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19 de octubre de 2013

Ya es otoño en la Albufera!

Con la recogida del arroz ya finalizada, comienza la inundación de los campos que pronto se llenan de infinidad de aves de multitud de especies diferentes. Patos, garzas, limícolas, rapaces, gaviotas, paseriformes, ... todo un espectáculo para los amantes de las aves.

Desgraciadamente también comienza la temporada de caza. Y la satisfacción que proporciona ir observando las grandes concentraciones y la enorme diversidad de aves  (allí donde los cazadores no llegan) y la emoción de ir descubriendo las diferentes especies; queda algo ensombrecido por el continuo pim-pam-pum de fondo.
En el observatorio del Raco de l'Olla, un niño, con toda su inocencia, preguntaba a su madre: "¿Qué fiesta es hoy que están tirando tracas?". Desde luego no era día de fiesta para los miles de aves que caerán masacradas bajo el plomo escupido por cientos de escopetas. Ni lo serán los que vienen hasta que acabe la temporada.

Pero a pesar de ello, no podemos dejar de advertir que ... ¡ya es otoño en la Albufera!
Poco a poco la lámina de agua se ira extendiendo desde el lago a la marjal y un inmenso espejo plateado cubrirá gran parque del Parque Natural preparado para recibir miles de aves migratorias e invernantes.

Esta mañana he tenido oportunidad de ver las primeras "V" de Cormorán grande acercándose a la Albufera desde el norte.

 Luego, en la Mata del Fang, ya ocupaban los postes y orillas. Y nadaban entre centenares de Azulones, decenas de Patos colorados (que deberán llegan por miles más adelante), Cucharas europeos, algún Tarro blanco y un solitario, al menos en apariencia, Ánade rabudo.


Los arrozales próximos a la carretera de El Saler bullían de vida. Garzas reales, Garcetas comunes, Gaviotas reidoras y Gallinetas formaban el grueso de la "tropa". Entre ellas, como estrellas invitadas, se dejaban ver Garceta grande, Morito, Garcilla bueyera y alguna Gaviota sombría. Y, en un curioso acompañamiento, otra especie nada acuática pero que aprovechan los granos de arroz que quedan entre los rastrojos tras la siega: la Paloma torcaz.
Garceta grande (Egretta  alba)
Garza real (Ardea cinerea) Morito (Plegadis falcinellus) y Gaviota reidora (Larus ridibundus)
 
Por el cielo bandos formados por centenares de Estorninos (negros o pintos no lo he podido determinar) que también llegados del norte se sejaban caer aquí sobre el arrozal, allá sobre el carrizo o más allá sobre el bosque de la Dehesa donde los he visto alimentándose de los frutos del lentisco (Pistacia lentiscus).


Una parada en la Gola de Pujol confirma que la temporada de caza ha comenzado, pues sobre la protegida Mata del Fang  se ven miles de patos, Azulones en su mayoría, tanto en las aguas que la rodean como volando sobre las islas de vegetación. Junto a ellos algunos cormoranes y la silueta de varios Aguiluchos laguneros "patrullando" sobre todos ellos

Mientras  observo como los Charranes patinegros se arreglan el plumaje, ya invernal,  posados en los postes que utilizan los pescadores para calar sus redes; pasan sobre mi cabeza un Águililla calzada y un nuevo ejemplar hembra de Aguilucho lagunero en vuelo rasante sobre el agua. Mientras una de las tradicionales barcas de vela latina surca también las aguas.
 Charrán patinegro (Sterna sandvicensis) (izq.) y Gaviota reidora (dcha.)
 
Albuferenc con vela latina
Aguilucho lagunero occidental ( Circus aeruginosus)
Gaviota sombria (Larus fuscus)
Junto a los charranes, varias gaviotas: las pequeñas G. cabecinegras, perdido en esta época el atributo que les da nombre, una  Gaviota patiamarilla y, más lejana, una nueva G. sombría.

En las lagunas del Racó de l'Olla, colonizadas por miles de azulones, encuentro de nuevo algún Tarro blanco y algún Cuchara europeo. Pero destaca la presencia de 6 jóvenes ejemplares de Flamenco y una buena representación de limícolas: Cigüeñuelas (abundantes), Combatientes (con diferentes patrones de plumaje), Agujas colinegras, Avocetas (escasas) y un solitario Archibebe claro. Entre ellos algún correlimos pero la distancia y la luz no me permiten identificar la especie. Me llama la atención observar entre estas aves al menos 3 con un tarso amputado.
Cuchara europeo (Anas clypeata)
Tarro blanco (Tardona tardona)
Flamenco común (Phoenicopterus ruber)
  
Aguja colinegra (Limosa limosa)
 
Combatiente (Philomachus pugnax)                        
Avoceta (Recurvirostra avosetta)
Azulón (Anas platyrhynchos)
Cigüeñuela (Himantopus himantopus)
Un destello azul certifica la presencia del Martín pescador, cuyo reclamo parecía sonar mezclado con el de los paseriformes que ocupan la pinada. Entre ellos distingo Mito, Carbonero común, Petirrojo y Agateador común. Una Lavandera blanca se une a última hora cuando ya voy camino de vuelta al coche.

La última parada en el Estany de Pujol aún me permite añadir 3 nuevas especies a la lista de observaciones: Andarrios chico, Chorlitejo grande y Gaviota de Audouin. Junto a ellas de nuevo muchos azulones, una solitaria garceta común y al menos 3 archibebes claros en la isla.
Mientras llama mi atención un pollo de gaviota cabecinegra reclama lastimosamente desde la orilla opuesta. Me acerco y parece encontrarse en buen estado.Quizá solo reclame comida a un adulto que vuela también por las inmediaciones.

Ya de vuelta a casa, desde el coche, observo un pequeño grupo de 4 Golondrinas comunes en vuelo directo hacia el sur, mientras un Cernícalo vulgar planea sobre los rastrojos de un campo de arroz cerca de Pinedo.

Esta es la pequeña crónica de una escapada a la Albufera. Pido disculpas por la calidad de las imágenes, pero mi intención al publicarlas es la documentar las observaciones y ayudar a identificar la aves de las que hablo a  aquel que se acerque a este blog sin amplios conocimientos sobre ellas.




31 de diciembre de 2011

Entrenando al cachorro (despedida del año en el P.N. de la Albufera).

Aprovechando unas minivacaciones salí el viernes a despedir el "año pajarero"  por el P.N. de la Albufera con mi hijo Nacho.
Un paseo para disfrutar de un luminoso día en el campo, sintiendo el frío en la cara, mientras observamos las aves que el invierno ha traído a este espacio natural tan próximo a la ciudad. La jornada no tenía demasiada pretensiones ya que el objetivo era también estimular la afición de un adolescente que dentro de  poco tiempo se decantará entre acompañarme en estas jornadas de campo o por seguir sus otras aficiones. Por momentos me sentí como esas leonas solitarias que aparecen en los documentales de La 2  intentando enseñar a cazar a sus cachorros.
No sé si haré de Nacho un buen pajarero. Pero al menos le estoy inculcando el respeto por la naturaleza y la vida, así como cierta curiosidad por conocer la diversidad de especies de aves que habitan en nuestro entorno.
Aprovechamos también para hacer algunas fotos de este hábitat y de algunas especies comunes para presentarlas a un concurso escolar sobre naturaleza.

Y, a pesar de no plantarse como una jornada intensiva, no se dio mal ya que, además de a los habituales por estos lares (gallineta, "collvert", garza, garcilla y garceta, cernícalo, gaviotas, ...) y en esta época (cormorán grande, aguililla calzada, aguilucho lagunero, pato colorado, ...), tuvimos la suerte de observar  otras especies no tan abundantes.

Nuestra primera parada fue la Gola de Pujol. Allí conseguimos algunas fotos interesantes (para nuestro propósito claro) de un grupo de 63 ex. de Charrán patinegro (Sterna sandvicensis) que se encontraban posados en las estacas que sujetan las redes de pesca en la entrada de la gola. Junto a ellos gaviotas reidoras, una garza real y algunos cormoranes a los que pudimos ver pescar.

   
                                                                                    Fotos: Nacho Beltrán

Nos dirigimos después al Racó de l'Olla. Desde su torre-mirador pudimos observar las concentraciones de anátidas y cormoranes en la zona protegida de la Mata del Fang. Soplaba viento y las aves se habían refugiado en las orillas. Aún así, pudimos distinguir fácilmente las especies más abundantes en esta época:  Pato colorado (Netta rufiuna) y Ánade real (Anas platyrynchos).   Pero destacaban en el espacio de aguas libres del centro de la mata, un gran bando de más de 60 ex. deTarro blanco (Tardona tardona). Inconfundible por su plumaje dominado por el color blanco y su pico rojo intenso.
Más al norte otro grupo de anátidas se atrevía a abandonar la protección directa la vegetación. Esta vez de se trataba de un bando numeroso de Ánade rabudo (Anas acuta) donde destacaban claramente los machos. Entre ellos me pareció distinguir, al menos, un macho de Ánade silbón (Anas penelope) aunque la distancia y la calidad de mi "óptica" no me permiten asegurarlo.

Nunca había visto en la Albufera bandos tan numerosos de ninguna de estas 2 especies.

En las lagunas del Racó, solo puedo destacar la gran cantidad de Cerceta común (Anas creca) cerca del observatorio (más de 200 ex.) y la presencia de rapaces: Cernícalo vulgar, Aguilucho lagunero y Aguililla calzada.

De ahí nos dirigimos a la playa a la búsqueda de pardelas baleares o de encontrarnos con alguna otra sorpresa en forma de negrón, serreta o colimbo que ya han sido visto este invierno por la zona. Pasamos por el Estany de Pujol donde inicialmente solo nos llamó la atención la presencia de un Martín pescador (Alcedo athis). Pero, ya en la playa, no hubo demasiada suerte. Solo algunos charranes pescando, gaviotas pasando y un pequeño bando de 7 tarros blancos volando sobre el mar de sur a norte.

Volvimos sobre nuestros pasos y la sorpresa del día se había reservado su aparición para esta última hora.
Al pasar de nuevo por el Estany de Pujol un bando de 16 limícolas se encontraba posado en la orilla de la isla y salió volando al detectar nuestra presencia. Tuvimos suerte porque después de algunas pasadas volvieron a posarse y pudimos identificarlos: 15 Archibebe claro (Tringa nebularia)  y un Archibebe común (Tringa totanus).

Fue una buena forma de acabar el día puesto que para mí, la primera, era especie nueva.

De vuelta a casa, en el coche, aún seguimos observando aves aunque solo merece la pena reseñar un grupo grande de unos 30 ex. de Avión roquero (Hirundo rupestris) sobre el Parc de Bombers de El Saler , un bando de una 40 ex. de Avefría (Vanellus vanellus)  y la abundancia de cormoranes soleándose para secar sus plumas en los límites de los campos de arroz  inundados después de alguna zambullida.
Foto: Nacho Beltrán