Hola a todos! A lo mejor ya ni me esperabais ¡no me lo
esperaba ni yo!
A más de un mes que os dejé para tomarme unos días de
descanso, vuelvo con vosotros porque me siento comprometida, de alguna manera,
con mis seguidores y amigos, de éste, mi pequeño y discreto espacio.
¿Sabéis qué me ha pasado? que se me han ido agolpando
multitud de temas, unos buenos, otros no tanto, que unidos a la desidia y el
desencanto por continuar con el blog, han hecho que no encontrara el momento de
decir: "Vuelvo".
Me he puesto a reflexionar aunque no profundamente, os digo
la verdad, se me ha hecho cuesta arriba, y he decidido que, aunque sean diez,
doce, quince... las personas que se interesan por lo que publico, ellas han
puesto sus ganas en seguirme, se han molestado en abrir una cuenta, o
simplemente han pulsado una tecla para decir que les gusta, mostrándome con
este hecho su aprecio y cariño, conscientes de que detrás de cada publicación
hay un esfuerzo, un tiempo, una ilusión, un deseo de compartir, personas que esperan
y les alegra una recetilla nueva, amigos al fin por los que merece la pena
continuar. No prometo nada, que todo es posible en la vida, pero de momento
algún tiempo me veréis por aquí. Gracias chicos-as.
El otro día hablaba precisamente con una amiga sobre esto y
me decía: " No, por favor, no lo dejes, aunque sea publica más espaciado
¡no sabes lo que me ayudan tus recetas! No tienes idea de lo cómodo que me
resulta consultar tu página, porque me orienta a la hora de pensar en qué pongo
de comer ese día, me enseña platos nuevos y además tus recetas siempre salen
bien.
No ha caído en saco roto lo que me dijo, en parte estoy aquí
por ella. Por eso hoy le dedico esta crema (que sé que le encantan) porque
estoy segura que le va a gustar, más aún cuando vea que es sencilla, con
ingredientes fáciles de encontrar, sabrosísima... Para la cena es perfecta, más
que completa.
Como llegué "de sopetón" (hablando de cremas y
eso, jjj) os pido unos días, mis queridos compañeros, para ponerme al corriente
con vosotros.
Ingredientes: (2-3 personas)
- Espárragos blancos
en conserva (medianos de grosor) 200 gr.
- Puerro (grande) 1,
- Mantequilla 1 cda,
sopera (se puede suprimir).
- Patatas 2 pequeñas.
- Huevo cocido.
- Jamón serrano en
taquitos.
- Caldo de la
conserva de los espárragos.
- Agua 300 ml.
Elaboración:
Lava el puerro y trocea menudo (corta y reserva unos aros de
la parte verde próxima a la blanca, sin desarmarlos). Pela y lava las patatas y
córtalas en trozos no muy grandes. Trocea los espárragos escurridos de su agua,
guardando ésta para después.
Pon al fuego una cacerola con la mantequilla y tres cdas. de
aceite. Funde a fuego medio e incorpora el puerro, los espárragos y la patata.
Salpimenta un poquito. Rehoga hasta ablandar el puerro.
Cubre con el caldo de la conserva, más el agua. Cuece hasta
que la patata esté blandita (si ha consumido mucho líquido pon algo más de agua
cuidando que no quede excesivamente aguada, es una crema).
Tritura y cuela para conseguir una textura más fina.
Saltea juntos el jamón y los aros de puerro en la otra cda,
de aceite. Gira con cuidado los aros para hacerlos por el otro lado. Espera que
el jamón haya cambiado de color.
Sirve la crema caliente guarnecida con el jamón, el puerro y
unas ruedas de huevo cocido. Decora con unas gotitas del aceite sobrante de
haber rehogado el jamón.