(McAlister, Oklahoma, 1914- Minneapolis, EE.UU., 1972)
El poema de la pelota
¿Qué es el niño ahora, que ha perdido su pelota,
¿Qué, qué va a hacer? La vi irse
Alegremente rebotando, calle abajo, y después
Alegremente por – ¡allí está en el agua!
De nada sirve decir “Oh, hay otras pelotas”:
Un último estremecimiento de pena fija al niño
Mientras se sostiene rígido, tembloroso, contemplando
Todos sus días de juventud en el puerto donde
Fue su pelota. Yo no lo molestaría,
Una moneda, otra pelota, no tiene valor. Ahora
Él siente la primera responsabilidad
En un mundo de posesiones. La gente se llevará pelotas,
Las pelotas se perderán siempre, pequeño niño,
Y nadie compra una pelota de vuelta. El dinero es externo.
Él está aprendiendo, bien detrás de sus ojos desesperados,
La epistemología de la pérdida, cómo estar de pie
Sabiendo lo que todo hombre debe un día saber
Y la mayoría sabe muchos días, cómo estar de pie
Y gradualmente la luz regresa a la calle
Suena un silbato, la pelota está fuera de vista,
Pronto una parte de mí explorará el profundo y oscuro
Fondo del puerto… Estoy en todas partes,
Sufro y me muevo, mi mente y mi corazón se mueven
Con todo eso que me mueve, bajo el agua
O silbando, no soy un niño pequeño.
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36
Mantén tus ojos abiertos cuando beses: hazlo, cuando
Beses. El resto del tonto tiempo, ciérralos para;
No dormir, te imploro (querida) sígueme
En la oscuridad, como lo hice contigo de nuevo
En seguida nos separamos… solo yo tanto entonces
Como cuando tus dedos caen, dejemos que haya dos
Nada más, “en ese reino del sueño”: quiero que
Solo en mí reconozcas tu ciudadano.
¿Antes quién quiso ojos, hacer el amor, así?
Yo quiero ahora. De todos modos estamos motivados y ocultos,
Qué estado sostenemos que todos los otros estados condenan,
Nos vemos a nosotros mismos, miramos el brillo solemne
De tribunales vacíos donde nos besamos… ¡Abiertamente!
Lo haces, lo haces, y yo los observo.
Traducciones: Yanina Audisio
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Dream Song 14
La vida, amigos, es aburrida. No deberíamos decirlo.
Al fin y al cabo, el cielo destella, el inmenso mar suspira,
nosotros mismos destellamos y suspiramos,
y además, como me decía mi madre cuando era niño
(reiteradamente): “Confesar que estás aburrido
significa que no tienes
Recursos Internos.” He llegado a la conclusión de que no tengo
recursos internos, porque estoy profundamente aburrido.
La gente me aburre,
la literatura me aburre, en especial la gran literatura,
Henry me aburre, con sus conflictos & quejas
tan malos como Aquiles,
que ama a la gente y el arte audaz, lo cual me aburre.
Y las colinas tranquilas & la ginebra, parecen un fastidio
y de algún modo un perro
que se ha llevado a sí mismo & su cola muy lejos
hacia las montañas o el mar o el cielo, dejando
atrás: a mí, el bufón.
Versión de Jonio González