Cupcakes

Cuando veáis las fotos de este post vais a pensar que me he vuelto loca o que paso del calendario, pero no, simplemente llevo mucho tiempo pendiente de escribir este post y al final lo he ido dejando, lo he ido dejando...hasta hoy. Así que a pesar de las fotos navideñas, aquí estoy hoy, día 17 de enero para hablaros de cupcakes navideños jaja.

Desde hace tiempo me ha entrado una "fiebre pastelera", que por lo que parece se ha convertido en una epidemia, ya que cada vez veo más y más afectados. Así que desde entonces, a mi "mega lista" de blogs de fieltro, de scrapbooking, de craft en general, de punto, de ganchillo, de moda, de "unpocodetodo", he añadido los de repostería (empecé por repostería y ahora ya tengo mi propia carpeta de "cocina", así, general...) ¡Y es que esto es un no parar! La red está llena de blogs de gente que hace auténticas maravillas. Y una de esas personas en Alma Obregón. Seguro que si os interesa un poquito el tema cupcakes sabéis de sobra quién es. Aún me acuerdo del día que conocí su blog, no hará más de seis meses. Hacia un tiempo había estado buscando blogs sobre cupcakes en español y sorprendentemente no encontré ninguno (yo, que en la universidad saqué matrícula de honor en la asignatura de "documentación"....), o al menos ninguno que me cautivara, hasta que un día, y a través de Pinterest (ya digo yo que Pinterest es magia) descubrí el blog de Alma, y me lo leí todo de una sentada.

Probé un par de veces a hacer cupcakes siguiendo las recetas de Alma y la verdad es que no me quedaban muy bien (por no decir que me quedaban fatal), pero yo seguía empeñada. Así que el día que vi que iba a dar cursos en Madrid, me apunté sin dudarlo. Aunque cuando me apunté, ¡apenas quedaban plazas libres! así que me tuve que conformar con hacer el curso una mañana de viernes, por lo que tuve que pedirme día libre en el trabajo, pero oye, ¡con mucho gusto! ¡Mereció la pena hasta el madrugón!

¿Qué os voy a contar de los talleres? Yo hice el de cupcakes navideños (por si no os dabais cuenta solos...) y me encantó. Nada más llegar al taller, Alma y su pinche te reciben con los brazos abiertos y te entregan tu delantal y tu cuadernito con las recetas. Aprendes varias técnicas de decoración paso a paso,y además, ¡puedes bombardear a Alma con preguntas sobre buttercream, fondant o icing! La verdad es que los cursos os los recomiendo a todos, además de hacer unos cupcakes increíbles pasas un buen rato. Yo lo disfruté mucho porque además descubrí que tengo varias cosas en común con Alma: a las dos nos gusta hacer scrapbooking, las dos hemos vivido en Alemania...

Os dejo alguna fotillo mía y alguna sacada del blog de Alma. Si queréis verlas todas podéis pinchar aquí:

Creo que el arbolito es mi favorito.

Aunque el muñeco de nieve con su bufanda es tan mono que no sabría cuál elegir.

El taller duró cuatro horas e hicimos seis cupcakes diferentes. Bueno, yo repetí el árbol porque quería aprender bien a manejar la manga. Unas semanas después volví a hacer los mismos cupcakes en casa y aunque, literalmente, tuve que dedicar un día completo entre horneado y decoración, me salieron bastante bien, así que animaos.

Y aquí estamos Alma y yo y la diadema de cupcakes que le regalé.

Roscón de Reyes

Últimamente y desde que empecé a hacer cupcakes, cada vez son más los blogs gastronómicos que leo (así que si los añado a los blogs de craft que ya leía antes en resumen leo...demasiados blogs). Bueno, en las últimas semanas los blogs de cocina y repostería se han llenado de recetas de roscones, ¡y claro! me entraron ganas. Realmente, le entraron más a mí chico que a mí, porque yo esta última semana he estado muy liadilla en el trabajo y sabía que no iba a tener tiempo, así que esta vez se lo dejé a él, y la verdad es que estamos muy contentos con el resultado.

He dicho que muchos de estos blogs llevan semanas haciendo roscones...A nosotros nos picó el gusanillo dos días antes de Reyes, así que el miércoles nos fuimos como locos a buscar los ingredientes y...¡sorpresa! En la mayoría de los sitios: AGOTADOS. Hacen falta algunos ingredientes un poco más especiales, como la harina de fuerza, agua de azahar o levadura de panadero (que al menos yo no tengo en casa habitualmente, aunque eso vaya a cambiar a partir de ahora). Fuimos a un Hipercor y nada, a un Carrefour y nada, ¡las estanterías de harina de fuerza completamente arrasadas!, a un supermercado de barrio más pequeñín, ¡y tampoco! Finalmente un Caprabo nos dio la noticia del año (¡hasta ahora!): tenían agua de azahar y harina de fuerza como para hacer ochenta roscones. Así que nos fuimos a casa tan contentos y el jueves por la mañana mientras yo estaba en el trabajo mi chico se puso manos a la obra.

Sinceramente yo pensaba que nos iban a quedar mucho peor de lo que nos han quedado. Tras leer la receta varias veces y ver todos los pasos y leer las experiencias de algunos tuiteros...teníamos nuestras dudas. Seguimos la receta de Webos fritos, donde está todo super bien explicadito y con un video muy detallado incluido. (¡Os la recomiendo!) Con las cantidades de la receta sale masa para hacer dos roscones pequeñitos. Aquí os dejo con las primeras pruebas:

El primer roscón nos/le quedó un poco más seco, pero mojado en chocolate, ¡delicioso! Además, teniendo en cuenta que no lo dejamos levar todo el tiempo que era necesario...

El segundo intentó levó de lo lindo, y ya lo decoramos un poquito más, su azúcar, sus frutitas...¡y quedó increíblemente bueno! Es el que desayunamos en Reyes y os puedo decir que hoy ya no queda nada.

Nos quedamos tan contentos con el resultado del segundo roscón que decidimos hacer EL ROSCÓN DEFINITIVO. Y creo que lo conseguimos, ¿qué os parece?

Nosotros no tenemos mucha experiencia en esto de la cocina y la verdad es que este tercer roscón, para mí, ha quedado "como de pastelería", así que os animo a hacer vuestros propios roscones el año que viene. Solo hace falta un poco de paciencia porque la masa tiene que estar levando bastante tiempo. ¡Animaos y me contáis qué tal! La satisfacción de desayunar chocolate caliente y roscón hecho por ti es enorme y merece la pena el esfuerzo.