domingo, 25 de febrero de 2024

Más que escribanos

 




Era evidente que los grandes protagonistas actuales en La Janda son los escribanos pigmeos y rústicos que han llegado en una gran bandada mixta que llegó para pasar el invierno junto al río Celemín, pero la zona tiene muchos más atractivos que iremos viendo ahora.

La siguiente mañana llegó con una niebla más densa que la de la jornada anterior, y más persistente porque tardó mucho más en levantarse. Mientras tanto me entretuve, además de oyendo los reclamos de los escribanos que por allí seguían cerca, mirando al suelo y fue entonces cuando por fin encontré los famosos hongos Cyathus olla.
Digo por fin porque llevaba mucho tiempo queriendo verlos tras conocerlos por las fotos que en redes sociales se suben de estos hongos que se asemejan al nido de un pájaro con sus huevos dentro.



Cyathus olla

Vista más cercana


José Carlos y yo nos resignamos a que sacaríamos poco provecho allí, de manera que a la hora del bocadillo tocaba ir pensando alternativas.



Grullas (Grus grus)

Liebre (Lepus granatensis)

Narcissus papyraceus

El dudoso mérito de pegar un tiro a este bicho que ni se inmuta


Propuse cambiar de sitio yendo a las cercanas Marismas de Barbate, en las que sus aves acuáticas enriquecerían mucho el repertorio total.

Además de gaviotas, limícolas, garzas o espátulas tuvimos unas observaciones magníficas de los ibis eremitas. Las poblaciones en Siria y Turquía de estas amenazadas aves no son viables, por lo que la existente en Marruecos es la única población autosuficiente del mundo. Hay dos proyectos de reintroducción hoy día en Austria y España, que hace poco se han hermanado al enseñar a migrar a los juveniles de Austria hacia Cádiz, donde en su invernada coinciden con los ejemplares ibéricos como el de la foto.

Otra observación destacada fue la de un águila pescadora que, al pasar volando muy cerca, nos mostró la anilla y podemos conocer detalles de su vida. Nacida en 2020 en Alemania, su historial revela que también fue vista en estas marismas en 2022, por lo que se ve que le cogió el gusto como lugar de invernada.



Ibis eremita (Geronticus eremita)

Avoceta (Recurvirostra avosetta)

Correlimos tridáctilo (Calidris alba)

Gaviotas de Audouin (Ichthyaetus audouinii)


Vuelvepiedras (Arenaria interpres)

Pagaza piquirroja (Hydroprogne caspia)

Espátula (Platalea leucorodia)

Águila pescadora (Pandion haliaetus)


A última hora pasamos nuevamente por La Janda por gusto de ver si volvían a salir los búhos campestres, cosa que hicieron mientras eran perseguidos por grajillas al igual que le sucedía a un pobre elanio.


Elanio (Elanus caeruleus) y Grajilla (Coloeus monedula)

Búho campestre (Asio flammeus)


Poco más se pudo hacer antes de que se levantara una de las infames ventoleras de levante de la zona, aunque entre unos trayectos y otros algo se pilla siempre, además de que tuvimos la oportunidad de coincidir con nuestra buena amiga Chúss durante sus trabajos con el susodicho ibis eremita.




Buitre leonado (Gyps fulvus)


Garza real (Ardea cinerea)




No hay que dejar las buenas costumbres, por lo que hoy las gordosidades vuelven por aquí en condiciones.





domingo, 18 de febrero de 2024

Escribanos pigmeos y rústicos en La Janda

 




Este invierno está siendo muy notoria la presencia de un grupo mixto de escribanos pigmeos y rústicos en el río Celemín. Ambas especies, provenientes de lejanas latitudes boreales, deberían estar invernando en Asia en lugar de en los arrozales sureños de la gaditana comarca de La Janda.
Pero lo más curioso de todo es que han llegado en una bandada muy numerosa, sobre todo en el caso de los pigmeos porque capturaron a veinte de esos pájaros para anillarlos y aún siguen viéndose ejemplares sin anilla después de ello. También fue muy reseñable que entre ellos llegó un camachuelo carminoso, aunque de plumaje muy adefesio.

José Carlos Sires y yo no quisimos perdérnoslo y allí estábamos el pasado mes de enero en una mañana con bastante niebla que no impidió localizar los pajarillos en cuestión, pues sus reclamos los delataban siendo tantos ejemplares como eran. Incluso uno de los pigmeos entonó durante breves momentos su canto.
No eran, desde luego, los únicos pájaros invernantes y también pudimos oír lúganos, pechiazules y hasta un pinzón real, además de llamar la atención la gran cantidad de gorriones molineros.



Grullas en la niebla

Escribano pigmeo (Emberiza pusilla)


Escribano rústico (Emberiza rustica)


Buitrón (Cisticola juncidis)


El fresco ambiente húmedo no era propicio para ver invertebrados, pero al irse la niebla quedó una suave temperatura que hizo que distintos artrópodos se dejaran ver.




Minúsculo saltamontes

Adulto y larva de Epilachna argus

Procesionaria del suelo (Thaumetopoea herculeana)

Hippodamia variegata

La araña que se coló en mi coche


Conviene prestar atención a los cielos de La Janda porque sus campos son zona de dispersión juvenil de grandes águilas y de invernada de grullas, además de ser patrullados por los elanios y cruzados por las migradoras tempranas que llegan del cercano Estrecho de Gibraltar.



Águila perdicera (Aquila fasciata)

Grullas (Grus grus)

Milano negro (Milvus migrans)

Águila perdicera (Aquila fasciata)

Elanio (Elanus caeruleus)

Cigüeñas blancas (Ciconia ciconia)

Águila imperial (Aquila adalberti)


En los canales y arrozales se ven distintas especies de aves, con especial mención a los tres búhos campestres que llegaban a emitir reclamos y a pelear entre sí.


Elanio (Elanus caeruleus)

Garza real (Ardea cinerea)

Milano real (Milvus milvus)

Ácaro rojo

Búho campestre (Asio flammeus)




Al caer la noche cantaban los sapillos moteados en los campos encharcados con ese sonido parecido a canicas o botas de goma, siendo sumamente fácil ver varios machos distintos con las negras callosidades nupciales muy patentes en sus patas delanteras.
Estas callosidades les ayudan a aferrarse mejor a las hembras durante el amplexo, algo que sin duda esperaban con muchas ganas estos fogosos galanes.



El sapillo moteado que casi parecía un pintojo

Sapillo moteado (Pelodytes ibericus)

Macho cantando

Sapillo moteado (Pelodytes ibericus)


Conseguir el objetivo deseado en la primera salida te deja con más tiempo disponible para dedicarte a un pajareo más pausado la jornada siguiente, algo que parece transmitir la portada de este libro antiguo.