En
la entrada del pasado lunes os enseñaba una parte de los regalos de nacimiento que preparé para regalar a mi sobrina Blanca. Aquí podéis recordar el conjunto
de camisetas que hice para la mami y la peque.
Hoy
os voy a seguir enseñando otra parte de los regalos que le hice.
Cuando
he hecho detalles de este tipo para recién nacidos, siempre me ha parecido que
algo muy práctico para regalar a los
papis es un juego de funda nórdica para la cuna del bebé. Es algo que van
a necesitar en cuanto empiece a hacer frío y nunca me ha gustado abrigar a los
peques con capas de mantas pesando sobre el bebé.
Ya
os enseñé alguno de estos conjuntos para cuna aquí o aquí. En estos
que hice anteriormente usé alguno de los diseños
con los que suelo decorar las camisetas.
En
esta ocasión se me ocurrió hacer un modelo
totalmente novedoso. En primer lugar, decidí en una de las partes de la
funda hacer una especie de patchwork,
empleando varias telas con estampados muy dulces que me pareció que combinaban
entre ellas a la perfección.
Y
como en las otras fundas que ya había hecho antes, quise poner una nota de alegría con toques de tela,
pintura y crochet.
Así
es como quedó la funda nórdica, con
su cojín a juego:
Tanto
en el cojín como en la funda empleé varios mandalas
de crochet. Y es que he de confesar que me encantan este tipo de creaciones
geométricas, que otras veces ya he empleado para decorar camisetas. Pero en
esta ocasión los he convertido en flores decorativas.
La
parte trasera de la funda también está
realizada con una combinación de telas, aunque aquí sólo son una lisa en color
beige y una de las estampadas que he usado en la parte delantera, por lo que,
si se quiere, se puede poner por esta otra cara sin ningún tipo de problema (ya
sabéis de mi obsesión por hacer las
cosas reversibles…):
Al
igual que el cojín, que por ambas
caras presenta acabados distintos:
Y
para completar el conjunto decorativo para el dormitorio de Blanca, se me
ocurrió hacerle un cuadrito
personalizado siguiendo la misma estética, para que conformaran un todo:
Como
véis, el cuadro lo he personalizado con el nombre
de la peque, para darle un toque más entrañable y único.
¿Os
gusta cómo ha resultado este conjunto? Yo creo que ha resultado muy dulce,
aunque sin llegar a caer en lo cursi, ¿no os parece?
Pues
con esto aún no he terminando de enseñaros los regalitos de Blanca. El próximo lunes os enseñaré la última parte, para no hacer esta
entrada demasiado larga y aburrida.
Espero
que os asoméis por aquí el próximo día para ver cómo termina todo esto :-D
Besos
y hasta la próxima entrada.