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martes, 15 de abril de 2014

SILLA RECICLADA Y TRABAJOS DE LOS CURSOS

 

Entre trabajo y trabajo me gusta enredarme con alguna chorradita.
Hace tiempo que vi en la red una silla utilizada como macetero y me encanto la idea. Yo tengo cuatro de cocina que compré en una ocasión por 5eur la unidad y que me parecieron perfectas para este uso.


Mi ideas es colocar tres a distintas alturas y pintadas en diferentes tonos de azul y verde turquesa (con esmalte que aguante al exterior) y alegrar un poco una pared del patio de mi taller.

Hoy os enseño la primera. Ha sido sencillo. En el chino compré un macetero colgante de fibra de coco que viene en un recipiente con un borde grueso, corté el asiento con un diámetro ligeramente inferior para que reposara la cesta , rellené con tierra y un mix de flores de Lidl, et voilá.

 (Tampoco hay por que colgarla, pero  colgada luce más).



Tambié os enseño algo de las cosas que hacemos en los cursos. Hoy le toca a esta arquita que valía para guardar las escrituras y que tiene más años que Matusalén.

 Se ha restaurado con todo el respeto del mundo, mantiendo su esencia en todo  momento. Me parece una pieza preciosa , un recuerdo de familia que queda bien en cualquier sitio y que no todos tenemos la suerte tener.
 

Que envidia Marisa.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

NO ME GUSTABAS NADA

 

 
No saque fotos del antes pero un revistero tal que así, de pino teñido en oscuro y lineas toscas.
 

Le retiré las patas y le corté el asa con la idea de transformarlo en macetero. Ahora es gris patinado en blanco y  tendrá un uso diferente.

lunes, 10 de octubre de 2011

MÁQUINA DE COSER



Siempre quise tener una mesa hecha con las patas de hierro fundido de una máquina de coser antigua.  En mi familia hay una que fue de mi abuela y a día de hoy aun la usa mi madre así que no cae en mis manos, por eso visito el rastro cada semana en busca de una con forma bonita y low cost. Por fin ha llegado mi máquina, vamos que tenía mi nombre escrito. Ahora voy a hacer una mesa para desayunar en verano en la salida de la cocina, de momento tiene un sobre de mármol redondo, procedente de una de mis mesas recuperadas, soy consciente de que uno rectangular le quedaría mejor pero ese todavía no ha llegado (aquí no se compra nada todo se recicla), ahora lo que si tengo dudas es con el color, a mi ese color siena que trae tampoco me desagrada, mi marido dice que es color E.coli, que mejor en negro, el negro a mi no me seduce, el suelo es color terracota y el fondo verde, ¿qué os parece, la dejo de momento tal cual está, o se os ocurre algún otro color que le pueda quedar bien? ¿En óxido? Se admiten sugerencias.

Con el sobre de castaño y la funda de madera para máquina que me traía quiero adaptarla a la máquina de mi madre (algún día será para mi) , pues allá por los años 70 mi abuela sustituyó la mesa de madera por una de formica color caoba que se estilaba por aquel entonces, y ahora desmerece una máquina de coser Singer que cuenta con cerca de 85 años.
Espero vuestras sugerencias.

domingo, 9 de octubre de 2011

LA CASITA DE MIS GALLINAS






Bueno la verdad es que hasta hace un par de meses sólo la idea de tocar una gallina me daba "noxo", pero la idea de comer huevos caseros de gallinas alimentadas por nosotros me llevó a convencer a mi marido de la necesidad de construir un gallinero. Claro que nuestras gallinas tenían que tener una residencia digna, es decir bonita, limpia, espaciosa y con todas las comodidades. En principio iban a ser dos, pero somos cinco en la familia ( y las tortillas son de 8 huevos para arriba) así que decidimos añadir otras dos. Después te dicen que cuatro gallinas solas van estar muy tristes, pues hala, el gallo, y ya van cinco. Vamos que al final  la estructura del gallinero cogió unas dimensiones considerables, y claro, tienen que corretear por ahí, pero las plantas del jardín ni tocarlas, pues un chalet con finca cerrada para ellas.

Tengo que contar que mi marido pretendía ponerle un balcón, ¿para qué?, le pregunté. Pues para que el gallo esté más cómodo controlando las gallinas, me contestó. Y ahí es cuando me asalto la duda de si nosotros estaríamos capacitados para cuidar a los pobres animales. Luego vinierón más dudas, el fondo, los vecinos ponen una rejilla metálica que se cepilla y facilita la limpieza. Pero las nuestras no, pueden coger frío en invierno, así que hubo que poner el piso de madera y cubrirlo con un aislante, y luego una capa de viruta de madera que cambio cada varios días para que estén limpias y no huelan. (Más tarde me enteré que tienen la sangre a cuarenta y tantos grados y que no sienten el frío como los humanos).

Luego vino el tema del palo, parece ser que lo necesitan para dormir, yo por aquel entonces creía que dormían sentadas en el suelo, pero no, duermen subidas en un palo y sostenidas por una pata, increíble, pero cierto, lo he visto con mis propios ojos. El palo tiene que ser grueso, con el de escoba que pretendía poner en un principio se podían dar un trompazo las pobrecitas, y le pusimos una rampa para subir con facilidad. Y se me olvidaba el ponedero, pues en la parte del fondo, colocamos unos cajoncitos (hechos con unos cuadros horrorosos que retiró mi hermana para alegría de su marido) que van separados por tabiques creando habitáculos independientes para tener intimidad a la hora de poner el huevo, faltaría más. Al ponedero accedemos por fuera a través de una pared abatible sin necesidad de entrar .

Empezamos trabajando en el garaje y cuando estuvo todo cerrado lo bajamos al fondo de la finca, entre cuatro como si fuera el trono de la Macarena, lo aislamos bien del suelo. El techo lo cubrimos de tela asfáltica y luego de brezo para que quedara más bonito. Y a la madera le dimos lasur al agua en color roble. Luego le hicimos dos cerrados, uno tipo bunker más pequeño, por si queríamos marcharnos unos días no tener que estar pendientes de los animales, este lo cerramos a cal y canto por todos los sitios con una malla verde de retícula muy pequeña por si viene la comadreja, más tarde descubrimos que el zorro la rompía con facilidad (suerte que esa noche durmieron cerradas) y hubo que reforzarla con otra malla de hierro. Luego otro cerrado menos seguro y más grande para que puedan campar a sus anchas sin estropear la huerta y el jardín.



Pasado el tiempo puedo decir que les he cogido cariño a estos animales  y que disfruto cada mañana cuando les voy a abrir y a llevar maiz y pan, ellas a  cambio nos surten de huevos casi a diario, el gallo no aporta mucho pero nos hace reir y tengo la impresión de que tengo las gallinas más felices del pueblo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

SOMIER DE IKEA RECICLADO EN JARDINERA


Bueno no se si sabéis que otra de mis aficiones es la jardinería, me encantan los accesorios de jardín pero sobretodo los que podemos hacer nosotros mismos, siempre ando discurriendo, y como no quería tirar un somier de Ikea comprado por error más pequeño (tenía que ir hasta Oviedo a devolverlo y me costo menos de 10 eur.) pues decidí que si no me valía para dormir porque no convertirlo en jardinera.





 Esta vez eché mano de mi marido (no siempre está receptivo para ser mi empleado) y serrando y clavando, voilá, ¿Qué os parece? Lo más importante es  el drenaje, yo para el fondo no empleé madera sinó una plancha de poliexpán bien gruesa que sobró de la obra, se sujeta sobre unas escuadras metálicas y se perfora para evacuar el agua, luego forre el interior con plástico negro de tapar los silos que también perforé, luego metí  3 cm. de arlita y a plantar. Por fuera trate la madera con lasur al agua, una auténtica pasada comparado con los anteriores  de disolvente, más limpio, rinde más, no huele y el acabado sin cortes, os lo recomiendo.

Bueno si os gustan este tipo de trabajos os mostraré el gallinero que hemos hecho este verano, es una monada, aunque las inquilinas lo tienen un poco guarrete.

viernes, 24 de junio de 2011

BANCOS PARA EL JARDÍN



Con restos de piedra (adoquín, placas de pizarra,...) o maderas (troncos, madera sin desbastar,...) se pueden realizar complementos para el jardín como estos bancos, que a mi marido no le convencen pero yo encuentro preciosos. Espero que os gusten.

domingo, 15 de mayo de 2011

CON UNA BARRICA DE VINO



Una amiga me regaló esta vieja barrica de roble . Hace tiempo que tenía ganas de hacer unos macetones para colocar en la puerta de garaje.
         Después de mucho limpiar la lijé y la dividí en dos partes.

En los metales neutralicé el oxido y los pinté de negro con una pintura especial (todos oxidados y con un barniz apropiado también queda muy bonito) y a la madera le dí un lasur.
 Por dentro la plastifiqué y le hice un buen agujero para el drenaje, le coloque una redecilla y tres dedos de arcilla expandida, esto es importante por que las raíces encharcadas no hay planta que las aguante.
Han quedado preciosas,  la madera hay que ir tratándola todos los años con una mano de lasur que a difirencia del barniz no tiene por que ser lijado cada vez que se renueva.