El 7 de diciembre continuamos José Márquez y yo con nuestras andanzas por Sierra Nevada, aunque solamente durante la mañana. Amanecimos en Pinos Genil y desde allí fuimos bien temprano al Puerto de la Ragua para intentar ver verderones serranos, no sin antes disfrutar de las vistas desde Guadix y del pueblo de La Calahorra con la preciosa estampa de su castillo renacentista (uno de los primeros en nuestro país) y la sierra cubierta de nieve de fondo.
No pudimos evitar la masificación de la zona con muchísimos turistas yendo a disfrutar de la nieve, pero apartándonos del gentío pudimos ir viendo en los bosques de pino albar aves como piquituertos, carboneros garrapinos o herrerillos capuchinos... sin rastro de verderones serranos, lo único que nos quedó sin conseguir en el exitoso viaje.
 |
Guadix |
 |
Cabra montés (Capra pyrenaica) |
 |
La Calahorra |
 |
Sierra de Baza |
Tocó bajar por el puerto hacia la provincia de Almería, lo que supuso pasar por la comarca de La Alpujarra con su bien merecida fama, pero disfrutarla en condiciones supondría un viaje con ese objetivo en concreto como el que hice cuando era todavía adolescente (no hace falta decir que me encantó).
Al dejar atrás las cumbres de Sierra Nevada no dejábamos de ver nieve porque teníamos ante nosotros la mole de la Sierra de Gádor (2249 metros de máxima altitud) también con su manto níveo, una imagen muy llamativa tan cerca ya del mar. No puedo evitar pensar en lo que debieron ser en su día esas sierras tan magníficas antes de ser brutalmente deforestadas, a causa de la minería en el caso particular de Gádor.
 |
Bayárcal |
 |
Sierra de Gádor |
 |
La Alpujarra |
Tras unos drásticos cambios en el paisaje con cárcavas y estepas áridas llegamos a la costa almeriense para tener también un pajareo totalmente distinto. En Punta Entinas descubrimos un humedal realmente potente que llegamos a comparar con las salinas de Bonanza por el repertorio de aves observadas.
Como muestra aquí tenemos lo que vimos nada más dejar el coche y quitarnos capas de prendas de abrigo, ni más ni menos que cercetas pardillas, porrones pardos y malvasías nadando junto a otras anátidas como silbones, ánades rabudos, patos colorados y ánades frisos. Un contraste tremendo cuando hacía poco que estábamos pisando nieve.
 |
Cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris) |
 |
Malvasía cabeciblanca (Oxyura leucocephala) |
 |
Porrón pardo (Aythya nyroca) |
 |
Patos colorados (Netta rufina) |
 |
Cucharas (Spatula clypeata) |
 |
Porrones pardos y malvasías |
Subrayo nuevamente la revelación que nos supuso este humedal de Punta Entinas, acostumbrados como estamos a tener que ir a al occidente andaluz para ver este tipo de cosas. Faltaron más limícolas para que hubiera llegado a ser como cuando vamos a Sanlúcar de Barrameda, porque el resto del abanico de aves era muy similar y nos dejó un muy grato sabor de boca.
A lo mostrado en fotografías hay que sumar un calamón, tarros blancos, vuelvepiedras y lúganos por poner varios ejemplos, además de varias mariposas y libélulas e incluso una gran culebra de herradura con esa temperatura que nos permitía pasear en camiseta.
 |
Chorlito dorado (Pluvialis apricaria) |
 |
Alcaravanes (Burhinus oedicnemus) |
 |
Pechiazul (Luscinia svecica) |
 |
Flamencos (Phoenicopterus roseus) |
 |
Escribano palustre (Emberiza schoeniclus) |
 |
Silbones (Mareca penelope) |
 |
Flamencos (Phoenicopterus roseus) |
 |
Ánsar común (Anser anser) |
 |
Cuchara (Spatula clypeata) |
 |
Flamencos (Phoenicopterus roseus) |
 |
Gaviotas de Audouin (Ichthyaetus audouinii) |
 |
Correlimos tridáctilos (Calidris alba) |
 |
Chorlitejos patinegros (Charadrius alexandrinus) junto a correlimos tridáctilos y menudos |
 |
Flamenco (Phoenicopterus roseus) |
Tras avistar alcatraces y pardelas desde la playa y una buena cena en un restaurante italiano tocó descansar, que al día siguiente llegaría el plato fuerte ornitológico con las dos especies más exclusivas del viaje y una generosa dosis de paisajes espectaculares.