POSTALES ALBAICINERAS
Foto de sandra gonzález casas Los verdaderamente ricos de Granada, los que huyen del horror inmobiliario que empieza en la Gran Vía, con el horroroso edificio de cristal del Banco de Santander en la Plaza de los Reyes Católicos, los que de verdad disfrutan de la soledad armoniosa de las fuentes y jardines entre muros de piedra, entre hiedra y flores, viven en el Albaicín, con todo su tipismo y su turismo de cámara fotográfica y bermudas, de burros subiendo o bajando estrechas cuestas o paseando por el Mirador de San Nicolás, entre hippies de litrona y canuto, vendedores de quincalla, universitarias que pasan de ir a la universidad, o algún gitano viejo en zapatillas comiéndose el potaje directamente de la olla sentado a la puerta de su casa, como un marqués, escoltado de moscas cuando hace buen tiempo. El Albaicín es una amalgama de pobreza y opulencia, de bohemia y estudios de arquitectos, casas ruinosas, zambras de lujo y moros que se dedican a choricear móviles, cámaras y carteras a...