Mostrando entradas con la etiqueta invierno. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta invierno. Mostrar todas las entradas

jueves, 1 de marzo de 2018

RISOTTATA DE ORZO CON ALCACHOFAS Y QUESO IDIAZÁBAL - UN FALSO RISOTTO - MI PROPUESTA PARA EL RAS

Desde hace un tiempo empiezo los meses con el reto alfabeto salado que organiza Elena del blog Miss Pimienta

El RAS consiste en escojer dos ingredientes que empiecen por las letras que se sortean. Esta vez nos tocó escojer a Patricia del Blog Pattys cake y a mi. Ella propuso Idiazábal y yo me quedé con las alcachofas que tanto me gustan y que están ahora en plena temporada.

Hacía tiempo que tenía ganas de provar el Orzo, un tipo de pasta hecha a base de Sémola de trigo duro y agua, con una forma parecida a un grano de arroz pero de mayor tamaño. De hecho Orzo en italiano es cebada y realmente se parece a la semilla de este cereal. En italia también se le conoce como risoni (arroz grande). 

Yo el orzo lo compré en una fantástica granería que hay en Barcelona que está en el Born y se llama Casa Perris. Allí encontraréis toda clase de granos, especies, frutos secos, harinas y todo tipo de ingredientes. Se que la marca Barilla lo comercializa bajo la denominación de orzo y risoni pero yo aquí no he visto (tampoco lo he buscado). Imagino que en las tiendas de productos italianos tendrán.

La risottata es la manera en que los italianos llaman a los platos de pasta que se hacen como si fueran risottos. 

Lo normal es cocer la pasta en abundante agua y luego añadirla, escurrida, en una salsa, o hervida dentro del caldo en caso de hacer una sopa, pero en las risottatas se utiliza el procedimiento de los risottos, es decir, a fuego lento y añadiendo el caldo a medida que se va evaporando.  

Para mi el orzo va fantástico para hacerlo de esta manera, pero también se hace risottata con pasta grande, macarrones, espirales, espaguetis, ... si lo probáis ya me contaréis ;-)

Esta es mi propuesta para el RAS de marzo. Espero que os guste!



martes, 13 de febrero de 2018

HELADO DE MANDARINA Y POLVO DE VIOLETAS

Mi abuela hacía cada año dos viajes. Siempre en las mismas fechas y siempre a los mismos lugares. En otoño cogía un autocar y se iba a Lourdes. Voy con "esas monjitas amigas mías" decía. Estaba 6 días. Uno de ida, cuatro haciendo buenas obras y otro de vuelta. Cada año traía dos cosas: envuelta entre la ropa, una virgen de plástico que si acercabas a la lámpara, después, al apagarla, emitía una luz verde fluorescente y unas pastillas de menta que nunca supe si me gustaban o no. Sabían bien pero parecían de yeso y te dejaban la boca rasposa. Y comía una tras otra para ver si cambiaba de opinión pero nunca duraban lo suficiente para asegurarme.

Luego en Mayo se iba a Madrid. A la capital. A media tarde la acompañábamos a la Estación Central y subíamos con ella al tren. Mi madre repasaba el compartimento y se aseguraba que todo estuviera “come il faut”. Recuerdo que la dejábamos allí sentada, con una mantita de cuadros beige cubriéndole aquellas piernecitas de gorrión que tenía, pero que eran capaces de caminar infinitos quilómetros sin cansarse. Y nos íbamos tranquilos, seguros de que a los cinco minutos se habría hecho amiga del revisor, habría conquistado a la camarera y se habría asegurado la mejor mesa del vagón restaurante.

En Madrid la esperaban su hermana y su mejor amiga, que aún conservaba de la infancia; de cuando estuvieron internas en el Corazón Piadoso. La escuela que ocupaba aquél edificio imponente y lúgubre que se veía desde la ventana de mi habitación, allá a lo lejos.

Se pasaba en la capital todo el mes. Iban al teatro, al cine, a jugar al bridge, al Prado, a misa en La Almudena, los domingos a El Escorial y hacía, básicamente, todo aquello que por aquél entonces no se podía hacer en una pequeña ciudad que estaba a 11 horas en tren de la capital.

De la ciudad traía varias fruslerías y cosas exóticas. Recuerdo la vez que nos compró dátiles y como me gustaron. 

Pero sobretodo, lo que más me gustaba era la cajita de metal llena de caramelos La Violeta. Recuerdo la caja como si fuera ahora, redonda, con una caligrafía preciosa y una gran flor en el centro. Que buenos eran esos caramelos. Con estos sí que nunca dudé. Me encantaron desde el primer momento. 

Aún hoy, el olor a violetas va íntimamente ligado a los primeros calores del verano, al fin de curso y a la alegría de volver a ver a mi abuela después de unos larguísimos treinta días de ausencia.

En Navidad mi amigo César me hizo llegar una caja de caramelos de La Violeta. Ahora ya no son metálicas, son de cartón. Diría que la caligrafía la han modernizado, pero la tienda sigue estando en la Plaza de Canalejas y sobretodo, los caramelos, siguen sabiendo igual de ricos que entonces y siguen transportándome a esos deliciosos momentos de mi infancia.


*     *     *
Este mes en el Reto VeoVeo hemos reproducido la foto de Dirk Frankrone https://www.instagram.com/d.frankrone/

Y esto es lo que yo ví... Espero que os guste!



jueves, 27 de julio de 2017

TOMATES DESHIDRATADOS - SECADOS AL HORNO

Ahora que estamos en plena temporada de tomates es el momento de prepararnos para hacerlos en conserva y tener tomates durante el año. 

Es cierto que el uso extensivo de invernaderos ha hecho que actualmente podamos encontrar en el mercado tomates todo el año. Pero no es menos cierto que generalmente son tomates sin sabor y que huelen a cámara frigorífica.

Aprovechar ahora que se pueden encontrar tomates fragantes y carnosos para prepararlos secos es una opción fantástica para nosotros que vivimos en un país privilegiado en este aspecto.

Luego en invierno podréis usarlos en multitud de recetas que os haran recordar las cálidas tardes de verano que hará meses habréis dejado atras ;-)

Cosas que podéis preparar con tomates secos:

Ensalada panzanella, Pesto rosso, Tostas de queso, Tapenade, Focaccia, Hummus, Risotto, o añadirlos a cualquier ensalada, tosta, tortillas, ... 




Ingredientes: 
1 kg de tomates rojos
5 ramitas de tomillo fresco 
3 dientes de ajo, laminados 
sal, pimienta 
Orégano o hierbas aromáticas al gusto
aceite de oliva virgen extra 

* Yo esta vez he usado kumato pequeñitos. Son muy carnosos y no tienen demasiado semilla pero se puede hacer con los que más os gusten.


Cómo se hace?


Precalentar el horno a 110º C

Cortar los tomates por la mitad y poner ordenadamente en una bandeja de horno forrada con un papel vegetal. Sazonar con sal y pimienta y espolvorear con orégano.


Aliñar con un hilo de aceite de oliva y hornear entre 3 y 4 horas. Dejar enfriar.

Esterilizar los tarros de cristal con agua hirviendo. 


En la parte inferior de los frascos poner unas láminas de ajo y una ramita de tomillo. A continuación poner una capa de tomate. Hacer capas alternas en el mismo orden hasta llegar a la boca del tarro.


Rellenar con aceite vigilando que ocupe todos los huecos y cerrar la tapa  herméticamente.

Los tomates se pueden almacenar en la nevera hasta 6 meses, vigilando que queden siempre cubiertos de aceite. 

También se pueden hervir en agua diez minutos para que los tarros se cierren herméticos y luego, una vez abiertos guardarlos en la nevera.
 

lunes, 13 de octubre de 2014

BORSCHT – SOPA DE REMOLACHA ROJA AL ESTILO DE UCRANIA



Había oído hablar del Borscht, una sopa de remolacha típica del los países del este y centro de Europa.

Yo pensaba que era originaria de Polonia pero descubrí que parece ser que es de Ucrania y que es en este país donde es más consumida.

Contrariamente a lo que pueda parecer no es nada pesada a pesar de ser un plato contundente, pero quizás es más apropiado para los días fríos de invierno y no para un caluroso día de mediados de octubre. 


Qué está pasando con el tiempo? No me he puesto un jersey desde Agosto, en que pasamos tanto frío que incluso dormía con edredón. Y este otoño que parece primavera?

Pero bueno, para cuando llegue el frío os dejo esta estupenda sopa.

Espero que os guste ;-)




Ingredientes:
½ Kg. de salchichas de cerdo
3 remolachas medianas peladas y ralladas
3 zanahorias peladas y ralladas
3 patatas medianas, tipo kenebec, peladas y cortadas en dados
1 cucharada de aceite vegetal
1 mediana cebolla, picada
180 gr. de tomate triturado
300 ml. de agua
Un trozo de col lombarda rallado
225 gr. de tomate despepitado y cortado a dados
3 dientes de ajo, picados (opcional, yo no puse)
sal y pimienta al gusto
1 cucharadita de azúcar moreno
Media taza de queso quark para decorar (en realidad se sirve con crema agria pero no encontré y con el queso me pareció riquísimo)
1 cucharada de perejil fresco picado para adornar



Cómo se hace?

Pelar las salchichas y cocinar la carne en una sartén a fuego medio-alto. Cuando esté cocida pero mantenga el color rosado, retirar del fuego y reservar.

Llenar una olla con 2 litros de agua, añadir la salchicha, dos cucharaditas de sal y llevar a ebullición. 

Cuando hierva añadir las remolachas ralladas y dejar hasta que hayan perdido su color. 

Añadir las zanahorias y las patatas y cocine hasta que estén tiernos, unos 15 minutos. 

Añadir la col y el cuarto de quilo de tomate cortado en cubitos.

Calentar un poco de aceite en una sartén a fuego medio. 

Agregar la cebolla y rehogarla. Añadir el tomate triturado y hacer un sofrito.

Añadir el sofrito a la olla. Echar el ajo crudo, tapar y apagar el fuego.

Dejar reposar durante 5 minutos. Rectificar de sal. 

Servir en cuencos individuales y acompañar con el queso. Decorar con unas hojas picadas de perejil fresco o eneldo.

(NOTA: se puede hacer vegetariana sin poner la salchicha)