Hay momentos en los que el alma reclama a gritos el remanso... momentos en los que la vida se empeña en mostrar únicamente su lado mediocre y miserable... te despiertas una mañana con la ilusión y la fuerza del sol que ahora mismo pelea su puesto con las nubes, decidida a dar lo mejor de ti, a sumar a lo largo del día los tantos que por la noche te garantizaran la serenidad del sueño tranquilo, simplemente decidida a vivir la vida de este día con toda la humanidad de la que puedas ser capaz y que, en mi particular modo de ver las cosas, es medida más que suficiente... y sucede que, un instante después de dar ese primer paso, las ruedas de tu carro solo encuentran un camino cuajado de piedras... la del incompetente, la del envidioso, la del ingrato, la del irresponsable, la del prepotente, la del arrogante, la del "listo" y la del estúpido, la del arbitrario, la del traidor, la del orgulloso, la del mentiroso, la del cobarde, la del adulador, la del alcahuete, la del hipócrita... son tantas las piedras de los miserables que no soy capaz ni de llevar bien la cuenta sin perderme... Y el alma se resiente y se duele y el día se representa como un océano profundo en el que braceas a todo lo que dan tus pulmones y tu coraje, con la vista clavada en ese reflejo de luz esperanzador que hay mil metros más arriba y que marca la línea que separa el agua que te envuelve de la bocanada de aire que te dará el oxígeno... Y te agarras a un gancho! :)
Los tengo de todos los colores, numeraciones, clases y tamaños; agrupados en pequeñas fundas que yo misma tejí a como me nació de dentro; a veces hasta pienso que si me formularan esa pregunta tan simplona de "qué te llevarías a una isla desierta?", no serían mis ganchos lo primero que me viniera al pensamiento :)... Y su sola evocación me devuelve la sonrisa siquiera por un momento fugaz :)
Porque sé que el incompetente no sabría qué hacer con ellos; que el envidioso despreciará mi gancho; el ingrato, para quien ya tejí, no penará si lo pierdo; el irresponsable lo perderá si se lo confío; el prepotente creerá que lo baila mejor que yo aunque nunca lo ha sentido entre sus dedos; los "listos" y los estúpidos no saben lo que es un gancho; del arbitrario, Dios te ampare y la vida lo ponga frente a su propia arbitrariedad; el traidor querrá clavármelo en la espalda :); el orgulloso respingará su nariz, jaaaa!; el mentiroso, mentirá; el cobarde jamás sabrá manejar un gancho, hay cosas que requieren el impulso de atreverse :); el adulador creerá que puede dármela con queso negando la evidencia de mis puntos equivocados; el alcahuete... Dios nos libre también de los alcahuetes! Y el hipócrita? Del hipócrita nunca te puedes fiar! :) Y veréis... yo creo que ser consciente de todo esto, ser capaz de percibirlos como algo hostil y sentir con dolor sus aguijonazos, necesariamente me coloca en frente de todos ellos y esto, marca una más que sutil diferencia a mi favor... O no? :)
Yo me agarro a mi gancho! Lo de menos es lo que teja con él, estaría loca si pretendiera reivindicar esa pericia :), es más simple que todo eso... sencillamente tejo y tejiendo, me repliego dentro y dentro, siento que mi alma alcanza la orilla del remanso... Bendito este rinconcico del mundo en el que está mi casa, bendito el sonido que me envuelve en cuanto cruzo el umbral de su puerta, bendito el gancho que me espera dentro y bendito el muro que la protege y la mantiene a salvo de los necios; porque adonde está mi gancho no llegan los miserables, el amor circula como el aire, viene y va sin reclamos, ni pretensiones y el sereno fluir del remanso se acompasa con el sonido de otros ganchos que, como el mío, entretejen los días con la suficiente humanidad como para cerrar las heridas de una piedra que, si nos detenemos a pensar, no vale ni el esfuerzo de mi pie para apartarla :)
"Ferida" soy, más no muerta, tengo un gancho y sé tejer! :)
Hoy lo hice para mi Carmela... Porque prefiero su mirada de plástico a muchas de las que he de soportar cada mañana :)
Porque sonríe, algo que no todo el mundo sabe hacer... :)
Porque puede mirar de frente y sostener la mirada... :)
Porque es lo que es y como tal se muestra... :)
Porque si le levanto el bracico puedo lanzaros un beso :)
Porque, en el camino hacia el remanso, esta tarde me topé con ella y no me dio la espalda :)
Porque ya os he contado que mis amigas y yo ahora estamos jugando a Blays :)...
Y como no tengo ningún problema con las entradas largas y Teresa me pidió una foto de grupo, aprovecho para darme un baño y os enseño alguna de las que voy acicalando, lalalaaaaaa...
De izquierda a derecha, Zoe, de la que por ahora no sabéis nada, aunque esto es algo que remediaré sin duda :), Irene, mi Blay marinera, Estela ♥, Daniela, mi Blay canadiense que no sé donde nació, ni me importa :), Lavanda y mi pasión por la Toscana :) y Serena, mi preferida Blay por siempre, porque por ella sé que, pese a todo, la bondad aún tiene refugio en algunas personas y yo he tenido la inmensa suerte de conocer y poder contar con un puñadico de ellas :)
Y aquí, de derecha a izquierda, Daniela, mi canadiense que tal vez no lo sea, ni me importa :), Zoe, con la ropica que le tejió mi hermana Vic :), Irene, mi marinera, Ángela con los lacitos color amapola que seguramente nunca le quitaré, Lavanda con Malibú y su vestidico sin patrón y mi Estela, la Blay que sabe de las palabras que sí merecen la pena :)
Cualquiera puede tener un mal día, lo importante, en realidad, es tener un buen gancho! Lalalaaaaa...
:)