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domingo, 8 de septiembre de 2013

"Ravioli Morisco" de calabacín y remolacha roja


Regreso del verano dando forma a un "asunto pendiente".
En junio participé en el concurso "Las 300 de Baeturia" una empresa de Aceite ecológico que presentaba dos de sus variedades, y que fue organizado por Sabor en Cristal. Recibí como premio un par de botellas preciosas de un Aceite de Oliva realmente estupendo. Prometí presentarles una receta con él, y aquí está este rico aperitivo facilísimo de hacer, original y muy saludable, inspirado en una propuesta de Xabier Gutiérrez.


Me ha costado volver buf pero en compensación os voy a dejar dos recetas por el precio de una!! :D


La huerta está dando sus frutos muy deprisa y hay que poner a funcionar la imaginación para no comer el mismo producto siempre de la misma forma. Este año hemos cultivado remolacha de mesa que está muy rica simplemente cocida y  en ensalada, aunque para esta receta le he dado un toque diferente y me ha gustado tanto que he preparado varias en conserva.
Os lo cuento:

Para la remolacha en conserva
1 remolacha roja
Agua que la cubra
1 cebolla roja
Vinagre blanco
Miel
Sal y canela

La cocemos entera, bien lavada y sin pelar hasta que esté tierna. Guardamos una taza del caldo de cocción. Dejamos enfriar un poco para no quemarnos, la pelamos y la cortamos en rodajas como de medio centímetro, o como nos guste, claro. Reservamos. Cortamos la cebolla también en aros del mismo grosor.
En un bote de cristal vamos alternando rodajas de remolacha y de cebolla hasta llenarlo.
El aliño consiste en poner en un cazo 1 taza del caldo de cocción de la remolacha, 1/2 taza de miel, 1/2 taza de vinagre blanco, una pizca de sal y otro pizquito de canela, y llevar a ebullición. La canela le da un toque morisco muy sutil y buenísimo, aunque si no os gusta podéis prescindir de ella.
Rellenamos el bote hasta arriba con el aliño hirviendo, procurando que no queden burbujas de aire. Tapamos bien inmediatamente para que haga el vacío y guardamos al menos 72 horas antes de consumir (aunque confieso que la primera la comí a las 24 horas y ya estaba de cine) ;) 

Para el Ravioli de calabacín
1 calabacín pequeño
Remolacha en conserva
Picadillo de almendra tostada
Aceitunas verdes
Aceite de Oliva Virgen Extra (en este caso variedad Morisca, de Baeturia Orgánic)
Sal, vinagre blanco y comino en polvo

Con una mandolina o un cuchillo bien afilado hacemos lonchas muy finas de calabacín y recortamos la remolacha también loncheada con un cortapastas circular, para dejarla de un tamaño similar al del calabacín.
Hacemos una vinagreta con una medida de aceite de oliva virgen extra Morisca Baeturia, ;) media del caldo de la cocción de la remolacha, unas gotas de vinagre (recordad que lleva ya vinagre el caldo de la remolacha), sal y una pizquita de comino (junto a la canela del aliño de la remolacha, hace más morisco aún el plato jajaja)  Emulsionamos bien.
Mezclamos el picadillo de almendra con la aceituna picada muy fina y añadimos un chorro de la vinagreta para ligarlo.
Montamos el "ravioli" colocando una loncha de calabacín, una de remolacha y una cucharadita del picadillo de almendra y aceituna. Tapamos con otra loncha de calabacín, regamos con un chorrito de la vinagreta y adornamos con unos granitos de almendra y un arito de aceituna. Salpicamos el plato con más vinagreta y por supuesto con unas gotas de Aceite, y a disfrutar! :D  Delicioso y sorprendente, os lo aseguro.
Aquí tenéis el resultado 

viernes, 4 de marzo de 2011

Berenjenas aliñadas


Ingredientes
2 berenjenas hermosas
agua, sal, vinagre
comino, orégano, tomillo, romero
mezcla de pimientas
2 dientes de ajo, 2 hojas de laurel
1 cucharadita de pimentón agridulce
1 vaso de AOVE


Cortamos en rodajas gruesas las berenjenas y las ponemos en una olla grande, cubiertas de agua. Añadimos un vaso de vinagre y una cucharadita de sal. Las cocemos durante 15 minutos a fuego medio, hasta que estén tiernas. Las escurrimos y las dejamos enfriar.
En un mortero ponemos una cucharadita de cominos y los machacamos hasta hacerlos polvo. Añadimos otra cucharadita de orégano, una pizca de tomillo y otra de romero. Pelamos los ajos y los ponemos también en trocitos. Volvemos a moler hasta que se haga una pasta, con todo bien integrado. Agregamos el pimentón y unos golpes del molinillo de pimientas y mezclamos. Por último rellenamos el mortero con el aceite de oliva virgen extra y removemos hasta que todo esté bien disuelto.
Con una brocha de cocina, pincelamos el fondo de un tupper grande. Vamos colocando rodajas de berenjena y pintándolas generosamente con el aliño. Las montamos en capas y pintamos cada capa con más aliño. Por último vertemos por encima lo que nos quede de la mezcla del tupper. Si vemos que el aliño no empapa bien las berenjenas añadiremos más aceite. Yo no pongo vinagre porque al cocer con él, las berenjenas han tomado el suficiente, pero si os gusta más fuerte, podéis echar unas gotas de vinagre balsámico. Ponemos las hojas de laurel en trozos entre las rodajas y cerramos el tupper, guardándolo en la nevera al menos 12-14 horas antes de servirlas, para que se integren bien los sabores.

Esta forma de aliñar esta verdura la conserva durante muchos dias, aunque no creo que con lo buenas que están os duren ni un asalto....
A mi me encantan tal cual, sobre un trozo de pan de pueblo tostado en la sartén. Pero podéis ponerlas de guarnición para una carne o pescado, incluso acompañando unos huevos fritos, o sencillamente con unas patatas cocidas. La verdad es que están deliciosas.