Tengo tantas cosas que contaros....
Pero ahora una de fantasmas.
Como sabéis, he recogido, heredado diversas cosas y muebles de una tía de mi marido, y este verano, poco a poco, vamos sacando cajas del sótano e intentamos colocarlas o desprendernos de ellas.
Bueno a lo que vamos, Jesús subió un espejo muy bonito pero con una falta de quitar la pintura y dejarlo en su madera natural que para que, pues lo sube del sótano y me pregunta:
¿Donde lo cuelgo, en el dormitorio?
Vale, mira aquí ira bien
Bueno pues lo marco.
Total que ya se me había olvidado cuando a la hora de acostarme, yo siempre soy la última, para no despertarlo, lo hago a oscuras, pero tengo un reloj radio despertador que tiene unas cifras muy luminosas.
Me voy a la cama sin luz y me siento en la cama y me acuesto, cuando veo unas cosas blancas que se movían, menos mal que no tengo miedo a nada, y cuando mas miraba, mas se movían, y pensé que "alguien" me quería decir algo, y me espero un rato mirando y mirando a la luz del despertador, cuando me fijo bien y me pongo a reír.
Mi señorito había dejado el espejo al lado de la cama, apoyado en la pared y lo que yo veia era mis sábanas que al acostarme las movía, y cuando mas me movía yo, mas se movían ellas, y yo como una boba esperando el mensaje de mi propia cama.
Ya os digo que no soy miedosa, porque otra en mi lugar, como me dijo mi hija cuando se lo conté,
Hubiera hechado a correr
y no hubiera parado hasta Tombuctú.
¿Y vosotras, que hubierais hecho?
Un beso a las fantasmagoricas.
Eva