Esa pared no nos deja ver
más allá de nuestra vida.
Un día negro te acercas
asomándote inoportunamente,
y torna la ficción
en abnegada y oscura soledad;
acompañada por el grito
desesperado de las amapolas
que te vieron crecer algún día
entre rubios y acalorados trigales
y el fresco licor ensangrentado
por tus pies, que son los míos;
que días tormentosos y anodinos
como los que nos enturbian;
sé… sabemos que dibujan
un mismo final.
24-Febrero-1997
Fali
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