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miércoles, 1 de octubre de 2014

De regreso a oktubre

Llegó octubre y sí, es una obviedad, iba a llegar de cualquier modo. El almanaque es una mentira recurrente, el tiempo no existe pero en este plano nos persigue sin piedad. Lo interesante de este octubre es que me alcanza en el Cairo. Si el anterior había sido el dejá vu de un sueño casi abandonado, éste es la claudicación ante toda referencia. La revolución está en todos lados, la más íntima, la de los sentidos, los afectos, las proximidades, los abrazos. Todas las torres se cayeron en un sueño de algunas noches atrás y, en medio del derrumbe, se colaban los bocinazos de la siempre inquieta plaza Tala'at Harb.

La aventura cairota está llegando a su fin. Al principio no sabía cómo acomodar el cuerpo en las calles de esta ciudad, ahora no me quiero ir. Sumergirse en la experiencia egipcia contemporánea es desafiante y fascinante, demanda interés e intención, paciencia y respeto, tolerancia y aceptación. Superados ─mejor digo, integrados─ los mil y un obstáculos cotidianos, la máscara se resquebraja y permite descubrir a un pueblo hospitalario y generoso que está de pie, despierto, frente una encrucijada de caminos.

domingo, 11 de mayo de 2014

Volver

El Palacio Salvo perdió la antena y una bicisenda pasa por la esquina de mi antigua casa. La pequeña Sara llegó antes de tiempo, la conocí cuando tenía tan solo treinta y cinco semanas de edad gestacional corregida, más dos días. Olivia ya camina, aunque a veces se le tuercen un poco las patas traseras. Todavía no me tocó un temporal fuerte, de los que rompen los bancos de la rambla. Tengo que reconstruir un tejido chingado, como un buzo al que agarró el agua en la cuerda. Tengo que averiguar dónde quedaron mis patines, mis documentos uruguayos ─cédula, credencial, tarjeta del videoclub─, mis rituales mañaneros, mis neurosis obsesivas. Tengo que redefinir mi concepto de casa y trabajo. Me preguntan por el viaje. Cuál. Hace más de un mes que estoy viajando y aún no llego. Volver al hogar no es una metáfora, una declaración o un anhelo, es más parecido a un dolor de panza, pero de hambre. También es una trampa de osos colocada por mí, en mi propio pie, como una media de nylon.

lunes, 28 de abril de 2014

Montevideo


Los zapallos se acomodan en el carro.

Los zapallos,

El carro,

La cáscara y la pulpa,

El camino, el tranco,

Y la memoria.

viernes, 7 de febrero de 2014

Keep calm and visit friends in London

Juega el Fulham de local, a pocas cuadras de lo de Irán y Graciela, en Hammersmith, al costado de uno de los tantísimos recodos del Río Támesis. La hinchada está enfervorizada, a pesar de que ocupan el último lugar de la tabla. Pero en esta familia todos son hinchas del Chelsea, especialmente Mateo, quien juega al fútbol en la escuela, en el campito sobre la Fulham Palace Road y en el living de la casa.

Londres es un pulpo con doce brazos, uno por cada línea del Underground o Tube, como le dicen ellos al metro. Tomo un mapa y anoto los puntos cardinales: dirección este u oeste, es lo único que se debe saber con certeza antes de bajar a la plataforma. Atravesé varias veces la ciudad para llegar a sitios como la Brick Lane, el Hyde Park, la Catedral de St. Paul o el Barrio Chino.

No voy a hablar de Londres porque tomé muchísimas fotos que hablan por sí mismas. Lo mejor de esta parada en la larga ruta que llevo hecha, fue volver a ver a Irán, Graciela y Mateo. Especialmente a éste último, porque los adultos nos mantenemos más o menos igual, pero los niños crecen.

Estuve sacando cuentas y con Irán nos vimos siete veces en nuestras vidas: dos veces en Florida, más de dos décadas atrás; en Montevideo, cuando vivía con Alejandro en la calle La Gaceta; en Florida nuevamente, cuando me casé; en Montevideo una vez más, en su primer viaje a Paraguay luego de que se mudara con Graciela a Londres; en Asunción, en otro de sus viajes a Paraguay; y, finalmente, en Londres. Las vueltas de la vida, las nuestras también han dado muchas vueltas. Vaya uno a saber cuándo y dónde nos veremos de nuevo. A los tres: gracias gracias gracias!!!

* En la foto estamos en la Trafalgar Square, en los festejos por el Año Nuevo Chino.

martes, 31 de diciembre de 2013

Hojas

Cuanto más esperes por el futuro, más breve será cuando llegue.

Aniushka, la perra de Voitek, está despatarrada a mis pies. Disfruta de la calma previa a las explosiones de fin de año, mientras yo ordeno y pongo nombres a las fotos de Varsovia, del Parque Real Lazienki y de los rastros del Gueto. Así de diversa es esta ciudad, así de profunda. No es posible ignorar los sufrimientos perpetrados y padecidos, hay alertas en cada esquina. Tampoco es posible dejar de saborearla, el presente vibra en otra clave.

Esta noche nos iremos a la Plaza Zamkowy a arrancar la última hoja del almanaque. De las anteriores, atrapo al vuelo algunas y me veo buscando la salida del puerto de El Pireo con Silvia en Atenas; fumando con Yotsko en la azotea de Plovdiv; tomando café con canela con Stanislava en el balcón de Veliko Tarnovo; cosechando papas con Carol en Cherven; haciendo dedo con Miha para llegar a Cabo Kaliakra; tomando cerveza con Ruggero y Rosa en el vagón comedor del tren a Kars ; y chacha con Giani en el mercado de Tbilisi; caminando por el Gran Cáucaso con Erika y Jiri; y con Voitek de regreso a Meghri, en el sur de Armenia, con las montañas iraníes como telón de fondo; despidiéndome por tercera vez de Jordi y Alberto en Yerevan; buscando las termas de Lixha con Carlos y Jonathan en Albania y jugando al pool con Jonathan en Sarajevo; tomando mate con Laura en Plovdiv, con Maja en Novi Sad y con Vesna en Uzice; cruzando el puente sobre el Drina con Vesna, Jasna y los niños en Visegrad y cocinando ñoquis para todos ellos; yendo al Arena de Belgrado con Christian y despidiéndome de Jonathan por cuarta vez en esa ciudad.

Que el 2014 los encuentre en el presente, el único lugar donde todo ocurre; y compartiendo amor, la única razón para estar aquí.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Belgrado

Segunda vez en seis meses que siento nostalgia. La primera fue en Georgia, en el medio de una indigestión. Pero hoy no fue la sopa de hongos. No se bien qué fue. Capaz que la caminata por la rambla que bordea el Danubio, o el sol que hoy por fin ilumina el centro de Belgrado, tan parecido al de Montevideo. Que me llegan invitaciones a despedidas de fin de año. Que es el cumpleaños del General y que después viene el mío. La lista podría ser muy larga porque a veces, como dice Sabina, nos sobran los motivos, pero de sobra se que con uno alcanza. También se que la sudestada, como en Montevideo, va a ser intensa y va a dejar la vereda llena de ramas, pero no va a durar más de lo que le lleva a un serbio reponerse de una resaca.

Volví del sur (Uzice, Mokra Gora y Visegrad) ayer jueves con la idea de hacer el walking tour por Belgrado hoy viernes al mediodía. Y llegué tarde al punto de encuentro, en Trg Republike. Trg, plaza. Tsrkva, iglesia. Krst, cruz. Srpski, serbio. Ayer Milo, un amigo de Vesna, me explicaba que en serbio, cuando hay una conjunción de varias consonantes, la letra r funciona como vocal, marcando el punto de quiebre en la palabra. En un improvisado recorrido por Bulevar Aleksander, me mostró el monumento a Vuk Stefanović Karadžić, el mayor reformador del idioma serbio. También estuvimos en un Club de Bridge, en un apartamento ubicado en un tradicional edificio de la ciudad, justo arriba de una Milonga; y en el bar Tortuga Negra, donde me contó de sus planes de irse a vivir a Siberia, a cuarenta grados bajo cero, mientras templábamos un poco la sangre con vino tinto caliente.

Belgrado me gusta mucho más de lo que hubiera esperado. Le iba a dar un par de días antes de seguir rumbo a Sarajevo, hasta hace dos semanas la perla de los Balcanes. Los Balcanes, sangre mezclada y revuelta, siempre espesa y vibrante, nunca del todo seca. A pesar de mis esfuerzos por parar y deshacer el bolso, aquí y ahora no hay nada que me retenga, motivo suficiente para seguir viaje.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Compañeros

Viajando y viajando voy conociendo gente y haciendo amigos. Todos tienen un lugar en mi corazón, aunque debo reconocer que algunos ocupan más espacio: cada tanto, aparecen compañeros de ruta con quienes uno vibra en la misma sintonía.

He pasado días enteros sin ninguna compañía en diferentes lugares. En esos momentos, descanso, de alguna manera me preparo. Porque a los compañeros no es posible buscarlos. Las almas hermanas andan por todos lados y aparecen solas, así como el viento junta las hojas. Y así mismo, el viento las barre y las dispersa.

¿Y cómo es para mí un buen compañero? Bueno, sin dudas tiene que compartir la botella de agua sin temor a los gérmenes, abrazar con calidez, preguntar sin miedo, comunicarse con asertividad, estar dispuesto a cambiar los planes ─tanto para ir hacia adelante como para dar marcha atrás─, seguir las migas de pan que aparecen en el camino y despedirse con sencillez.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Esa entelequia

Hace tres meses que estoy viajando. Parece una eternidad.

Ayer me sentí muy mal por causa de una sopa que había cenado la noche anterior. No quiero ponerle dramatismo a una simple indigestión, pero el malestar era tan grande que lo único que quería era irme de Georgia. Claro, eso implicaba salir primero de la cama, hacer el bolso, comprar un ticket hacia algún lado y viajar, en ese estado. Me largué a llorar, era mucho más fácil. Como por milagro, las lágrimas aflojaron las tensiones en mi estómago y vomité los restos de la sopa en el piso, al lado de la cama. 

Hace unos días una amiga me preguntaba cómo me sentía. El relato oficial ya lo leí, me dijo. En tres meses he tenido tiempo de experimentar todo tipo de sensaciones. La más fuerte y menos agradable es el miedo. No me he visto envuelta en ninguna situación que objetivamente pudiera justificar ese miedo, pero la emoción persiste. Y ayer experimenté por primera vez la soledad como algo negativo. Estar solo y aprender a disfrutar de la compañía de uno mismo, es una nutritiva experiencia. Pero sentirse solo estando enfermo, realmente nos pone a prueba. Por fortuna, hoy me siento mucho mejor - incluso pude desayunar - y no estoy pensando en volver... aún.

Claro que enfrentar el miedo - incluído el miedo a estar solo - es parte del desafío que conscientemente elegí vivir y se que al hacerlo gano en libertad, el más preciado de los dones. La libertad, esa entelequia, no es más que la ausencia de miedos.

martes, 9 de julio de 2013

Nadie espera en Koprivshtitsa

El tiempo en Plovdiv transcurre con la misma lentitud que la que ya retratara García Márquez en La siesta del martes. Para qué intentar describir la pesadez, el calor y el vacío en las calles durante las horas muertas, me pregunto. Mejor hablarles de Koprivshtitsa.

Quisiera poder decirles que es un pueblo encantador situado a unos pocos kilómetros de Plovdiv. Que tampoco queda demasiado lejos de Sofía - digamos que Koprivshtitsa se encuentra equidistante a ambas -. Que en ella viven cerca de tres mil personas y que la arquitectura conserva el autentico estilo búlgaro del siglo XIX. Que el río Topolnitsa la atraviesa y las montañas de Sredna Gora la envuelven y protegen.

Hace una semana que estoy en Plovdiv y no hay buses ni trenes que vayan a Koprivshtitsa. Cada día atravieso la ciudad y me asomo a la ventanilla de información, cerca de los andenes. La mujer que me atiende - rostro serio, adusto, un desprevenido diría que con expresión de enojo, pero ya conozco un poco a los búlgaros, no voy a depositar en ella mi necesidad de una sonrisa - me dice una vez más: Hoy no hay tren a Koprivshtitsa.

Y no quiero ponerme terca, insistente. Quizás nadie en ese pueblo quiera recibir visitas. Tienen agua y comida, imagino. Agua, con certeza. En este lugar parece haber tantas fuentes de agua mineral como campos de girasoles. ¿Jugarán al backgamon en la plaza? Quiero creer que sí. Aunque, ¿se supone que eso deba importarme? ¿Por qué querría yo saber a qué juegan y qué hacen y por qué no reclaman que los trenes lleguen a su pequeña estación junto al río Topolnitsa? Reconozco que he sido un poco obtusa algunas veces. He querido hablar con quien no escucha, he deseado estar donde nadie espera. Todos hemos querido estar en Koprivshtitsa alguna vez.

miércoles, 8 de mayo de 2013

esto

quien dice gracias dice qué bueno esto que me has dado, donde esto podría ser un ramo de flores, el asiento en el bus, una llamada oportuna, plata para ir a la panadería, la hora, un mensaje porque se terminó tu saldo, un hombro para llorar -o un kleenex-, una mentirilla para salir de un apuro, la agarradera para sacar la comida del horno, un regalo de cumpleaños, orejas enormes, silencio, una cadena de eslabones libres.

viernes, 19 de abril de 2013

ruta


casi viajando.
dibujo rayas en el mapa. atravieso valles y ciudades. recorro todos los mercados. pruebo los frutos de la tierra. oigo hablar muchas lenguas.
llego hasta las orillas de un mar -dicen que un lago-, sin poder zambullirme. un mar de aguas crispadas.
aún no obtengo la visa para cruzarlo.
me pregunto si las rutas son trazadas por la voluntad o el azar.


jueves, 21 de febrero de 2013

volver al futuro

tengo sueño y me cuesta escribir. se me caen los parpados. es 2013, febrero 21. en un mes, el día y la noche se reparten la jornada, mitad cada uno. equinoccio. para ese entonces, ya habrá cambiado la hora.
y yo mientras, con el reloj varias semanas adelantado.
se me caen los párpados, es cierto, pero la memoria nunca duerme.

martes, 11 de diciembre de 2012

deja vu



la chiru, con su post sobre la ropa vieja, me trajo algunos recuerdos.
me vi de nuevo caída dentro de una enorme remera de mangas largas, de un amarillo sol, cálido, refulgente. me acordé de lo feliz que fui por esos días.
también tuve añoranza de los momentos en que me sentí exhausta y sola, porque nunca antes había conocido mi propio valor con tanta intensidad.
amarillo sol, dije? sí, eso.


lunes, 26 de noviembre de 2012

god save the queen

este reino necesita un nuevo rey, dice la rana en su lecho de muerte. instantes después, el pueblo se viste de luto. sí, estoy viendo la segunda o tercera parte de shrek.

en el informativo -y ante la falta evidente de verdaderas noticias- el príncipe carlos de inglaterra manifiesta su temor de no llegar nunca al trono.

reinas y reyes coronados por la historia en virtud de su (de la) sangre. sangre propia en el más pacífico de los casos, por directa imposición de una línea sucesoria. sangre ajena las más frecuentes -y feroces- de las veces. qué nos queda a los simples mortales, más que cultivarnos nuestro propio -inefable- reinado.

viernes, 9 de noviembre de 2012

under construction






y cómo se abrió paso en el camino de grava? fue primero el pie izquierdo o el derecho? o ambos, como salto de canguro?

no había camino, no había grava. un mar de piedras, había. gruesas, azules, puntiagudas.

difícil, difícil...

ni tanto. traje una pala y comencé a levantar la piedra y a amontonarla a ambos lados del camino de grava.

cuál camino de grava?

el que estaba debajo de la piedra.






domingo, 23 de septiembre de 2012

propósito



voy a hacer en un párrafo unas tontas pocas cosas: salir desnudo a la calle -sin traje, sin reserva-; matar a ese sujeto -lejano, extraño, indiferente, ausente- que se cruza en mi camino; y llamarte -no dije nombrarte- como hacen las aves al caer el sol.

luego, dejaré el lápiz y me iré a dormir.

miércoles, 22 de agosto de 2012

big bang





la culpa es del clima (la humedad llena las paredes de fantasmas), del tiempo (agosto va tras setiembre como el psicópata tras su presa), del cansancio (un elefante gris plomo se acuesta a mi lado en la cama) y de los demás (veo un lobo que acecha a otro lobo). algunos días somos tan poderosamente frágiles como el reloj que detona la bomba de tiempo.

sábado, 11 de agosto de 2012

cuando pase el temblor

hoy es el cumpleaños número cincuenta y tres de cerati. hace dos que duerme en una cama de hospital, asistido por un respirador artificial. miles de personas a lo largo y ancho de américa latina le dedican palabras de aliento.

decir feliz cumpleaños, gustavo, no sería lo más adecuado, o quizás sí? no sabemos si sufre o es feliz. está en un lugar inaccesible para nosotros.

los años no se cuentan, se viven. y los años que vivimos dormidos, valen? estar despierto no es sinónimo de estar vivo. estar consciente sí. despierto o dormido, porque el sueño es una forma de consciencia. muchas veces es un estado más alerta que la vigilia. cuántos problemas resolvemos a través del sueño? cuántas respuestas, mensajes, advertencias y anticipos de buenas nuevas nos llegan mientras dormimos?

entiendo que yacer en un sueño eterno tampoco es vida. pero ésta no nos fue dada para atravesarla con los ojos abiertos y el alma profundamente adormecida.

sabés qué, gustavo, te deseo un muy pero muy feliz cumpleaños! si querés dormir un poco más, yo te banco. capaz que así nos damos cuenta de que va siendo hora de despertarnos todos.

y gracias totales


viernes, 20 de julio de 2012

brotes



me está creciendo el pelo. en realidad, me lo estoy dejando crecer por primera vez en varios años. dentro de poco voy a poder atármelo.

hace un tiempo tuve un sueño donde sucedían ciertas cosas que no vienen al caso. el tema es que en el sueño mi hermana mayor tenía un crecimiento de canas como de cuatro centímetros. mi hermana no tiene casi canas. tampoco se tiñe el pelo. esa imagen fue la mejor manera que encontró mi inconsciente de mostrarme el paso del tiempo, algo así como colgar un almanaque en la escena.

cuando era niña, el momento en que nacían los primeros brotes en los árboles desnudos jamás se me pasaba por alto. la naturaleza cumple sus ciclos a rajatabla. sentirlos, es una cualidad que la vida civilizada tiende a inhibir.

los momentos de hablar o de callar, de dar batalla o guardar las armas, de cruzar la calle, cambiar de casa, patear el tablero, saltar al vacío, todos ellos son como los brotes. el árbol sabe cuándo.


lunes, 9 de julio de 2012

αω



cuánto tiempo cabe entre el minuto 59 y el 01?
cuánto tiempo cabe entre el UTC -1 y el +1?
cómo se mide el espacio que deja el aliento al salir del cuerpo?
cómo se mide el aire que va a llenar ese espacio?
no hay tiempo donde pararse a detener el tiempo
ni espacio con que moverse para hacer lugar
dos pasos o dos millones de pasos
es igual
la naturaleza del tiempo y del espacio no se ajusta a las medidas de cantidad
la intensidad es la única medida