Después del unidimensional verano con su monotonía llega una estación de maravillosos juegos de luces y contrastes. A primeros de octubre aún estaba por llegar el mejor colorido del otoño, pero ya se imponían los contrastados paisajes mencionados.
El sábado 3 de octubre se realizó el anual censo internacional de quebrantahuesos, presentándome yo voluntario para cubrir un punto de observación en la Sierra de Segura.
El citado tiempo otoñal no ayudó precisamente, teniendo que elegir durante las primeras horas de la mañana un puesto donde no hubiera niebla. Allí me estuve despidiendo de las últimas culebreras y águilas calzadas que vería por aquí junto a un aguilucho lagunero en paso migratorio y las habituales aves rapaces de la zona.
No sería hasta bien avanzada la mañana cuando pude colocarme en mi puesto escogido y poder ver finalmente un único ejemplar de quebrantahuesos, un juvenil llamado Vainilla que ya he visto en otras ocasiones.
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Aguilucho lagunero (Circus aeruginosus)
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) |
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Águila calzada (Hieraaetus pennatus)
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Buitre leonado (Gyps fulvus) marcado
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) |
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Culebrera (Circaetus gallicus)
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Por la tarde di un paseo que me permitió disfrutar bastante de la incipiente otoñada que ya mostraba tonos cálidos en sus choperas, muy a juego con el colorido del plumaje de un quebrantahuesos adulto que pasó bordeando los amplios paredones calizos.
Algo que también me sorprendió fue encontrar un verderón serrano comiendo en el suelo a no mucha distancia de mí, cuando normalmente son bastante ariscos y complicados.
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Muflón (Ovis orientalis)
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Verderón serrano (Carduelis citrinella)
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) |
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Buitre leonado (Gyps fulvus)
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El arce que quería ser más otoñal que el resto
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El sábado 4 de octubre ya no había problemas con la niebla, pero soplaba un fuerte viento que hacía muy molesto ir por el monte y decidí sencillamente dar un paseo por los carriles que atraviesan la altiplanicie de los Campos de Hernán Perea.
Poco se podía ver con el fortísimo viento que obligaba a un pobre gavilán a volar pegado a las laderas, pero repentinamente llegó un joven quebrantahuesos perseguido por un adulto que lo hostigaba sin cesar, oyéndose incluso los silbidos del agobiado juvenil.
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) juvenil |
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) adulto |
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Gavilán (Accipiter nisus)
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Jilguero (Carduelis carduelis)
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) lejanísimo |
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Perdices (Alectoris rufa)
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Harto ya del viento, regresé a casa pero sin prisa, parándome de camino en lugares donde se estaba más resguardado y viendo cosas como la ardilla que quería ser alpinista y un cuarto ejemplar de quebrantahuesos (el llamado Trashumancia). Lo que son las cosas, la mañana del censo veo un solo quebrantahuesos mientras que al día siguiente me encuentro cuatro individuos distintos.
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Ardilla (Sciurus vulgaris)
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Saltacercas (Lasiommata megera)
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Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) |
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Loba (Maniola jurtina) |
Para terminar dejo un pequeño montaje con varias fotografías de la bronca del quebrantahuesos hacia el desafortunado juvenil, que ya aprenderá que su especie es altamente territorial.
