viernes, 29 de abril de 2016

Curso de reptiles y anfibios de Andalucía (P.N. Los Alcornocales), 1ª parte






Pasamos ya a comentar la vorágine herpetológica del fin de semana del día 15 al 17. El sábado y el domingo se celebró el curso Reptiles y Anfibios de Andalucía organizado por O-live Medioambiente en el P. N. Los Alcornocales (Cádiz), con un ponente de lujo como lo es Raún León (alias Raulophis).

Tuve la suerte de conocer a Raúl en la FIO de Monfragüe y posteriormente acordamos bichear por el parque natural el día anterior al inicio del curso (y porque yo tenía que trabajar, de lo contrario ya hubiera ido antes); encima también estuvieron cinco estudiantes de Biología de la universidad de Granada que a la postre se convirtieron en mi cuadrilla bichera, pasando todas las jornadas de campo junto a ellos desde entonces.

Ya sabréis por el blog que he estado en ocasiones anteriores por Los Alcornocales, dos de ellas concretamente por la zona donde se impartió el curso, en el entorno de Alcalá de los Gazules, así que propuse ir por los lugares que conocí con tan agradables resultados. Fuimos por El Picacho y La Sauceda desde el viernes por la tarde hasta altas horas de la noche, es lo que tiene cuando vas con gente con tanta (o más) pasión como tú por la naturaleza.

Fuimos viendo las primeras especies de la jornada, como los tritones pigmeos (Triturus pygmaeus) en plena fase acuática, culebras viperinas (Natrix maura) y culebrillas ciegas (Blanus mariae).








También estuvo la cosa interesante en cuanto a invertebrados. Con grillotopos (Gryllotalpa gryllotalpa), otros ortópteros sin identificar y escorpiones (Buthus occitanus), todo ello aderezado con detalles de flora como las orquídeas Serapias lingua.









Una vez que se unió a nosotros el grupo granadino, aquello fue todo un dispositivo de búsqueda, multiplicándose por 6 lo que normalmente haría yo en solitario. Vimos artrópodos muy especiales y protegidos como la araña negra de los alcornocales (Macrothele calpeiana) y la Apteromantis aptera (cinco ejemplares en un mismo pradito, toda una delicia), nuevamente junto a más escorpiones y orquídeas como la Cephalanthera longifolia (especie nueva para mí) y la Orchis olbiensis.













De herpetos nos encontramos con más culebrillas ciegas, todas de un porte considerable que nos hizo bromear mucho con lo bien alimentadas que están en esa zona, y lo mucho que le costaría a las culebras de cogulla bregar con ellas.
Precisamente vimos dos culebras de cogulla (Macropotodon brevis), que son depredadores muy específicos de la culebrilla ciega.
En los encharcamientos nadaban larvas de sapillo moteado, sin poder ver ningún adulto, pero sí pudimos en cambio dar con bastantes ejemplares del no menos bonito sapillo pintojo (Discoglossus galganoi).











Pasando a anuros de mayor tamaño, los sapos comunes (Bufo bufo) aún andaban en época de amoríos y nos encontramos con distintos ejemplares buscando su romance anfibio en las aguas limpias y oxigenadas de ríos donde nadaban larvas de salamandra. Además de algunos juveniles de pequeñísima talla.










Pero el verdadero ligoteo llegó al visitar una laguna en plena noche, recibiéndonos el clamor del concierto nocturno de ranitas meridionales (Hyla meridionalis) y ranas comunes (Pelophylax perezi).

Las ranitas con su característico "crrrrrrrrrreeeeeek" (tan diferente del sonido de sus parientes las ranitas de San Antonio) estaban por todos lados, incluso subidas en los afloramientos rocosos de las orillas, pero sobre todo metidas en el agua, algunas de ellas sin perder el tiempo en pleno amplexo.














No pude evitar bromear con que aquello era como una discoteca, a la que también se unían los tritones pigmeos, silenciosos en comparación con las ranitas y ranas, pero vistosísimos con los machos luciendo verdaderamente espectaculares con sus crestas.







Os mando desde aquí un fuerte abrazo a Raúl, Rubén, Antonio, Mauri, Yeste y Juanpe, porque fue una auténtica maravilla poder compartir salidas así con gente que lo vive tanto, ¡así da gusto!

Pensaréis que ha faltado hablar más cosas, entre ellas del parque natural en sí, pero decidí dividir esto en tres entradas distintas y la próxima será dedicada al curso tan completo que tuvimos.



martes, 26 de abril de 2016

Polluelas pintojas, cercetas carretonas... y de todo






Sigamos un poco con lo que se va cociendo (estos días literalmente, menudo calor hace desde ayer) por Los Palacios y Vfca. (arriba en la foto con una garceta grande delante).

En el Brazo del Este he ido disfrutando mucho con el ajetreo primaveral que bulle por casi todas partes, empezando por los vivos colores de aves como el calamón (Porphyrio porphyrio) o el pato colorado (Netta rufina).







Y continuando con los gráciles vuelos de elegantísimos voladores como el fumarel cariblanco (Chlidonias hybrida), la pagaza piconegra (Gelochelidon nilotica) y la canastera (Glareola pratincola).

En este curso, a diferencia de cuando estuve por aquí hace dos años, estoy viendo con frecuencia a las pagazas, que destacan sobre sus primos los fumareles cuando se aprecia su mayor tamaño y blancura.










La temporada estival nos ha traído a otros que no se dejan ver con tanta facilidad como los tres de arriba, pues la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) y la garza imperial (Ardea purpurea) prefieren pasar desapercibidas entre la vegetación palustre; aunque a las garzas imperiales se las encuentra con facilidad cuando ya se conocen sus lugares preferidos.










Luego tenemos a los que típicamente se dejan ver durante los pasos migratorios, aunque alguna especie se queda a criar escasamente.

Por ejemplo pude por fin encontrarme con una pareja de cercetas carretonas (Anas querquedula), anátida en la que los machos no son tan coloridos como suele ser habitual en otras, aunque igualmente bonitos en cuanto a dibujo y contraste.






En la última foto de cerceta carretona habréis observado que hay un andarríos bastardo (Tringa glareola), limícola que suele aparecer abundantemente en estas fechas de paso junto a otras tantas aves limícolas. Ha sido notorio ver algunas de estas aves desarrollando su plumaje de cría, como el archibebe oscuro (Tringa erythropus) empezando a dar sentido a su nombre (semanas antes eran todos muy claritos) y los machos de combatiente (Philomachus pugnax) dejando entrever sus curiosas galas nupciales tan especiales entre las limícolas.










El mismo día de las cercetas carretonas, el 6 de este mes, justamente en el mismo momento y lugar apareció una de las polluelas pintojas (Porzana porzana) dándose unos paseos al descubierto de manera bastante prolongada. Todo un gustazo con lo discretas que son las malditas.









Para terminar, la que posiblemente sea mi última cita de cigüeña negra (Ciconia nigra) invernante, del día 7.

Estas fotografías son, como veis, de las primeras semanas de abril, así que podréis imaginar que mientras tanto han sucedido muchas cosas... por ejemplo, a ese archibebe oscuro de más arriba lo veréis más negro aún, acompañado por una mayor oleada de limícolas, además de otras cosas que ya se verán en su momento; aunque tardaré, porque las próximas entradas las dedicaré al curso de reptiles y anfibios de Andalucía que hice en el P.N. Los Alcornocales (y aviso que será tremendísimo).