¡Hola, Bienvenidos!

¡Hola amigos!


Os abro encantada las páginas de este blog. ¡Bienvenidos!

La cocina para mí es entretenimiento, un motivo para relajarme, expresarme, experimentar y hacer disfrutar a quienes prueban mi comida; incondicionales mi familia y amigos (siempre muy agradecidos), tengo motivos para poner pasión en cada uno de los platos que hago, ojalá logre transmitírosla.


Lo dedico a mi madre.

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viernes, 19 de marzo de 2021

MUSLOS DE PATO EN SALSA DE CÍTRICOS

  


Con esta receta me uno a la celebración de mi querida amiga Marisa, Thermofan, para la celebración de su décimo cumpleblog. El lema elegido es "Te regalo mi receta" y yo encantada de regalarla, además de sentirme muy halagada por su invitación.

 

Para promocionar los productos de La Comunidad Valenciana, Marisa ha ideado que elaboremos un plato usando alguno de ellos. Estos productos están avalados por la Denominación de Origen Protegido (DOP) o la Indicación Geográfica Protegida (IGP): Productos de Valencia.

 

 


Varias empresas colaboran presentando sus alimentos.

 





Yo me he decantado por naranjas y mandarinas de lovelahuerta.com para mi receta de muslos de pato en salsa de cítricos. Estas naranjas y mandarinas tienen un sabor inigualable porque son naturales 100 % y recolectadas en su punto óptimo de maduración. Lo que es ya una apuesta segura para usarlas en mi plato.

 

Espero que le guste a Marisa, lo he hecho con todo cariño para ella porque se lo merece y por toda la paciencia que tiene conmigo. Felicidades por esos diez años fructíferos en los que nos has regalado tú también y enseñado tantas cosas.

 

-o0o-

 

En el mercado podemos disponer de piezas de pato envasadas con todas las garantías, lo que nos facilita bastante su uso, puesto que vienen cocinadas a falta de calentar, ya sea en horno o en sartén, incluso en microondas. Procuro, si se trata de confit, dar un dorado bonito, por eso casi siempre elijo el gratinado del horno. Conviene que antes de empezar el cocinado se limpien bien las piezas para retirar en lo posible gran parte de la grasa que las envuelve, lo mejor es usar papel de cocina. Debéis seguir las indicaciones del fabricante que aparecen en los envases.

 

Lo habitual sería servir con una guarnición de patatas en cualquiera de sus modalidades, setas, manzanas, peras o frutos rojos. Digamos que es lo clásico.

 

Hoy quiero enseñaros una receta de salsa espectacular que hará que os luzcáis en un día especial. Si sobra os vendrá muy bien para unos rollitos de primavera, incluso para carnes de cerdo especiadas.

 

INGREDIENTES:

 

- Zumo natural de 2 naranjas.

- Azúcar blanca 60 g.

- Fresones 6 (grandes).

- Pimienta negra recién molida.

- Sal (pizca).

- Brandy 2 cdas soperas.

- Maizena 1 cda, rasa.

 

Para caramelizar las frutas de guarnición:

 

- Fresones enteros (pequeños).

- Mandarinas en gajos.

- Azúcar, 2 cdas.

- Mantequilla, 2 nueces.

 

ELABORACIÓN:

 

Pon a calentar el zumo de naranja con el azúcar (60 g) en un cazo, cinco minutos a fuego medio. Después añade los 6 fresones grandes troceados en daditos, cuece hasta que se reduzca el líquido a la mitad. Bate y cuela con un colador de malla fina. Reserva.

 


En una sartén echa las dos cdas. de azúcar y haz un caramelo dorado, enseguida agrega la mantequilla y antes de que funda incorpora los gajos de mandarinas (de tener semillas deberás quitarlas) y los fresones pequeños. En un par de minutos, siempre con el fuego moderado, las pasas por ambos lados, después las retiras a un papel de horno. Reserva hasta el emplatado.

 


Vuelca el preparado de zumo sobre la sartén y desglasa a fuego medio. Devuelve al cazo. Salpimenta. Disuelve muy bien la harina de maíz en el brandy y la añades a la salsa, volviendo a calentar y removiendo despacio hasta conseguir un aspecto brillante y cremoso.

 

 

Enciende el horno y gratina los muslitos, mientras se acaba de hacer la salsa, hasta que cojan color dorado. Sigue las instrucciones del fabricante.

 

Sirve sobre una base de salsa, salsera aparte, y adorna con la guarnición de fruta caramelizada.




sábado, 28 de noviembre de 2020

REDONDO DE TERNERA AL BRANDY

 





No es una receta nueva, pero he querido traerla porque hay quienes me la han pedido con vistas a la Navidad y no la tenía en mi recetario.


Es muy fácil de hacer, eso sí, hay que buscar buen producto, que la carne sea de calidad y no nos llevemos sorpresas de última hora. Os aconsejo que os asesoréis bien antes de comprar. Si sale dura y al precio que está, nos llevamos un disgusto "morrocotudo". Bastantes malos ratos nos estamos llevando ya, sin comerlo ni beberlo.

 

Mis amigos y conocidos me dicen que no se sienten con ganas de celebrar, dada la situación que estamos atravesando. Yo pienso que no es buena idea, no debemos añadir más penas de las que llegan sin llamarlas. Sentir tristeza es aún peor, aumenta la ansiedad y nos afecta a la mente. Hay que poner color a la Navidad. ¡Tampoco es que nos salgamos de tiesto! ¿Qué debemos hacer entonces? ¿Sentarnos a llorar…? Mirad, que no he querido sacar tema en el tiempo que he estado publicando desde que empezó la pesadilla, pero hoy me apetecía hacerlo, más que nada para mandar a las personas de buena voluntad una brizna de esperanza, de fuerza, de estímulo. No nos puede derrumbar este mal nacido virus. ¡¡¡No lo dejemos!!!  Vamos a poner nuestro Belén, nuestro arbolito, nuestros adornos navideños... Y vamos a preparar nuestros mejores platos hechos con todo el cariño para la familia, por pocos que podamos estar juntos, cada uno de ellos merece que lo hagamos sentir bien, ya sean niños, ya personas mayores, por nosotros mismos, en nuestras manos está que se cumpla, cuesta muy poco poner un gramo de ilusión.

 

Este es mi mensaje para todos vosotros amigos que me leéis.

 

Os dejo con la receta ya:

 

INGREDIENTES: 

 

- Redondo de ternera, 600 g.

- Cebolla blanca, 1.

- Ajos, 4 dientes.

- Laurel, 3 hojitas.

- Zanahorias, 2.

- Portobellos 150 g.

- Caldo de carne, ¾ litro.

- Brandy de calidad, 100 ml.

- Aceite de oliva.

- Perejil.

- Pimienta negra recién molida.

- Mantequilla, una nuez (optativo).

- Sal.

 

ELABORACIÓN:

 

Bien limpito el redondo, lo salpimientas, y en 4 cdas. de aceite lo pones a dorar por todos lados en una olla exprés convencional, donde lo coceremos posteriormente.

 

 

Añade después las zanahorias peladas y cortadas en trozos medianos, la cebolla partida a la mitad y los ajos sin pelar. Cubre con el caldo de carne. Deja cocer alrededor de cincuenta minutos, bajando la llama al medio en cuanto la válvula gire continua.

 


Retira la cebolla y los ajos. Tritúralos quitando la piel a los ajos, con parte del caldo y los devuelves a la olla para seguir cociendo (puedes colar si quieres una salsa más fina), dependerá de la carne. Si ves que la zanahoria está en su punto, la retiras para que no se deshaga. Para comprobar cómo va el redondo pincha con la punta de un cuchillo el centro, deberá entrar fácil sin ofrecer mucha resistencia. Si aún está duro tenlo media hora más.

  

 

 

Reduce la salsa ya sin poner la tapa, hasta que quede en su punto de espesor, cremosa y brillante. Vuelca el brandy y vuelve a reducir a fuego fuerte. Sería el momento de añadir la mantequilla.

 

 

 

  

  

 

Mientras, limpia con un paño humedecido los portobellos, recorta el pie y lamínalos. Pasa por una sartén aceitada y sazona. Agrega a la olla.

 

 

 

Apaga el fuego y deja que repose cinco minutos. Corta el redondo en láminas, napa con su salsa y adorna con perejil picado por encima.





viernes, 10 de julio de 2020

PAVO CON CEREZAS EN SALSA DE DOS PASAS








Se acaban las cerezas en nada y hay que darles una oportunidad también en salado.

A muchos nos gustan los sabores combinados y a otros, los más reacios, no tanto, seguirán estancados en lo tradicional. Con todo su derecho y muy respetable. Hoy día se han impuesto en cocina y nos hemos acabado adaptando a ellos y encontrándoles el gusto.

Como anécdota os contaré que siendo yo niña vi a personas mayores comer de postre pepinos con miel, o manitas de cerdo empanadas y rebozadas en azúcar y canela, por poneros algún ejemplo. Lo que nos informa que en tiempos pasados ya existía esa inclinación, dentro de unos límites. No estaba escrito, pero sí eran costumbres arraigadas en el pueblo.

He usado para deshuesar las cerezas un cacharrito especial que me regaló una amiga muy querida hace algunos años, lo que me ha facilitado añadirlas al guiso enteras que era mi propósito. Si no disponéis de este artilugio podéis partirlas a la mitad que no desmerecerán tampoco.

Después de esta receta que os pasaré, hay un antes y un después, jajaja. Vais a encontrar un plato sencillo de hacer, saludable, con contrastes sutiles de sabores y por si fuera poco, bonito. Os animo a probar este delicioso plato de pechuga de pavo y cerezas antes de que se acaben.

INGREDIENTES:

- Pechuga de pavo fileteada, 7-8
- Cebolla, 1 grande.
- Cerezas dulces deshuesadas, 15-20.
- Salsa Perrins o Worcestershire, 1 cda.
- Dos Pasas de Pedro Ximénez, un vasito.
- Maizena 1 cda.
- Agua fría, una tacita.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.
- Aceite de oliva, 4 cdas.

ELABORACIÓN:

Salpimenta los filetes y pásalos por el aceite caliente por ambos lados, sin hacerlos demasiado. Retira a un plato y reservarlos.






Corta la cebolla en juliana fina y ponla en la misma sartén donde has dorado la carne. Rehógala a fuego suave, tapada, hasta que se ablande y coja color dorado, moviéndola de vez en cuando para que tome color parejo por todos lados.

Añade el vino y desglasa (recoge los restos tostados del fondo y paredes de la sartén). Agrega la salsa Perrins e integra.





Devuelve las pechugas a la sartén.

Diluye en la tacita de agua fría la Maizena. Vuelca sobre el guiso.

Añade al par las cerezas y cocina todo junto hasta que se espese la salsa, que debe quedar con media densidad, melosa y brillante.

Puedes controlar el espesor añadiendo más agua si es preciso, pero sin pasarte.


  
Sirve enseguida y disfruta de este plato especial.





viernes, 19 de junio de 2020

ALBÓNDIGAS ASADAS






  
¿Habéis probado alguna vez las albóndigas asadas? Pues hoy os invito a probarlas. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Más saludables que las fritas y con toques diferentes a los que estamos acostumbrados que recuerdan a Oriente.

Sin miseria añadid hierbabuena y perejil. Con gracia sazonar la carne. Con arte asarlas en su punto para que queden bien hechas por dentro y doraditas por fuera.

Promete ser un plato de verano de antojo. Desde el día anterior podéis tenerlas hechas y en el momento que vayáis a comerlas ensartarlas ¡y a la plancha!

¿Qué queréis arroz blanco para acompañarlas? ¿o patatas? ¿o una salsa de yogur o cualquier otra salsa que os guste...? Lo dejo a vuestra elección. Yo, he puesto hoy una ensalada refrescante y ligera pues el día apuntaba caluroso.

De nuevo la carne picada se convierte en protagonista de mi receta. Espero que sea de vuestro gusto.


Ingredientes:

- Carne picada mixta, 500 g.
- Pan casero rallado, 25 g.
- Perejil fresco, un manojo.
- Hierbabuena fresca, un manojo.
- Cebolla roja rallada, ½.
- Ajos rallados, 2 dientes.
- Huevo L, 1.
- Pimienta blanca molida.
- Aceite de oliva para untarlas.
- Sal.


Elaboración:

Prepara la masa de las albóndigas en un cuenco. Añade todos los ingredientes. Bate el huevo y mezclas muy bien.

Úntate las manos con aceite de oliva y forma las albóndigas. Ensártalas en brochetas metálicas.

Calienta una plancha, y a fuego bajo ve haciéndolas por todos lados. Gíralas de posición con cuidado de no romperlas. A la hora de servir subes la temperatura y las doras uniformemente.




Prepara una ensalada a tu estilo, os doy una idea que les sienta de maravilla, especialmente por el aliño con limón. Le he puesto una base de lechuga, aceitunas muertas (o aceitunas griegas de Thassos), tomates cherry y cebolla roja. Aliña con sal y aceite de oliva.





Sirve calientes sobre la ensalada y cuando pongas encima las albóndigas rocías de manera alegre el conjunto con zumo de limón.




viernes, 22 de mayo de 2020

SALCHICHAS DE ESMIRNA EN SALSA DE TOMATE







Con carne picada se pueden hacer mil y un platos diferentes. Hoy le doy paso a estas salchichas, que es fácil no las hayáis probado aún. Con especias no usuales, pero sí familiares,  con las que se adereza la carne y se convierte en un bocado muy del gusto actual, ahora que se imponen los sabores orientales.

Me gustaría que un día que dispongáis de carne picada les dieseis una oportunidad, y que luego, ya satisfechos por el descubrimiento tan bueno me lo comentéis. Si os gustan las especias es la ocasión de probar estas salchichas de Esmirna.

Aunque la carne que se usa para hacerlas puede ser de buey, vaca y cordero, yo he elegido esta vez mixta de vacuno y cerdo. Lo dejo a vuestra elección.

Ingredientes para las salchichas:

- Carne picada mixta de vacuno y cerdo, 400 g.
- Pan del día anterior rallado, 50 g.
- Cebolla mediana, 1.
- Ajos, 2 dientes.
- Perejil fresco picado, un manojo.
- Cominos molidos, una cda. rasa.
- Canela molida, una cdta.
- Huevo, L, 1.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva, 2 cdas.
- Sal.

Ingredientes para la salsa:

- Tomate natural (puede ser de lata) 800 g.
- Ajo, 1.
- Laurel, 2 hojas.
- Perejil fresco.
- Cominos molidos, 1 cdta.
- Azúcar, 1 cda.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva, 4 cdas.
- Sal.

Elaboración:

Hacemos una mezcla con todos los ingredientes arriba nombrados. La cebolla y los ajos cortados menudos. Guardamos en el frigo tapada con film, una hora o dos. El aceite lo reservamos para dorar después las salchichas.

Formamos las salchichas procurando que tengan el mismo tamaño. Las pasamos a una sartén amplia con un fondo de aceite y las vamos dorando al parejo.




Para la salsa de tomate rehogamos en el aceite el ajo chafado, retiramos del fuego y echamos el laurel. Volcamos el tomate y aderezamos con la pimienta,  los cominos molidos, el perejil picado, el azúcar y la sal. Volvemos a poner al fuego y dejamos que vaya perdiendo el exceso de agua. Ajusta los sabores y si te gustan más potentes, te animas y pones algo más. Os confieso que sin pedirlo la receta me atreví a poner canela y más cominos y no me arrepentí.



Volcamos la salsa por encima de las salchichas y dejamos que reduzca mientras que quedan cocidas por dentro. Si se quedara seca la salsa añadimos un poco de agua, poniendo a punto de sal si es necesario.

Retiramos y espolvoreamos perejil por encima.




 Servimos calientes.





viernes, 24 de abril de 2020

EMPANADA GRIEGA DE POLLO Y PASTA FILO






Es una empanada algo diferente a las que estamos acostumbrados y queda más que buena.

Hace mucho que no la hacía. La primera vez fue cuando recién casada puse mi horno y decidí estrenarlo con ella. No es nada complicada de hacer. Tiene en resumidas cuentas dos elaboraciones, que todos sabéis hacer de sobra, más el montaje.

Es importante hacer un caldo rico que dé buen sabor y una bechamel suavita. Disponiendo de ellos, tan solo colocar unas hojas de filo, rellenar y cubrir con más filo. Del resto se ocupa el horno.

Me ha parecido una buena receta para el fin de semana. Si queréis sorprender ésta puede ser una ocasión.

Ingredientes para hacer el caldo:

- Muslos de pollo, 6.
- Apio, una ramita.
- Cebolla ½.
- Zanahoria en rodajas, 1.
- Laurel, 2 hojas.
- Pimienta en grano.
- Piel de limón (sin la parte blanca).
- Sal (una pizca).

Ingredientes para hacer la bechamel:

- Cebolla grande, 1.
- Mantequilla, 1 cda colmada.
- Aceite de oliva, 1 cda.
- Harina, 35 g.
- Caldo 300 ml.
- Leche 75 ml.
- Pollo desmenuzado.
- Queso Peccorino (o manchego), 25 g.
- Huevo L, 1.
- Pimienta molida.
- Sal.

Para el montaje:

- Pasta filo, 16 hojas (medidas para ajustar al molde). Mi molde es de 22x12x6.
- Mantequilla fundida para enmantecar las hojas de filo.

Elaboración:

Haz un caldo con los ingredientes que arriba te indico. Cubre con agua por encima del pollo y a fuego medio cuece durante una hora. Si ves que pierde mucha agua añade un poco más, sin excederte. Si es necesario gira la carne. Debe quedar un caldo espesito reducido a 300 ml. o poco más. Pon poca sal.

Deja que enfríe y desmenuza el pollo. Cuela el caldo.





Haz la bechamel con la cebolla cortada menuda, en una sartén usando el aceite y la mantequilla. Añade la harina y rehoga un par de minutos. Incorpora el caldo y la leche. Remueve sin parar hasta que espese y a fuego lento.

Agrega el pollo desmenuzado. Salpimenta. Retira. Cuando haya templado añade el queso rallado y el huevo batido, mezcla bien con la bechamel.



Enciende el horno a 200 °C.

Mide el molde para cortar la pasta filo y corta 16 hojas, un poco más grandes que lo medido, para luego cerrar la empanada y que no se derrame el relleno.

Funde la mantequilla en el microondas unos segundos.

Unta ligeramente cada lámina de filo con mantequilla. Coloca 8 láminas. Vuelca el relleno y alisa. Tapa con las otras 8 láminas también untadas de mantequilla y cierra con cuidado por los bordes. Porciona en la superficie las capas de arriba en 4 o 6 trozos.



Hornea a 180 °C 35-40 minutos, calor arriba y abajo. Debe quedar dorada.





viernes, 17 de abril de 2020

SOLOMILLO DE CERDO EN SALSA DE COCO CON CHAMPIÑONES











III   
Después de este incidente he continuado mi paseo sin dar más importancia al hecho. Parece que el viento se quiere apaciguar, lo que produce en mí sensación de bienestar. En veinte minutos habré alcanzado el objetivo propuesto.  Ya aparece en medio del yerbazal la icónica sombra del pasado. Perviven los muros de ladrillo y piedra gris de un  hogar deslabazado y casi siniestro, hoy convertido en cobijo de roedores y de pájaros varios.

Muchos días me invade cierto temor. Cuando el silencio se ha hecho dueño del espacio me parece que recobran vida todos los restos que se desperdigan por el suelo. Es algo que abduce y subyuga. Es difícil de explicar.

Mi paseo concluye al llegar a este lugar. Acostumbro a sentarme en un tronco de olivo que cayó derrumbado por un rayo hace dos inviernos.

Amanecía cuando empezó a llover, a la par era incesante la descarga de rayos que con potentes truenos hicieron temblar los cimientos de las casas de El Sauco. Llegó la tarde, y aún incansable el cielo no consentía cerrarse. Entretanto habría dejado el pueblo inundado y arruinado. Como un lobo feroz que abre sus fauces para tragarse todo a su antojo.

Los vecinos, habían atrancado sus puertas, portones y ventanas. El agua discurría sin control por las calles golpeando en los reveses de las calles los muros de las viviendas. Era inevitable que se levantaran olas amenazantes que alcanzarían objetivos aparentemente inexpugnables.

Sentí la soledad y el abandono. Me consolé al pensar que mis vecinos estarían en iguales circunstancias. Saqué fuerzas de flaqueza para aplacar mi corazón dañado por el peligro y que veía cabalgar fuera de mi pecho tropezando con el mobiliario y las paredes.
  
·-oOo-·

Adivino que os va a gustar esta salsa que hoy le he puesto al solomillo. Quería dejárosla porque a mí me encanta. De paso os digo que combina igualmente bien con pescado, con pasta y arroz. Sola ya está impresionante.

Si estáis aburridos de las salsas de siempre probadla y no dejéis de comentarme lo buena que está.

Ingredientes:

·        Solomillo de cerdo, 1.
·        Cebolla ½.
·        Pechuga de pollo o jamón cocido, 6 lonchitas.
·        Leche de coco ¾ o 1 lata (dependiendo del peso del solomillo).
·        Mostaza de Dijon, 1 cda colmada.
·        Champiñones frescos, 250 g.
·        Queso en láminas fundente (tipo Tranchetes).
·        Pimienta negra molida.
·        Cebollino (optativo).
·        Aceite de oliva.
·        Sal.

Elaboración:

Pica la cebolla menudita y la rehogas en la sartén en 4 cdas de aceite de oliva. Al ablandarse añade la pechuga de pollo en dados parejos y la rehogas un par de minutos (fuego medio).

Incorpora los champiñones limpios cortados en cuatro. Saltea otros dos minutos. Salpimenta.
Retira a un plato y reserva.

En la misma sartén mezcla e integra la leche de coco (remueve antes de usarla) con la mostaza. Desglasa (recupera disolviendo) los restos del sofrito del fondo y las paredes de la sartén.





Devuelve los champiñones a la salsa y deja reducir. Incorpora el queso y deja que se funda totalmente. Cuida que no se te agarre.

Aparte corta unos medallones de solomillo y sella en otra sartén con un poco de aceite, por los dos lados. Salpimenta.




Sirve enseguida napando (cubriendo) por encima con la salsa. Decora con el cebollino picado.







viernes, 20 de marzo de 2020

PAQUETES DE CARNE PICADA EN SALSA








I No lejos de mi tierra añeja, vetusta y desolada dicen que existe un lugar de luces y ruidos.

Yo... nunca salí de aquí, ni ganas he tenido de hacerlo en cincuenta años. No me preguntéis las razones de mi empecinamiento. Alguna vez he querido pararme a pensarlo y de forma inmediata he cambiado a otros menesteres, como si el hecho me impeliera a emprender un viaje que me quiero ahorrar a toda costa.

Mi vida hoy se reduce a mínimos, y no echo de menos nada. A veces, por no faltar a la verdad, sí que me hubiera gustado tener una varita mágica. No de las que leíamos en los cuentos de nuestra infancia, objeto imprescindible de magos poderosos y de hadas bellísimas  ¡Que no! ¡Que no es de esas! A ver cómo os lo explico ¡Por Dios que me pierdo!... Y escribo "Dios" con mayúsculas, pese a quien le pese, que parece que somos unos apestados si le colocamos el nombre propio. A esto hemos llegado. No lloro, porque todo lo que tenía que llorar ya lo he hecho. ¿Veis mis ojos que no responden al llanto? por su cuenta se maceraron y curtieron en mi particular despensa de los sentidos.

¿Qué poderes debería poseer la varita que añora mi mano, castigada por la incipiente artritis como la mano de la costurera? De disponer de ella os diré que no quiero levantar palacios de cristal, ni convertir a nadie en un asno (no por faltas de ganas), ni tan siquiera darle guapura a la poco agraciada y amor al caballero desdeñado... habría que releer cuento por cuento para recordar todo lo que una varita puede arreglar en la vida de los personajes salidos de la mente del cuentista.

Mientras me alejo de las últimas casas del pueblo, y en dirección al puente viejo, voy meditando sobre el pasado. El viento está empeñado en arrancarme el pañuelo que llevo medio sujeto al cuello, entablamos un pulso feroz y al final opto por meterlo en el bolsillo de mi abrigo.

En días de marzo el viento que baja de los montes es potente y frío en este lugar, hay que abrigarse si no quieres coger un buen resfriado, y si necesitas que te atienda un galeno has de montar un número colosal, trasladarse a buscarlo llevaría un par de horas de camino ¡Y si lo encuentras! El servicio de salud está muy limitado por estas tierras, así que no queda más que arrebujarse en las pellizas para prevenir la enfermedad.





No me vais a decir que no a estos paquetes de carne picada, porque están que se salen de la pantalla. Y si me probáis la salsa no os vais a desilusionar, usando una frase muy común de las redes: "preparad pan" que hay mucho barquito que echar dentro 😂😂😂

Es una receta antigua pero que no pierde actualidad. Si os ponéis con ella ya veréis que os suplirá bastante, no sale muy cara. Además no hay un niño que se niegue a comerlos (si surge algún "pero" trituráis la verdura y "santas pascuas".

Se convertirá en un plato de fiesta cada día que digáis de hacerlos.

Se acompañan muy bien con patatas, arroz o pasta.


Ingredientes:

Para los paquetes:

- Carne picada mixta, 800 g.
- Pan remojado, 200 g.
- Huevos, 2.
- Vino Montilla, 1 vasito.
- Cebolla en polvo, 2 cdas.
- Ajo en polvo, 2 cdas.
- Perejil, abundante.
- Pimienta molida.
- Sal.

Para freírlos:

- Harina.
- Aceite de oliva

Para la salsa:

- Pan, dos rebanadas.
- Almendras, un puñado.
- Ajos, 2.
- Cebolla, ½.
- Pimiento rojo, un trozo.
- Caldo de pollo, un litro y medio.
- Aceite de oliva.

Elaboración:

Prepara los paquetes con los ingredientes arriba citados, remojando el pan y estrujando para quitar el exceso de agua, desmenuza en migas. Mezcla bien. Proporciona la cantidad para hacerlos del mismo peso, más o menos.

Pasa por harina y fríe.


   

Coloca sobre papel de cocina.



Calienta el caldo y sumérgelos. Deja cocer a fuego medio. Si no han quedado cubiertos puedes añadir más caldo o agua hasta cubrirlos.

En el aceite que ha sobrado fríe el pan y las almendras. Aparta una vez dorados y tritura en la batidora con caldo de la cocción. Incorpora a la cacerola.

Retira parte del aceite y deja el preciso para freír los ajos, cebolla y pimiento, cortados menudos. Agrega a la cacerola. Deja cocer hasta el punto de salsa.



Sirve decorando con alguna rama verde.