor (mi amor fraternal) sin límites, mi amistad sin vértices, mi confianza absoluta, mi lealtad, mi cariño...Avisé a mi madre. No hubo lágrimas. Mi madre y yo, en determinadas situaciones, lloramos por dentro. Insistía en que Antonio se cuidara.La tranquilicé.
Me fuí a dormir con un sabor agridulce. Entre nanas y el olor a humo. Recordaba todos los juegos de pequeños, con mis primos, cuando aún éramos una familia. Las historias de los maquis, de los veranos que habían pasado mis abuelos allí, de la hija de mi tía María que murió de una picadura de escorpión en las escaleras...del régimen pantagrúelico que mi familia disfrutaba en la posguerra y que a mi padre y a mí nos indignaba- entre risas- cuando mi madre lo describía. Recordé los últimos años de mi abuela, aquella obsesión suya de volver a la masía cada domingo: con bastón, sin lucidez, en silla de ruedas, pero a la masía de su padre.
Nada queda ya de entonces, salvo los azulejos, el eco de nuestras risas infantiles, la sorpresa de Mar y juanito cuando encontraron un búho muerto en el comedor- "y a tí y a mí nos dió pena, justín" me dice Juanito de vez en cuando, con los mismos ojos achinados y lánguidos de mi abuela, antes de que yo me lo coma a besos- los libros que nadie quiso de mi bisabuelo y que él tuvo el cuidado de encuadernar con sus iniciales en el lomo, el cuadro de "El quijote" sobre el que pesa un enigma (¿por qué don quijote y sancho no cabalgan por el camino?) las lágrimas en vasos de agua cuando empezaron las peleas fraticidas, el desencanto cada domingo último en el que nos encontrábamos un mensaje dirigido a hacernos daño entre los objetos más queridos, los platos de Anibal Núñez - director de la Exposición Universal de Sevilla de 1929- regalo de bodas para mi abuela, los cinco duros que nos ofrecían a quien diera la vuelta a la masía al caer la noche...nada, solo los recuerdos y la fuerza de quien la levantó, de mi bisabuelo, una herencia que nadie me podrá arrebatar.
Siguen pasando los aviones. Espero que Antonio esté descansando, ayer fue un día duro, muy duro. Yo subo ahora a la masía con mi padre y mi hermano. Queremos comprobar los daños, ver el alcance de esta - para nosotros- tragedia. Estamos tranquilos. Afortunadamente no hay víctimas, eso es lo más importante. En segundo lugar nos preocupa la gente que ha perdido su casa, porque ardió ayer su columna vertebral. No sé cuántos se encontrarán en esta situación pero me imagino el dolor y la angustia. No sé cómo enviarles un abrazo de ánimo.
Mi madre no quiere venir con nosotros. Anoché soñó que volvía a Mayerling y que de pie, ante su verja, una fuerza sobrenatural le ayudaba a cruzar la barrera que se alzaba frente a nosotros.
Muchas gracias Antonio, a tí-por tanto- y a tus compañeros.

miércoles, 22 de julio de 2009

Saint-Tropez 2.9












"...te prometo que te grabo la cinta
con canciones que pensé para tí
en el dorso voy a escribir:
el día de san valentín.
Y los hay que prefieren la playa
en verano, primavera o abril..."



"San Valentín", Linda Mirada.



En una de las terrazas de la ribera del Ebro cuelgan bombillas de colores. Vista desde lejos Zaragoza parece Berlín, con sus casas derruidas en el Tubo, con las ensaladas de couscous en los restaurantes pequeños. A las ocho y cuarto quedamos en el Bacharach. Un avión atraviesa el cielo en la plaza Paraiso y no se detiene. Los dos avanzamos: el avión y yo. Fuentes. Arcos. Un enigma en la portada de "Algora campeón". Las aceras están llenas de verano. De camino a la ciudad, mientras engullo kilómetros de autovía pienso en mi lista de canciones favoritas de La Costa Brava, y me sale así:
a. De Fran: "El cumpleaños de Ronaldo".
b. De Richi: "Amor bajo cero"
c. De Enrique: "Nadie sabía que estaba muerto"
d. De Dani Garuz: "Mi primera dama"
e. De Sergio: "Mi última mujer"
Elijo solo cinco, no sé por qué: me gustan los números impares, las fichas del dominó, los dedos de la mano. Reviso mi pequeña lista y en todas, esté o no, encuentro huellas de Sergio Algora. Ultimamente encuentro frases suyas por todas partes y me siento invasora de una intimidad que no me pertenece. Con ese pudor, o respeto, o admiración escondida acudo al Bacharach. Yo soy una fan. Una fan que llegó tarde y que se duerme feliz con los cuentos que escribió. Imagina a Fran Fernández hablando con un limonero: la fotografía está llena de luz.
De esa misma luz que impregna el disco de Linda Mirada. No he parado de bailar desde que escuché "San Valentín".Es la banda sonora de este verano. Feliz no catorce de febrero. El corto Maltés baila agarrado con una mujer tan hermosa como la Esmeralda,"una arteria que secciona Corrientes". Corrientes, tres-cuatro- ocho.
Segundo piso, ascensor.
Salto.
Verano.
Saint-Tropez.
Qué hermosa era Brigitte Bardot.

viernes, 17 de julio de 2009

Qué pena que no sea inglesa, inglesa señor.



Plan para un FIB (16 de julio de 2.9):
Jueves, primera noche del FIB. A las nueve y veinte cita con la Bien Querida y después lo que se les tuerza a los hermanos Gallagher. O una escapada para disfrutar con la música que pinche el Goma, que coincide en horario- también es mala suerte- con los Oasis. La compañía ilusionante: Encarni (Al) y Pascual, que venía expresamente de Tobarra (Albacete) para escuchar a los ingleses.
Realidad de un FIB (16.Julio.2.9):
14,30 hrs: la grúa se lleva mi coche (en esto no intervienen los Morán, pero se lo lleva, qué le vamos a hacer) intento coger un taxi que me lleve hasta el depósito municipal y tengo que esperar casi una hora porque desde las diez tele y radio taxi no tienen ningún vehículo disponible. Las chicas de centralita me lo explican: "Han llegado los fibers". Ayyy...es verdad. No me acordaba. Una hora más retenida en la carretera a Benicàssim me lo recuerda.
19'00hrs: calor asfixiante (de esto tampoco tienen la culpa ni los Morán ni la Gran Bretaña, pero es así, hay que ponerse en situación) desfallecida no me atrevo a moverme y llamo a Al para quedar con ella. Sé que probablemente no llegaremos a la Bien Querida, pero me dá lo mismo, ya me la lloro yo a solas cuando escucho su voz en el mp3. Lo importante es llegar al FIB, no perder la noche.
20,30hrs: Me recogen Encarni y Pascual.Yupiiiiiii! Nos vamos. Yo, como las abuelas, he comprado unas cocas por si no nos da tiempo a cenar antes del concierto. En el coche parece que me acaban de poner pilas, no puedo parar de hablar. Temo que Pascual se asuste ante mi locuacidad pero estoy feliz cual perdiz. El FIB es verano. Yújuuuuu
21,30 hrs: Aparcamos. Relativamente fácil lo del sitio.Intentamos cruzar por el puente de la nacional pero no sé que ha pasado que la guardia civil manda a los fibers por el otro camino. Nos unimos a la romería. Ya estamos en little britain.
22,oo hrs: Una bota gigante de Dr.Marteens nos anuncia que hemos llegado a la entrada. De repente observamos una fila infinita de gente que parte desde una caseta donde pone : "entrada+DNI. Acceso" y parece perderse al otro lado de las montañas. Se nos bloquea nuestro sistema operativo. Pregunto a un gafipasti que parece majete si es esta la cola para entrar y me contesta cabreadísimo- yo no entiendo nada- que sí, que me vaya cinco kilómetros más atrás y que me ponga en la fila. Ainnsss...¿por qué me grita a mí? Si yo no le he hecho nada....
22,20: Avanzamos sin intuir ni de lejos el final de la cola. Flores amarillas en el pelo, inglesas púrpuras, hooligans de mano larga , españoles con nevera, pistolas de agua, la verja- recuerdos de Guantánamo- olor a chorizo, manillas de reloj, fotos para el feisbuc, risa nerviosa, no entramos, no entramos...decidimos colarnos en un sitio bastante legal, no fastidiamos mucho a nadie. Sobre nuestras cabezas un cartel dice: "No se detengan.Sigan andando"
22,40: Seguimos en el mismo sitio. "No se detengan.Sigan andando" Unos ingleses levantan la verja metálica y se meten en el pasillo que hay entre la muchedumbre y el recinto, se quedan como en Ceuta apunta Encarni, "en tierra de nadie". Yo me planteo tres finales:
a. Happy end: Cruzan al otro lado y sin pulsera, ni cola ni Morán que les valga pasan los cuatro días dentro del recinto por el morro. Bravo por ellos.
b. Versión española: Cruzan al otro lado pero como no calibran dónde queda la valla aparecen con los pies en un depósito de chorizos y baguettes.Se aprovisionan de comida, descubren un almacén de cervezas y viven un fin de semana tan cañí que piensan en no regresar a Liverpool jamás.
c. Versión USA, pre-Obama: No pueden cruzar al otro lado. Los Morán los descubren a través de una cámara de video y como castigo los tienen presos cuatro días en la pasarela-jaula. Después les obligan a limpiar el suelo del recinto. Pagan su osadía con el sudor de su frente.
No se oyen gritos ni llamadas pidiendo ayuda.Supongo que triunfa la cara A del disco.
22,45 hrs: Al decide intervenir y se escapa. Avanza, avanza, avanza y cuando descubre a un grupo de ingleses con las venas rebosantes de espuma de barril se detiene. Nos llama. Estamos a unos metros de la puerta. Un grupo de españoles tamaño vasco, acodados en la verja denunciando sus años de cañita y banderillas se acomoda a nuestro lado: comienza la solidaridad española, ellos se ponen delante y abren paso, nosotros seguimos a los del equipo granate, los vascos imaginarios.
22, 50 hrs: Dos inglesas engasadas de salmón y amarillo perlado se tiran contra el asfalto. La primera enseña el culo níveo sin reparo y con tanga azul.La segunda mueve las rodillas como una cucaracha.Se pliegan, doblan y convierten en lámina de dibujo para pasar al otro lado. Ante sus superpoderes se nos descuelga la mandíbula.Buaaaaaaaaaaa! Qué flipe.
22, 55 hrs: Cruzamos la primera puerta.Estamos dentro del laberinto, que se estrecha por minutos. Grupos de Brighton entonan canciones de Bonjovi. Los españoles preguntamos si al final deberemos caminar descalzos sobre brasas ardiendo para ver a los hermanos Gallagher (Balaguer, para los de aquí, como dice Geles, los hermanos Balaguer). Solo puede quedar uno.
22, 58 hrs: Nos ponen la pulsera. Rosa chicle. Nuetras venas dilatadas se quejan.
23, 00 hrs: Corremos hacia la luz. Pasamos el arco de seguridad.
23,05 hrs: Por fin deeentroooooooooooooooooooooooooo!!!!! Corremos, saltamos por el césped, tropezamos, bajamos y vemos q el concierto ya ha empezado.
23, 10 hrs: Llegamos al escenario verde.
23, 20: imposible. ¿Liam y Noel afónicos?????
00, 30 : Don't look back in anger, I heard you say...
Qué pena que no sea inglesa, señor. Hasta el año que viene.

martes, 14 de julio de 2009

El veraneo: Daily Peñíscola




"Si pudiera elegir




sería el hombre más lento del mundo.



Ya tengo listo un traje nuevo para mi corazón.



Pondré mi mente al sol,



pondré mi mente al sol ..."



"Pondré mi mente al sol", El Niño Gusano 1996.






Toda una vida criticando a mi madre por esa obsesión suya de meter toda la casa en el coche y arrastrarnos diez kilómetros más allá (canario y plantas incluidos) para veranear en la playa y ahora yo caigo en lo mismo. Canario no tengo, pero estoy pensando en comprarme uno : que sea verde y cante pop. Le llamaré Bowie y si mi compañero de casa me deja, lo sacaré cada mañana al balcón. O a la terraza y tararearé "Absolute Beginners" -"Starman" o "Heroes" me cuesta más- para que se la aprenda. Bowie y yo, poniendo nuestra mente al sol.


El sábado comenzó mi operación traslado a Peñíscola. Hasta ese día se puede decir que había estado "picoteando": yendo a ratillos, observando a los vecinos, buscando la ruta más corta para llegar a casa, cronometrando cuántos minutos me separan de Benicàssim y de Castellón... pero el viernes decidí que debía dar ya el salto. Lo cierto es que cada movimiento, por pequeño y agradable que sea, a mí me da vértigo. Luego se me pasa, me olvido, disfruto y me vuelve a dar vértigo regresar a la rutina, pero debe ser que mi naturaleza tiende a estar disecada, porque en general me cuesta mucho arrancar. Así que el viernes pasé por las rebajas de Zara Home y de Casa y cogí cuatro cosas que me hicieran sentir cómoda en la casita.la motivación a través del consumismo compulsivo. Encontré algunos chollos que pensé, le darían un aire de "hogar". No os imaginéis que me he llevado el torito, la folclórica y el mantelito de ganchillo. Todo era muy azul, muy mediterráneo... y útil. No he despilfarrado mis ahorros, solo he comparado objetos que sean reciclables, para que cuando se acaben las vacaciones pueda quedarme algo del verano cerca. Mientras hacía cola en la última caja me dí cuenta de que había vuelto a repetir un gesto de mi madre: el de habitar los espacios prestados. Mi madre siempre ha tratado de convertir en un satélite de nuestra casa cualquier rincón al que nos desplazáramos: si viajábamos a una ciudad y nos quedábamos en un hotel equis días nos compraba flores y nos organizaba el armario como si no hubiéramos salido de nuestro pasillo de Castellón, lo más abrigado a la izquierda, lo más ligero a la derecha; si nos hemos ido de crucero (experiencia que a mí me marcó, por surrealista, pero q repetiría con ellos y con un cargamento de optalidón) se guardaba la fruta del postre y nos colocaba un pequeño bodegón al lado del ojo de buey. Toda la vida me he reído y burlado de esa costumbre de mi madre y ahora yo compro un marco de fotos de saldo y coloco a mis amigos en las esquinas de la casa. Freudiano. Aunque las dos lo neguemos en muchas cosas somos un calco, un enunciado teórico de las leyes genéticas. O de nature +culture.



Así que a la mañana siguiente, tras marujear por mi casa me despedí de Frida y de Justine que no se separaban de las bolsas de mi equipaje. Frida abría los ojos hasta llegar al polo Norte (en la mirada de Frida si te asomas se puede ver un glaciar derretido) y Justine movía la cabeza, como si negara la evidencia: "No es posible que me te vayas dejándonos solas. No. ¿Tú también, eva?" parecía decirme. Les expliqué que volvía en veinticuatro horas, que el cambio de residencia es meramente accidental- soy una veraneante accidental- y que quería someterlas al suplicio de acompañarme para que no se asustaran con el transportín, el nuevo territorio y los millones de tejados por los que se perderían en el pueblo. No resulté nada convincente, así que cerré la puerta antes de montar una escena abrazándome a ellas llorando, como Meryl Streep al despedirse de su hijo y de la habitación pintada con nubes en "Kramer contra Kramer". En el ascensor aún escuchaba los maullidos de Justine. Cerré los ojos e intenté cantarme por dentro.



De camino hacia la sierra de Irta- y con el maletero hasta los topes: ¿he cogido el sombrero?yo que nunca llevo sombreros;¿he cogido la lejía, el fairy, las latas de cerveza y cocacola? como si en Peñíscola no hubiera supermercados; ¿he ..?- escuché una cinta monográfica de mis canciones de "El niño gusano". Me detuve en algunas para elegir mi verso favorito de Sergio Algora, pero no sé ni supe quedarme con uno solo.Se solapaban frases con los besos redondos, que ruedan y ruedan de la Costa Brava y fragmentos deshilvanados de casi todos sus cuentos. Me ha resultado imposible elegir uno por encima de los demás, lo siento por la iniciativa de "tipos infames" - en el blog de Francisco Nixon aparecen todas las explicaciones- pero no he podido participar por indecisa. Aún así dudé mucho con "Pondré mi mente al sol", tanto que la repetí cuatro o cinco veces- rewind, play, rewind, play, rewind...- y mientras bramaba la letra como si fuera un himno me dí cuenta de que había empezado el verano. Un verano extraño en el que descubrí un nuevo fragmento de la población : el de la gente que hay en los arcenes de la autopista. Un goteo contínuo de grupos crepusculares: familias enteras detenidas en torno a un melón, mientras un chaleco amarillo camina hacia el puesto de aviso.s más cercano;furgonetas que regresarán de Marruecos, digo yo, por las cabezas cubiertas de ellas y la baca hasta los topes;abuelos sentados en sillas plegables; mujeres solitarias que se apoyan en el .......como si fuera un balcón. Parece que haya un tercer carril, situado más a la derecha, en el que la vida se haya detenido, donde no hay hipotecas y caben más de tres mil viviendas. Una ciudad lineal flanqueada por la velocidad de los coches que adelantamos, frenamos cuando avistamos signos de radar y volvemos a aumentar en las rectas prolongadas. Todo se detiene en el arcén: es la no-autopista. La rebelión contra el sentido de este tipo de vías. Pronto comenzarán a verse pequeñas tiendas, supermercados. Habitamos las grietas del sistema.Veranearemos aquí, entre Torreblanca y Alcocebre.


Aparqué en el puerto, frente a La Golondrina. Anunciaban viajes alrededor del castillo- visita del Bufador, escaleras del Papa Luna...- con banderines de colores colgados en la cubierta del barco. La Golondrina es una fiesta, me repetí yo, Paris ya no. Apenas había turistas, por lo que surgió la duda necesaria: quién hará los viajes, cuántas vueltas a la roca harán diariamente...Cada vez que iba al coche a por bolsas encontraba a la Golondrina en su sitio. Debía de ser un eterno desembarco. Imaginé que descendían por la plataforma el Corto Maltés y sra. con una maleta, que nosotros estábamos en el puerto esperándoles para recibirlos como si llegaran a Stromboli. No sé por qué relacioné esa imagen con un trozo de "Caro diario" de Moretti. Pero continué con mi traslado y dejé atrás la voz en off de auto de choque, cargada como los burros de Santorini, convirtiendo mis caderas en alforjas y sufriendo por el fantasma de Josep Plá. En los callejones del castillo apenas había gente: parecía un lugar distinto al que nos recibe de cara a la noche, que es una plaza alargada, convertida en un laberinto de verbenas. Durante el día los peñiscolanos sacan la silla de enea, la báscula romana (dos tinajas, un cordel, el precio anotado sobre un cartón) y los tomates o las patatas de su huerta. Esta es una costumbre de aquí, así cada dos o tres puertas te tropiezas con una abuelita de Heidi, sentada con las piernas en alto y con el delantal donde guarda el pañuelo al lado de los tomates. No atiende ella, porque apenas puede moverse, pero si le preguntas sale de detrás de la cortina (algunas son preciosas, basta con tener una red de pescador tupida para arreglar la entrada a la casa y protegerte de las moscas) una hija, nuera o sobrina, quién sabe, que es la que regenta el negocio. Los tomates parecen sacados de la última aventura de "Los cinco".


...........Interrumpimos la emisión porque he vuelto a Peñíscola cargada de trastos y ya busco en el armario ropa para un FIB feliz.No he podido cumplir mi propósito de escribir cada día un post desde allí, con las novedades y descubrimientos en mi vida de veraneante, pero volveré a intentarlo. Os cuento pronto.

............En la foto : panorámica de la terraza.




jueves, 9 de julio de 2009

Hamburguesas y fuegos artificiales




Otra mañana que amanece nublada. Los días así en verano son un regalo, al menos para mí, que soy de las de tensión baja y acostumbro a ir deshinchándome de esquina en esquina. Si además trabajo no son solo un regalo: son el coche o el apartamento en Torrevieja del escaparate de premios en el "Un, dos Tres". Si encima cobro el día adquiere tintes de milagro o de cámara oculta. Con esta crisis no hay manera de imaginar un futuro.Tenemos que estar todo el día mirando el monedero, contando los movimientos en la cuenta y atándonos las manos para no tirar de tarjeta. Nunca se sabe lo que te vas a encontrar mañana: las facturas siguen llegando y el flujo de dinero se ralentiza. Yo hay días que me veo como Charles Chaplin en "El chico", incapaz de generar otros recursos me pongo a buscar el sabor a ternera o a buey de los cordones de los zapatos.
Pese a todo yo tengo suerte. Debería celebrar mi situación todos los días dando mil quinientas vueltas al bastón con la mano derecha y una cantidad similar con la izquierda. Las cosas no van bien, pero van. Podría ser mucho peor. No me quejo, solo observo y existo.
Me pierdo en el calendario. Los días se dividen en: vacaciones /no vacaciones. No he introducido la tercera variante- un día menos para las vacaciones- porque me voy a desinflar aún más. También porque me pierdo en el calendario.
Solo sigo con orden los textos que va colgando Agustín FM en su blog. Los textos de NY, cada tarde. La creatividad de este hombre-nocilla me supera.Escucho en algunos foros que entre escritores ya no tiene la misma consideración y veo el tinte verde- ¿por qué verde?¿por qué no amarillo bílico?-de la envidia. Al postpoético de FM le saltan las ideas entre los dedos de los pies. Yo estoy por arrodillarme ante su foto a ver si se trasladan, como piojos, a mi cabeza unas cuantas. El proceso de escritura y destrucción en el East Village me produce hambre. Cuando termino el post me comería dos bigmacs de golpe. Se pega tales festines entre párrafo y párrafo que empiezo a creer que no es él el de las fotos, sino un figurante. Un muppet que el hombre D. E.P (dream-experience- project: yo quiero conocer a un hombre así, con esos tres ingredientes básicos) ha fabricado en su laboratorio de Palma de Mallorca. Por eso no se va a vivir a Madrid ni a Barcelona y persiste en residir en la isla. En su laboratorio cercano a Deià acuesta cada noche a su muppet delgaducho: le quita el polvo de las gafas, le cambia la camiseta de Sr.Chinarro y le busca una chapa distinta de la Costa Brava. El muppet es tan delgado que de perfil parece una creación de Apple. Quizás llegara a oídos de Bill Gates y Steve Jobs alguna noticia sobre el talento de este chico y ellos, sabuesos con doble pituitaria frente al éxito, contactaran con él para perfeccionar su androide. ¿Alguien ha visto al escritor en la playa? Tal vez oculte una manzana grabada en mitad del muslo.
(la teoría del muppet es fruto de mi envidia: cómo escribe este hombre: a veces pienso que es tan lúcido y tan brillante que solo puede ser una creación de Apple)
Seguro que mientras el androide- muppet atiende a los bolos, el auténtico AFM está en una esquina del Village zampándose unos huevos benedictine, una doble burger con queso y unos noodles. (Me chiflan los noodles). La madre de Gilbert Grape a su lado es Kate Moss.
Hablando de androides: un alto. Ayer me leí "Las cosas que no nos dijimos" de Marc Levy. Inducida por una entrevista suya que apareció en un suplemento de algún periódico caí en la trampa. No hice caso de mi intuición: el título me recordaba taaaaaaanto a la película de Coixet ("Cosas que nunca te dije") que me echaba para atrás. La portada y la edición anunciaba bestseller del chungo. Pero la persona que le hizo la entrevista en el suplemento sintió afecto por él o empatía y consiguió reinventar lo que ya estaba inventado desde el principio de la serie Harlequinn y darle un poco de interés. Confieso que yo soy carne de secta y lectora de grandes superficies, pero en la página tres ya estaba ahogándome entre nubes de tópicos: una treintañera estupenda con miedo a crecer, un amigo gay que tiene una tienda de arte, una ciudad de NY calcada de la guía Peugeot, un amor imposible-berlinés, fotógrafo de guerra y con el físico de aquel exnovio checo de Penélope Cruz- un padre clónico de Steve Martin en "El padre de la novia" y frases enteras de Isabel Coixet, por la que el autor, el tal Marc Levy, siente mucha admiración (y agradecimiento digo yo, después del expolio de propiedad intelectual)según confesaba al mismo suplemento. No he sufrido tanto desde que caí en un libro de Jorge Bucay. Normalmente solo hablo de los libros q me interesan o q me gustan. Ayer estuve a punto de escribir una carta al director del dominical ese para que me devolviera los veinte euricos que me había robado Marc Levy. Desde su apartamento en el Village, Marc Levy les ha estafado. devolvemos la conexión.
Así es el verano, una linea azul llena de altibajos donde muchos colgamos demasiadas expectativas. Yo intento, a medida que me hago mayor, alejarme de todos esos tópicos, pero me cuesta. Las canciones hacen mucho.Las películas también. Incluso las conversaciones con los amigos: qué pocos confiesan aburrirse en verano. Qué mal suena admitir que para tí no es una época especialmente feliz. Ni desgraciada. Nadie sufre en verano y si te quejas de la falta de emoción parece que seas un desagradecido.
En fin...sigue sin llegar esa lluvia y esa bajada de temperaturas con la que nos animaban a enfrentar el bochorno la semana pasada. Mientras yo hago zapping en casa la vida está llena de acontecimientos en otros lugares: en Nueva York- colonia de escritores- o en Berlín- refugio de artistas- las ideas se reparten como periódicos gratuitos por las esquinas.
Qué ganas de un auténtico gin-tonic.
Siempre nos quedará el Bacharach.

Un destino

Recibí un mail que decía: "la vida es más fácil si escuchas a Burt Bacharach". Le hice caso.Quien escribía sabe de música y de la vida. Ahora siempre llevo en el coche alguna canción de Burt Bacharach, por si acaso el futuro está esperándome en la próxima rotonda.

martes, 7 de julio de 2009

Blogspot D.F



Ultimamente paseo mucho por los blogs q tengo cerca del mío. A ratos me aburre el feísbuc- al que me reconozco enganchada- y vuelvo al principio, al lugar en que nos conocimos. Y me encuentro la mayoría de los rincones abandonados, como mascotas en mitad de la carretera o ciudades en vacaciones. Debe de ser eso, el cansancio. O el calor.O el hastío. Parece que ha pasado la fiebre del blog y que ya nos lo hemos dicho todo. Tenía que llegar, supongo. Al principio era tremendamente novedoso y emocionante leer a un desconocido que se desnudaba- hasta cierto punto- delante de tí y con el que te identificabas. Era un lujo poder contestarle y hacerte un habitual de sus tertulias, o de sus dolores de cabeza. Se hacían grupos, pandillas de placeta y bolsa de pipas. Ahora la ciudad está muerta y mucho de esos desconocidos- y ya amigos- han dejado el blog. Pasas por delante de sus páginas todos los días y encuentras una entrada de noviembre de 2007. Se te saltan las lágrimas. Es como ver la fachada de una casa en derribo: señalas los lugares y las habitaciones donde has compartido momentos de felicidad y solo te queda la pintura de las paredes, como recuerdo: Nínive was here. Hablas con tus amigos de aquellos tiempos de Manga ranglan, Nadadora, el primer Je ne sais pop...y de los últimos de otros. Estamos cambiando el paisaje, te dices, nos cambia todos los días.
Todos los días pienso en colgar el cartel, dejar el blog. Mi amigo Giorgio me lo aconseja en todas las visitas a Madrid. Yo aún no le hago caso. Este tipo de escritura me gusta, aunque no sirva para nada, aunque esté llena de errores, aunque a muchos les parezca exhibicionista. Pero reconozco que llegará un día en que yo también me veré en la encrucijada de dejar el pueblo para irme a la ciudad, donde se vive más rápido. Sobre la Jaula de Dú caerá una lluvia amarilla y entonces tendré dos opciones: o morir aquí, escuchando cómo se acercan las expediciones de turistas y hablando con los gatos que se esconden entre los escombros, o trasladarme a otro espacio en el que las frases sean más cortas, los posts más breves, las confesiones intrascendentes.
No sé lo qué haré. De momento echo de menos las charlas de silla de enea en el quicio de la puerta, las de banco y bolsa de pipas en la plaza. Blogspot es una ciudad amarilla.

lunes, 6 de julio de 2009

Playa Berlín



"Sólo yo sé cuándo sobrevivimos."

Elena Medel, "Mi primer bikini"
Hay una playa subterránea en Berlín.
Una costa accidentada de raíles y puentes, de parques donde los ángeles se tumban en hamacas y lanzan piedras al agua. No puedes recorrerla entera, pues tiene más de mil calas escondidas y su ubicación varía según el destino de los vagones de metro. El color del agua es vainilla los días de calma, cobalto los miércoles, jueves y viernes. Muchos opinan que tiene la textura del mediterráneo, porque vas caminando entre las olas hasta meterte en sus cuevas submarinas, donde juegan los osos entre arrecifes de sacos de munición; otros creen que en su origen fue océano, y que oceano morirá si no dictan otras cosas las banderas de los socorristas. Algo de razón tienen, te lo digo por su fuerza, ya que a menudo sucede que en los días de tristeza la corriente te lleva hacia la línea del horizonte- donde se tumba el rayo verde- porque estabas en un mal sitio. Allí el mar te mece, te naufraga, te hunde y al cabo de un tiempo, sin algas en el bañador, ni erizos pegados en las orejas, con mucha suavidad te devuelve a la playa. Predomina en sus decisiones- tanto en la elección del náufrago como en la de su destino- la prudencia, así que suele dejarte en buen puerto. Tal vez no sea el mismo del que partiste, pero es el que te espera.
No hay un lugar mejor para llegar que aquel en el que el farero ha visto tu foto.
Así nadie te hace preguntas.
Sobre eso precisamente debo adverirte una cosa: Nunca preguntes dónde está playa Berlín, porquela respuesta es obvia, como te estoy contando. Debajo de Berlín. No necesitas más señas, además los habitantes de la ciudad- no solo los allí empadronados, incluso también muchos autobuses de turistas- están aburridos de escuchar esa cantinela ( "¿por dónde se va a la playa?") cuando llega el buen tiempo. Se lo han preguntado cientos de veces: en documentales, en comidas de negocios, en bicicleta, en los juzgados, en las paradas de autobús, en la cama, en los balcones, en tres tipos diferentes de extranjero (situados como los anillos de saturno, en una brevísima y concéntrica circunferencia: extranjero uno-donde aún se puede beber cerveza-, extranjero2- donde se doblan las películas y no se subtitulan- extranjeroalotroladodelafrontera-donde resucitan los vikingos) y ya hartos, decidieron por referéndum ( ratificado por la canciller Merkel en el Checkpoint Charlie) decir que nadie es profeta en su tierra, que los berlineses no saben de mapas. Así que no esperes que te dejen en la puerta.
Yo también voy por allí, pero tampoco me preguntes dónde está la playa. Ni trates de confundirme interrogándome por el verano, que tengo que convocar elecciones generales para darte una respuesta : marcar el comienzo exige la disolución de mis cortes - cámara alta, lóbulos de las orejas; cámara baja, dedos de los pies- que andan resolviendo placeres con lentitud y retraso. Ahora precisamente me están sobreviviendo.
Cuando acabemos con la activación y la supervivencia estrenaremos el verano.
Por ley orgánica.
Pero ahora que bebo agua con gas- rodaja de limón, pelín de hielo- y sin querer floto suelo despertarme en Mitte con mi maleta de rayas. Llego a mi apartamento con chanclas. Mi equipaje no pesa, pues solo llevo el bikini, dos libros (uno de poesía, otro de pegatinas) y papeles de colores para practicar el origami y resucitar el arca de Noé: subiremos tres pajaritas, dos ranas, un cocodrilo y el tucán del recibidor. Porque cualquier día en la playa de Berlín nos sobreviene el diluvio y yo a los ángeles no voy a pedirles nada, que están de vacaciones y juegan con Colombo al guiñote. Lo que pasa es que siempre pierden, aquí pese a las guerras y al frío, ellos no consiguieron aprenderse las trampas. Así que desplegaré mi barco de papel ( tres mil periódicos hoja por hoja extendidas de eslora) y montaremos un concierto en la cubierta principal. Habrán "Copas de yate" y músicos del Juan Sebastián Elcano. Préparate las zapatillas.
Este va a ser un verano perfecto: está empezando a llover sobre los jardines de Tiergarten.
Corre, que ya casi han llegado las vacaciones.

Producciones Towearin

No he podido viajar este año a mi isla, pero hoy Antonio me la ha traído con el primer video que ha editado y subido a youtube.
Bajad las persianas de la oficina, encended el ventilador para que sople flojito, cerrad los ojos y dadle al play.Cuando escuchéis la musica es que habéis llegado a la Savina.Disfrutad del viaje. Es una delicia.

jueves, 2 de julio de 2009

Los ingredientes del gazpacho



Mis plantas no me hablan. No sé porqué. Han caído las siete plagas de Israel sobre mi terraza- la sed, la cochinilla, el pulgón, las quejas de mi vecina porque Frida y Justine saltan la barandilla que nos separa y se cuelan en su dormitorio, el viento del Sahara, mi poda sin manostijeras yla mala hierba que nunca muere porque salta de maceta en maceta- y ninguna se ha quejado. Han preferido sufrir calladas, no sé si es que aspiran a un futuro ciprés martir o es que con su silencio me dejan post -its en los cristales de las ventanas.
Yo ahora rindo un pequeño homenaje todas las noches a Carmen Maura y para curar lo que queda del desamor y sacudirme las borlas de autocompasión me pongo a remakearla en "Mujeres al borde de un ataque de nervios". Hace años que perdí- me libré- del traje de chaqueta rojo, pero conservo el resto del atrezzo: una bata china, un teléfono rojo, un litro de gazpacho y la voz de Mina que se resquebraja en el ipod. Así que al atardecer desconecto los teléfonos y me pongo a lo que Almodóvar quiera, eso sí, con una salvedad: no pienso prenderle fuego a mi cama. No ha llegado mi tragedia a esos límites. La cama se queda como está, para eso es mi balsa en todos mis naufragios.
Me pongo en el papel de mi admirada Carmen Maura y se me tuerce la sonrisa porque no me aguanta la pena ni cinco minutos.Echo mano de recuerdos rotos. De silencios, ausencias, subastas de abrazos y sigue el gesto de no acabar de creérmelo. "No estoy tan mal- me digo- si estuviera deshecha lloraría como un cacuy." Hay mañanas en que me despierto así: inundada de tristeza, con el colchón hundido como el Titanic. Delante del espejo trato de ser el Joker y me pinto los labios de fresa dulzón. Sobrevivo a latas de cocacolazero.
Hasta que llegan las cartas.Ultimamente nado entre correspondencias inesperadas, que me tienen con el boli azul en busca de la falsilla de mi vida, en la que los espacios del interlineado no sean ni demasiado grandes ni demasiado estrechos. A mediodía corro al buzón y primero doy vueltas en círculo frente a él, lo olfateo como los perros y apoyo las manos en la rendija. Casi siempre hay suerte y además de las comunicaciones bancarias aparece un sobre manuscrito con mi nombre en color. Lleno el portal de bombillas para celebrarlo y no abro la carta hasta llegar al sofá, a la cocina, al sillón.
Caen gotas de agua sobre la rutina.Postales de cine. Paisajes que no he descubierto. Ríos que suben y bajan. Canciones que anoto para escuchar. Escenas de otros tiempos. El diapasón del verano se acelera. Subo a la terraza: ha empezado a llover.Mis plantas están de musical con Apenino. Lunares rojos y naranjas.

miércoles, 1 de julio de 2009

Vagones, electricidad, cartas y el columpio

Breve ensayo sobre lo difícil y lo fácil.
Borrador de un clásico de Álvaro Fernández- Armero, "Todo es mentira".
Escucho "Something changed".