Atún con sésamo

Durante estas vacaciones lo cierto es que he cocinado poco. He procurado que fuera sencillo y rápido. Pero no por ello menos sabroso.

El plato de hoy reune todas esas características, así que para los que aún disfrutáis de las vacaciones es perfecto. Y a los que estamos de vuelta a la rutina nos solucionará un segundo plato o una cena estupenda.

Ingredientes
Atún fresco en filetes (lomo o ventresca)
Variado de ensalada y/o germinados
Tomates secos rehidratados en aceite de oliva
Semillas de sésamo
Aceite de oliva virgen y sal
Salsa Teriyaki (*)

En el plato donde vayamos a servir, colocamos unas hojas de ensalada. La que más nos guste. Yo he optado por una mezcla que tiene hojitas de espinaca, lechugas variadas, rúcula y canónigos. He añadido unos brotes de alfalfa, pero podrían ser de cualquier otra cosa o sencillamente no ponerlos.

También un tomatito rehidratado que le da un punto estupendo. Para hacerlos he puesto los tomates secos en agua templada durante 15 minutos, los he escurrido bien, los he metido en un bote de cristal y he rellenado con aceite de oliva virgen extra. Han estado 4 días y el resultado me ha encantado. Están deliciosos, jugosos y con una textura muy especial. Duran un montón de tiempo, así que no os importe llenar un bote grande, porque seguro que se los añadiréis a muchos platos.

Vamos con el atún. Tan sencillo como ponerle un poquito de sal, no demasiada. Rebozarlo muy bien, apretando, en las semillas de sésamo por ambas caras. La plancha calentita con unas gotas de aove. Lo pasamos algo más de un minutito por cada cara, hasta que el sésamo se tueste y desprenda su aroma. Uhmmmmm!!
Doradito por fuera y jugoso y tierno por dentro.
Al plato, un poquito de salsa Teriyaki y a disfrutarlo!!

(*) La teriyaki es una mezcla japonesa en la que se marina la carne o el pescado para luego cocinarlo. Pero nosotros los occidentales, la hemos adaptado -algunos dicen que equivocadamente- y muchas veces la utilizamos realmente como una salsa, en lugar de como un marinado.

Mi teriyaki particular está algo tuneado, lo hago reduciendo salsa de soja, unas gotas de vinagre de arroz, un chorro de coca-cola, azúcar, una pizca de jengibre molido y un chorrito de shake. Podría eliminarse el jengibre y sustituir el shake por otro alcohol, o utilizar más acertadamente mirin, en lugar del vinagre de arroz. De las proporciones no os hablo, porque lo cierto es que lo hago un poco "a bulto" y luego rectifico si hace falta. El caso es que a nosotros nos gusta así y realmente le va como anillo al dedo a este atún rebozado en sésamo.

Otra opción bastante acertada sería ponerle un hilito de crema de reducción de balsámico.



Rollitos de Tito

Siempre que se pierde algo, necesitamos un periodo de asimilación. Habitualmente perdemos cosas que solemos sustituir por otras, dándole a esa pérdida una relativa importancia. A veces se pierde el trabajo o se rompe una relación, y la situación es mucho más complicada. Pero cuando más tiempo necesitamos para reponernos de una pérdida, cuando más difícil y largo es el proceso de duelo, es cuando se nos va un ser querido. La condición humana implica sentimientos, sentimientos profundos, sobre todo hacia otros como nosotros. Implica reacciones como la alegría o la tristeza, que son naturalmente normales.

Ese duelo terrible y dominante es un estadío necesario para superar el drama, para asimilar sobre todo cuando se trata de una muerte de alguien importante para nosostros.

Esto es algo que todos tenemos aprehendido en nuestro inconsciente, pero que a veces nos cuesta muchísimo comprender. Es necesario pasar por una serie de "fases" que suelen llegar por si solas.

"Hay un periodo inicial de aturdimiento que dura desde horas a un par de semanas, o dificultad para aceptar lo que ha ocurrido. Esto da paso a una mezcla de sentimientos de tristeza, rabia, perplejidad, desesperanza y añoranza. Si una persona cercana se va, sea por muerte o separación, se puede encontrar uno a sí mismo preguntándose cómo recuperarlos, buscándolos o teniendo recordatorios de ellos. Se puede también oír su voz o pensar que se les puede haber visto en lugares conocidos.Entonces esta situación cambia gradualmente durante un periodo extenso de tiempo hacia una aceptación de la pérdida y hacia formas de incorporar el hecho de la pérdida en la vida propia. Esto puede durar bastante tiempo."  Leer mas...

La tristeza es un estado natural igual que la alegría, y todos tenemos derecho a estar tristes. Es algo obligado en este duelo.  Llorar es importante porque ayuda al cuerpo a relajarse y a la mente a liberar ansiedad.

Las cosas poco a poco volverán a su ser y nos daremos cuenta de que hemos sido capaces de asimilarlo. Mientras tanto necesitaremos hombros sobre los que llorar y amigos que nos animen y nos acompañen en este camino mas o menos tortuoso.

La blogsfera se habrá inundado hoy de versiones de alguna de las recetas del  blog de nuestro simpático amigo Tito, que está pasando por un mal momento. Así que espero que la iniciativa sirva para alegrarle, aunque solo sea un poquito. Animo amigo! El tiempo todo lo cura... o eso parece.

Os dejo el enlace a sus Rollitos mixtos special Pe. 

Sólo añadiré que están riquísimos y son muy sencillos. 

 

Ensalada de aguacate

Una ensalada con mucho color y con un sabor exquisito. Rica en todos los sentidos, pero especialmente buena para combatir el colesterol y proteger el corazón.

Ingredientes (para 2 personas)
1 aguacate maduro
1 lata de ventresca de atún o bonito en aceite de oliva virgen extra
50 gr de paleta ibérica (aunque vale cualquier jamón, serrano o ibérico)
1 limón
Reducción de vinagre balsámico
Lechuga variada
1/2 cebolleta pequeña
Aove, sal y pimienta

Poner a macerar en un bol el aguacate pelado y cortado en cubitos, con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y el zumo de medio limón. Lo tendremos así mientras preparamos el resto de la ensalada.

Lavamos y cortamos las lechugas y las escurrimos bien.

Picamos la cebolleta muy menuda y reservamos.

Escurrimos la ventresca de atún.

Dentro de un aro para emplatar ponemos unas cucharadas del aguacate bien escurrido, sino nuestra ensalada resultará demasiado grasa. Llenaremos aproximadamente hasta la mitad del aro y apretaremos un poco para que tome la forma.

Espolvoreamos sobre el aguacate una cucharadita de la cebolleta picada y colocamos encima las lechugas que habremos aliñado un poquito con unas gotas de aceite y vinagre, sal y pimienta.

Sobre ello pondremos unos trozos de ventresca y unas lonchitas o virutas del jamón.

Para terminar, en este caso yo he adornado con unos brotes de lechuga del semillero que tengo en casa, pero puede ser cualquier germinado, o cebollino picadito, aunque también podemos prescindir de este paso.

Unas gotitas mas de aceite de oliva y vinagre balsámico.... y a disfrutar!!!
Si no disponemos de aro de cocina, podemos presentar la ensalada en una copa de helado o de vino grande. Incluso podríamos montarla en un tazón invirtiendo el orden de los ingredientes y luego volcarla con mucho cuidado sobre el plato para adornarla en el momento de servir.

He visto esta receta en verycocinar.com

Que me emPepino!!!!!

Hoy la blogsfera se viste de verde. De verde pepino y de rojo y gualda español. Nos empepinaremos, pero será por una buena causa. Los motivos ya todos los conocéis.

Mi aportación en este día nacional de los pepinos españoles está basada en una receta que hace tiempo publicó la gran Garbancita, aunque con alguna pequeña modificación.

A mi el pepino tampoco es que me haga demasiada gracia... me gusta mucho el gazpacho pero le pongo poca cantidad de esta hortaliza, se lo añado de vez en cuando a la ensalada en mínima cantidad y encurtido reconozco que es un gran aperitivo. Pero el problema es que, como decía el gracioso hijo de unos amigos hace algunos años, me empepino.... vamos, que me repite, como a casi todo hijo de vecino. Aunque a partir de ahora, que ya conozco el gran secreto para evitar el amargor que produce ese desagradable reflujo, si no lo consumo mas es por dejadez, o por falta de interés, que viene a ser lo mismo....

Si pelamos y cortamos los dos extremos del pepino y lo rebozamos en sal gruesa, dejándolo macerar así durante un par de horas, os garantizo que podéis olvidaros de ese problema. Palabrita.

Ingredientes
1 pepino verde, terso y por supuesto, español
1 lata de atún en aceite de oliva
2 palitos de surimi
2 cucharadas de mahonesa
1 cucharada de algo nori picada
Ralladura de limón
pimienta recién molida
½ cucharadita de tahini (paté de sésamo)
1 cucharada de sésamo blanco tostado
1 vasito de vinagre de arroz

Retiramos los extremos del pepino, lo lavamos bien y lo partimos a la mitad. Vaciamos de las pepitas ayudándonos de un descorazonador de manzanas. Lo rebozamos en sal gorda por dentro y por fuera, y lo dejamos macerar así durante un par de horas.

Pasado este tiempo, lo lavamos debajo del grifo, lo secamos y lo introducimos en una bolsa de congelados junto al vinagre de arroz y cerramos bien, procurando extraer todo el aire posible. Dejamos encurtir durante el tiempo que tardemos en preparar el relleno (unos 15 minutos).

En un bol ponemos el atún escurrido, el surimi troceadito, la mahonesa, el alga nori muy picada y una cucharadita de tahini (puede ser aceite de sésamo). Removemos bien y ponemos un toque de pimienta y un poquito de ralladura de limón o lima. Mezclamos bien todos los ingredientes.

Escurrimos los cilindros de pepino y los rellenamos con la mezcla, apretando bien para que no queden bolsas de aire. Cortamos en rodajas de 1 cm y las rebozamos con el sésamo.

Una manera bien original y rica de comer pepino español!!
Ahora ya no tenemos excusas... así que a comer pepino.... espero que os guste tanto como a nosotros. Besos!