mio madre

Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)

Mostrando entradas con la etiqueta Marañuelas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Marañuelas. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de octubre de 2015

HUESOS DE MARAÑUELA




 Os dejo unos huesos de marañuela, para endulzar un poco este fin de semana. Preparados con los ingredientes de los bollos de marañuela, tan populares en nuestro concejo. A la receta, le añado un sobre de preparado para flan, para aportarles un toque avainillado y un buen chorro de anís dulce. Me parece una propuesta muy fácil y os aseguro que serán un acierto si os decidís a prepararlos.


Un texto de A. G. Ovies, publicado en La Nueva España


Otra vez octubre con sus sendas secas y sus cielos tranquilos. Otra vez ocasos de silencio hermosísimo y humo en los tejados como aquellos años en los que fui niño. Octubre de nuevo, con otros muchachos que bajan temprano, camino a la escuela, y gallos que anuncian la tez del rocío. Todo se repite en torno a mis ojos, todo persevera y cumple sus fases y acaba sus ciclos: la tierra y el tronco, el agua y la roca, la niebla y el musgo. Pero nada en mí que mantenga intacta su fe o su apariencia. Nada en mí que me deje ser el mismo. Cada año que pasa roba algo en nosotros: una esperanza, un sueño, un camarada, un ser querido.
Si estuvieras tú, padre, el verano hubiera desprendido ya su aroma a saúco y mañana inmensa. Y la mar nos habría despertado como antes, con fuerza y bramidos. Los bosques alzarían su cuello amoratado y andaríamos ocultos entre zarzas y helechos tras el rastro certero de los perros. Cogeríamos arándanos y botaría en los charcos un velero que armaras con corteza de pino. Si vinieras un día. Si un día me dijeras, con tu caña en el hombro: ‘pon las botas de goma, coge el pasamontañas, que hace frío…’. Pero hablo de imposibles, ya lo sé. Pues nada hecho de carne retorna ni renace. Final eterno. Es el mortal principio.
Madre, si tú estuvieras, olerían a manzana los armarios, y se verían los huertos rodeados de dalias y blancos crisantemos. Lo notarían las rosas tardías y los tiestos, la colada y el sol y los visillos. Si estuvieras aquí, lo hubiesen percibido los pájaros que cantan tu ausencia en el magnolio y la fragancia antigua que desprende el membrillo. Y me encaminarías a diario a mis quehaceres. Y me rebajarías las cargas y las dudas. Y no permitirías mi enojo algunas tardes. Y me regañarías cuando se me va el brillo. Pero no puede ser. Lo comprendo y me duele. Lo asumo y me angustia. Y por eso morimos: porque perdemos siempre aquello que nos hace sentirnos necesarios y mantenernos vivos. No volverás jamás a tu cuerpo y tu casa. Como no volveré a esta noche tan sola. Absurdo cuanto hablo y cuanto hoy escribo.
Octubre otra vez, pero nada ajeno. Mustia está la parra y en la higuera empiezan a caer las hojas y a endulzar los higos.

viernes, 27 de marzo de 2015

MARAÑUELAS DE SAGRARIO, de La Piñera, Santiago de Ambiedes


Preparadas por Sagrario, anciana entrañable del barrio de La Piñera, Santiago de Ambiedes, Gozón.

A veces la casualidad hace que conozcamos a personas entrañables. Y en unos de esos momentos inesperados conocí a Sagrario. Me encontraba preparando las marañuelas de Manzaneda y me dijo que ella también hacía unas  muy ricas. Comentó que cuando las hiciese, para Pascua, me mandaría la prueba. Y así lo hizo. Nos gustaron mucho y le estoy enormemente agradecida a Sagrario. Con su permiso publico la receta. El paso a paso es una composición de las diferentes marañuelas que tengo publicadas, para orientar si os apetece hacerlas. Son muy parecidas a las de Avilés. Espero que os gusten.

Muy ricas.
 Estimada Sagrario, que tengas mucha salud y sigas preparándolas muchos años.
Os dejo un texto de A. González Ovies:

¿POR QUÉ, DE QUIÉN Y QUÉ?

DOLOR POR EL ACCIDENTE AÉREO

¿Cómo podría yo colaborar un poco con este pobre mundo? ¿Desde qué
reglamento de palabras o signos actuar con acierto y efectividad? ¿Qué se
necesita para abrir los ojos y estimar el radio de errores tan graves, de falacias
tan grandes? ¿Por qué es posible hoy que aquellos que elaboran las guerras y
atropellos desde sus palacetes desfilen tras los ídolos suplicando la paz? ¿Por
qué tantísimo oro y mármol repulido en sus aposentos? ¿Para qué los sellos en
sus dedos grasos? ¿Por qué el privilegio, siendo tan inicuos, de postizas
prédicas? ¿Por qué el mayorazgo y la potestad para perdonar?
¿De quién será la culpa de que nada nos sea lo que habría de ser? ¿Quién
hurtará a los entes su propia identidad? ¿Quién vedará al entorno sus lógicas
secuencias? ¿A quién achacar el delito de que se pudran castas, comidas por
las moscas, la hambruna y la flaqueza; a quién que se consuman seres –allá a
lo lejos–, seres –aquí bien cerca–, sobre la indiferencia, mientras yo me
atiborro o tú tiras el pan? ¿A quién incumbe y ceba tamaño desajuste? ¿Qué
usura se encubre tras estos compromisos, furtivos y silentes, entre excelsitudes
y sus abusadores? ¿Dónde estarán los límites entre burla y ley, entre argucia y
verdad?
¿Quién proyecta el viento y sus leguas frecuentes; quién acota las playas y los
acantilados y coloca alambradas en su escarpada faz? ¿Por qué no hemos
sabido ser libres como el pájaro, que, de momento, aún transita el aire y vuela?
¿Para qué tantas hormas y tantas divisorias? ¿Quién demarca la ruta de los
barcos; quién las olas que surcan cada mar? ¿Cuántos caciques sobran en
cada dependencia? ¿Cuánta atención de menos? ¿Cuántos puestos de más?
¿Quién programa el futuro? ¿Quién obedece tanto a la ignorancia suma?
¿Quién nos aísla así? ¿Hacia dónde nos llevan? ¿Hacia qué ceguedad?
¿Hacia qué cerrazón nos conducen y abocan? ¿Por qué nos empeñamos en
ser todos lo mismo, en trepar y crecer, en subir y pisar? ¿Quién nos ha
aleccionado? ¿En qué seremos sabios o cautos o resueltos? ¿Quién tallará
mañana la madera que quede? ¿Quién sabrá predecir la lluvia y el relámpago?
¿Quién recoger los frutos del manzano y la espiga? ¿Quién distinguir la flor del
cardo y del rosal? ¿Acaso volveremos a ser como reptiles? Quiero decir:
¿quizá caeremos siempre tan bajos y arrastrados? ¿Es ese nuestro sino?
¿Apocarse y seguir? ¿Asumir y callar?
(La Nueva España, 18-03-2015) 

viernes, 13 de septiembre de 2013

MARAÑUELAS DE CANDÁS, receta de una güelina del Centro de Día


El cestín lo hicieron los usuarios del Centro de Apoyo a la Integración de Candás. Muy guapo chicos.
Mañana, 14 de septiembre, se celebra en el precioso pueblo de Candás la festividad en honor al Santo Cristo. Muchas son las personas que se desplazan desde diferentes puntos de la región  para rezarle con fe. Siempre permanecerá en mi recuerdo lo bien que lo pasábamos cuando llegaba esta fecha. Nos reuníamos un grupo bien numeroso de amigos y familiares y marchábamos a Candás, con los bocadillos, las empanadas, tortillas y manteles, para comer en Santarúa, rezar a los pies del Santo y bailar en la Baragaña... Típica es la foto familiar en las escaleras que conducen a la iglesia y que los más devotos suben de rodillas... Sin olvidar, claro está, las atracciones: los caballitos, las tómbolas, lanchitas y aquel torturador vaivén (si soltabas las manos te caías y si no las soltabas, la falda se subía hasta la cabeza para auténtico regocijo de los chavalinos, que siempre se sentaban enfrente). Aún diviso todo como una realidad y el olor a pólvora de los voladores parece que me llega...

Hoy quiero desear a todos los candasinos unas felices fiestas y publico unas marañuelas. La receta se la pidió mi sobrino a una güelina del Centro de día de Mayores.  Gentilmente me la hizo llegar y además anotó también la de los bollos. Me prestó mucho, y desde aquí le mando un beso y las gracias. Así las preparé. Muy ricas.
El Santo Cristo de Candás, en procesión multitudinaria. (Foto por gentileza de María Teresa Álvarez)
(Foto gentileza de María Teresa Álvarez)

Y también unas palabras para Gozón, pueblo hermano, de A. G. Ovies, en La Nueva España.

De Gozón y sus sitios

Semblanza en la memoria de los rincones de un hermoso concejo

banuguesverano.jpg
Bañugues.
 De Bañugues recuerdo la vida entre gaviotas y güinches que giraban sobre brea y nordeste. Y aquellos chatarreros con furgones muy viejos, que rompían el silencio voceando qué compraban. Y radiantes mañanas como ilusiones nuevas. Y lanchas, bien pintadas, con nombres de mujeres. La Ribera, Cerín. La sirena de Peñas, con su ronco lamento. La calma de El Llugar, La Quintana y la escuela. La tienda de Benina. La bruma mañanera que tapaba Llumeres. De Luanco, Santa Ana, su blanco cementerio entre eucaliptos altos. El Crucero y Falín, con carbón siempre a cuestas. El gris economato. La cochera y los Roces. La conservera, el ruido de sus máquinas lentas. Don Ignacio y la fiebre. El Adel. Las Delicias. La Hestoria y sus bohemios. Y el olor a tergal de grandes almacenes.


De Bocines y Cardo, los prados extendidos, sus huertas cultivadas, sus casonas antiguas, con palmera y balcones, sus cuadras gigantescas, sus paneras esbeltas, toda su superficie como riqueza en ciernes. Y el cuerpo de Antromero, amante de la playa. De Nembro aquel ramal que lleva a Susacasa. Y la loma de Busto, que nunca se divisa. Y las fincas hermosas que lindan con Balbín. Y el molino del cruce que había en Faraguyes. Y los molinos de agua de San Jorge de Heres. Heres, horizonte y maizales, primavera y verbenas, Gelaz. Ladia y su carro con berzas y con leche.


En Viodo estaba todo. El Ferrero y el vértigo. Solarriba, Tezán. Caminos conocidos, caserías muy prósperas, seres inolvidables. El pan más delicioso. Viodo fue grande en mí. Había tanta luz como ahora tanta muerte. Y de Verdicio aún veo la iglesia que se asoma, las dunas que admirábamos, el viento de Tenrero, las curvas que conducen a Podes y a su gente. El Caleyón, mi infancia, Jesusa, Adolfo, agosto, la leche recudida, el candor de Avilés, el corredor que mira la silueta de Ambiedes. Ambiedes, lejanía de donde viene el médico y allí donde mi tío descansa eternamente. Atajos que se escurren por el suelo de Vioño. Lindes de Manzaneda, pomaradas inmensas que suponen el mundo, palacios escondidos, castañedos que cercan la mudez de Budores, matorrales que envuelven el pasado y sus puentes.


Laviana y sus fronteras, Zeluán, Endasa, Nieva. Qué largo aquel trayecto que hicimos tantas veces. Siderurgia y canteras, tolvas, fábricas, dragas, grúas descomunales, barcos, óxido, humo. Parroquia en la que acaba la gama de los verdes. Gozón, hierba, salmoria, acantilado y raza, comarca que resurge, tradición que perece.

sábado, 23 de marzo de 2013

MARAÑUELAS DE LOS 70, DE CHARO `EL CHALÁN´


Deliciosas. Con cariño,  para María Inés.


Las marañuelas son los dulces tradicionales de nuestro concejo. La fórmula más utilizada es la que os dejaba en esta publicación,  pero cada persona, partiendo de los mismos ingredientes, modifica la receta a su gusto. Nuestra madre lo solía hacer y tenemos en un libro de cocina anotaciones de las medidas, que recogía cada vez que hacía una tanda y le quedaban ricas. Con más manteca, con más azúcar, con menos harina... Así, cuando le apetecía, variaba la receta. Nuestra vecina Charo era también una gran cocinera. Se perdía en los fogones, sobre todo haciendo dulces, galletas, bollinas y marañuelas. Las dos compartían sus logros. Recuerdo a Charo cruzando la carretera con una fuente llena de rosquillas, torrijas o cualquier otra llambionada, tapado todo con un rodillo de cuadros... Otras veces era nuestra madre la que recorría el camino a la inversa.
A Charo le encantaba escribir versos. Mi hermano, de niño,  pasaba muchas tardes en su compañía, construyendo rimas. Versos que nuestra vecina logró plasmar en dos libros: Versos para los humildes y  Opiniones de oro salpicadas con poemas. La menor de siete hermanos, los llaman `del Chalán´, trabajó desde niña, como casi todas las de su generación, principios del siglo pasado, y más tarde se casó con un hombre bueno, Ramón, al que le gustaba mucho el campo y que, además de ser un carpintero estupendo, en sus ratos libres hacía unas `paxes de blimes´ (cestas), perfectas...
Hoy me gusta recordarlos preparando estas marañuelas que hizo allá por los años 70. El resultado: deliciosas.
(Miro hacía su casa y aún me parece ver la chimenea humeando, y sentir el ronroneo del cepillo y las limas en el taller. In memoriam)
Las marañuelas de nuestro concejo, una variedad de Charo.

Os dejo un poema de Charo, recogido en el libro Opiniones de oro, salpicadas con poemas:

FELIZ SEMANA SANTA A TODOS.

¨SÉ QUE ESTÁS AHI...¨

Sé que estás ahí Jesús querido,
sé que padeciste por salvarnos
sé que volverás a rescatarnos
sé que nos darás lo prometido.

Sé que a todo aquel
que en ti ha creído
le darás vida eterna
ahí a tu lado,
a todo aquel ser arrepentido
a todo aquel que, con dolor,
ha llorado amargamente su pecado.

Sé que estás ahí Jesús querido,
aunque el  mundo muchas veces
te ha negado.

Charo `El Chalán´

martes, 3 de abril de 2012

MARAÑUELES DE LA GÜELINA DE COPEPI (CONDRES)

Unas marañuelas con sabor a pasado.
Los cursos de cocina en los que participo desde hace años, además de enriquecer mis conocimientos culinarios, me dan la oportunidad de conocer a personas entrañables. A pesar de pertenecer a la misma localidad, hay muchas a las que no tengo el gusto de conocer y así me pasaba con Copepi.

viernes, 30 de marzo de 2012

MARAÑUELAS DE MANZANEDA

Un sabor a mantequilla y limón muy rico.
Esta receta me la proporcionó hace 20 años Mari Sol.( Y las llamo `de Manzaneda´, por que es dónde vive, un pueblo muy guapín de nuestra comarca).  Desde entonces siempre las preparo por estas fechas, nos gustan mucho.

martes, 19 de abril de 2011

BOLLOS DE MARAÑUELA

¿A que apetece remojar uno?
¡NOS ENCANTAN! Los preferimos a las marañuelas. No son tan duros y remojan muy bien en la leche, el colacao, el café...

sábado, 2 de abril de 2011

MARAÑUELAS DE AVILÉS (a mi manera)

Lo malo de estas marañuelas es que hay que consumirlas en el día, se ponen duras muy pronto.
Bueno, no son exactamente, pero salen muy ricas y se hacen bastante rápido, lo que hay es que esperar a que la levadura haga subir la masa. Por eso es conveniente hacerlas por la noche, para cocerlas por la mañana.

lunes, 14 de febrero de 2011

BOLLOS DE MARAÑUELA (sólo de claras)

Si  tienes natas de leche fresca se las puedes poner en lugar de la manteca, quedan más ricos.

Siempre me dio mucha pena tirar alimentos, lo heredé de mi madre, y con las claras sobrantes de las marañuelas me pasaba lo mismo. Ella siempre las aprovechaba y hacía estos bollinos para mojar en el café del desayuno o para la merienda. Así que hoy os cuento cómo los hago.

domingo, 6 de febrero de 2011

MARAÑUELAS DE GOZÓN

Las marañuelas son una especie de galletas típicas de toda la comarca de Avilés y de Carreño. Pero en cada concejo las elaboramos de una manera distinta, por lo que resultan con una textura completamente diferente. Se hacen todo el año, pero no pueden faltar en la Semana Santa. Recuerdo de niña, en casa de mis bisabuelos, que las sacaban del 'forno' y las ponían en "goxas", especie de cestos muy grandes, hasta que estaban frías, momento en que las repartían entre todos los de casa... Años más tarde amasábamos en casa y las cocíamos en la panadería. Ahora con los hornos que tenemos se pueden hacer en tu propia cocina y quedan bastante bien. En esta receta les pongo un chorrín de anís, pero la original no lleva. Así las hacían en mi familia.
Las redondas enroscadas en espiral tienen la forma tradicional de la marañuela.

sábado, 22 de enero de 2011

PASTAS DE MARAÑUELA

Estas son unas pastinas muy ricas. Al ser masa de marañuela, conservan ese sabor tradicional, pero son más blanditas, gracias a la levadura. Son muy rápidas de hacer y salen un montón. Animaos, la receta no falla.
Si la manteca es casera, el sabor, insuperable.