Aquel niño desgarbado e inquieto mutó en un purasangre veloz, ágil y metódico.
La natación le regalaba tranquilidad y seguridad, aquel pasillo inundado y demarcado lateralmente, con una raya negra fondeada, le indicaba la dirección que le permitía ir rápido a la vez que su mente optaba por la marcha “slow”.
Aquel don para flotar sin mostrar apenas esfuerzo y fatiga, añadiendo el disfrute de hacerlo bajo presión , braceando con alas de mariposa musculada formando aros dorados alrededor de su cuello, le ha hecho entrar en el Olimpo de los Grandes.
Sus longevos 27 años ya no le permiten esfuerzos extremos pero otra raya negra le indicará otras direcciones, siempre con el agua de fondo.
Glosagon.
Nota de la autora: normalmente mis personajes son ficticios, o casi, en este caso he querido hacer mi modesto homenaje a este hombre con alas( Michael Phelps) que ganó TODO en su modalidad en las pasadas Olimpiadas de Londres y porque me parece un ejemplo de cómo con sacrificio y esfuerzo se puede lograr alcanzar metas e incluso la gloria.