BEATRIZ VALLEJOS
(Santa Fe, Argentina, 1922-2007)
Bajo la copa de todo amanecer
Cedía el aire su pequeño paso,
los tréboles el malva
y una flor otra flor.
Las torcacitas
Caminaban de a dos.
***
Antes del poema
en cada rama
antes
antes
Sólo allí quiso ser
***
Revés del cielo
bogan
ropitas de los sueños
retablillo de Él.
***
Fácilmente demostrable
El vivir
es eso que sabes
mejor que yo.
Qué les diera a las palabras
batir poemas, ilusorios afiches,
superestructuras de la sangre
que late, late, late, late?
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domingo, 24 de agosto de 2014
jueves, 5 de mayo de 2011
Su pelo era, en griego, blanco como la nieve
Algo más de BEATRIZ VALLEJOS
(Santa Fe, Argentina, 1922-2007)
Undante U
soplo de arena al trasluz
que la palomita asistiera
nimbara ella la fronda
silencios que la evocan
ecos en la llovizna
irídeas mecidas peinadas
hierbas.
***
MARÍA UN CORDERITO TENÍA
–“María un corderito tenía,
su pelo era blanco como la nieve”
–En portugués “María un corderito tenía”,
–En el dulce dialecto de Flandes,
“su pelo era blanco como la nieve”
–Maschenka
–Un corderito tenía,
–“Su pelo era blanco como la nieve”
–María en hebreo un corderito tenía.
–Su pelo era, en griego, blanco como la nieve.
–María un corderito tenía
en el idioma de las gárgaras del rocío
–En el idioma del pan
–(¿es que hay un idioma del pan?)
–Su pelo era blanco como la nieve
–En inglés. ¿Quién un corderito tenía?
–María un corderito tenía en inglés.
–Tenía María un corderito, en el idioma
del ébano y de los tambores
–y también maravilla su pelo era
blanco como la nieve.
–Lo volveremos a cantar todos los días:
–El corderito era blanco como la nieve
y María una niña
en el idioma de las gárgaras del rocío,
en el idioma del corderito blanco como la nieve.
***
Por encima del silencio
Orillas del Salado
Santa Fe
Camalotes patéticos
por encima de latas
por encima de vidrios
por encima del silencio.
Quién sabe la piedad
la impiedad.
Quién sabe la vergüenza la exquisitez.
El paisaje sobre ruedas, quién sabe.
Casualmente de otros esotéricos
símbolos quién sabe, arrojados:
podridas gomas, podridas hojas.
Esa zapatilla en el barro
perdió su pie, quién sabe.
La poesía es una llama perenne.
(Santa Fe, Argentina, 1922-2007)
Undante U
soplo de arena al trasluz
que la palomita asistiera
nimbara ella la fronda
silencios que la evocan
ecos en la llovizna
irídeas mecidas peinadas
hierbas.
***
MARÍA UN CORDERITO TENÍA
–“María un corderito tenía,
su pelo era blanco como la nieve”
–En portugués “María un corderito tenía”,
–En el dulce dialecto de Flandes,
“su pelo era blanco como la nieve”
–Maschenka
–Un corderito tenía,
–“Su pelo era blanco como la nieve”
–María en hebreo un corderito tenía.
–Su pelo era, en griego, blanco como la nieve.
–María un corderito tenía
en el idioma de las gárgaras del rocío
–En el idioma del pan
–(¿es que hay un idioma del pan?)
–Su pelo era blanco como la nieve
–En inglés. ¿Quién un corderito tenía?
–María un corderito tenía en inglés.
–Tenía María un corderito, en el idioma
del ébano y de los tambores
–y también maravilla su pelo era
blanco como la nieve.
–Lo volveremos a cantar todos los días:
–El corderito era blanco como la nieve
y María una niña
en el idioma de las gárgaras del rocío,
en el idioma del corderito blanco como la nieve.
***
Por encima del silencio
Orillas del Salado
Santa Fe
Camalotes patéticos
por encima de latas
por encima de vidrios
por encima del silencio.
Quién sabe la piedad
la impiedad.
Quién sabe la vergüenza la exquisitez.
El paisaje sobre ruedas, quién sabe.
Casualmente de otros esotéricos
símbolos quién sabe, arrojados:
podridas gomas, podridas hojas.
Esa zapatilla en el barro
perdió su pie, quién sabe.
La poesía es una llama perenne.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
Glicina esmerilada
Algunos poemas de
BEATRIZ VALLEJOS
(Santa Fe, Argentina, 1922-2007)
Los ríos
La humanísima vez
que cae una lágrima.
***
Huerto del alba
A Miguel Hernández
Huerto del Alba, sentémonos
aquí Miguel, que está
buena la luz para ver
***
Ángeles en los umbrales
De hogazas de neblinas
La madre los despeina
Calladitos están
rotosos de mí
***
Atardece
apaisado profundo
***
Ciudad
fosforece de lejos
como un nido
***
Tinta de Goya
negra de azul
la tinta de joya de Goya
***
A una flor
La frágil flor
que la primavera no pondrá en mis brazos
otra dimensión recorre.
No digo vida efímera.
Para ella el mundo invisible extiende
el jardín nevado de Dios.
***
¿Nadie ya, o acaso?
Glicina esmerilada
la luz
atardece
¿Nadie ya? O acaso el patio
suavemente desborda
¿Cantaba ella?
Susurraban las plantas
el agua del verano, arabesco
de otras presencias.
¿Lejos o cerca, nadie ya?
Cuenco de otras manos
auscultando el eco.
**
"y cantará en las tejas
un pájaro salvaje"
César Vallejo
Misil misil
grazna el cuco
el pico torvo acuña
la sombra de agorar
**
O si la niebla
Y el solitario árbol, entonces,
o qué modo de mí, regresara
también solo, a traer una imagen,
a traer una imagen
¿que no era sin embargo así?
**
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Somos parecidos a esos sapos que en la austera noche de los pantanos se llaman sin verse, doblegando con su grito de amor toda la fatalidad del universo.
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char
René Char
No haría falta amar a los hombres para darles una ayuda real. Sólo desear hacer mejor cierta expresión de su mirada cuando se detiene en algo más empobrecido que ellos, prolongar en un segundo cierto minuto agradable de su vida. A partir de esta diligencia y cada raíz tratada, su respiración se haría más serena. Sobre todo, no suprimirles por entero esos senderos penosos, a cuyo esfuerzo sucede la evidencia de la verdad a través de los llantos y los frutos.
René Char