Un texto de Aurelio González Ovies:
mio madre
Mio madre nun sabía idiomes pero yera tan mimosa... dicíame que con enfotu pues algamar cualquier cosa. Mio madre nun sabía idiomes pero falaba a les freses, facía ensalada rusa y mil tortielles franceses. Mio madre nun sabía idiomes pues pisó poques escueles, ¡y facía un caldu gallego y unes coles de Bruseles...! Mio madre nun sabía idiomes, yera una madre estupenda, facía arroz a la cubana con salsa a la boloñesa. ...Primeros versos del poemario Mio madre, de Aurelio González Ovies, editado por Pintar -Pintar, abril 2010 (Edición en asturiano)
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sábado, 2 de mayo de 2015
TARTA DE QUESO SIN HORNO, de los 70 y muy fácil
Un texto de Aurelio González Ovies:
domingo, 16 de marzo de 2014
MORENA de la güelina Atilana
Un homenaje a estas personas de la mar que también arriesgan y dan todo por nada. Tras el triste naufragio en el Faro de Peñas del arrastrero portugués Santa Ana, marineros valientes de mi concejo lograron salvar la vida a un tripulante, aún sabiendo que podían perder la suya. Va por vosotros, Gustavo y Vicente. Infinitas las gracias por vuestra generosa humanidad. Descansen en paz los que ya navegan en aguas tranquilas. (Foto de Luanco recuperación de tradiciones) |
Extensión de belleza
Y se quedó mirando el mundo
desde arriba,
antes de encaminarse a la espesura
inmensa.
¡Qué perfección más triste!
¡Qué extensión de belleza!
miércoles, 1 de mayo de 2013
FÁCIL: TARTA DE MANZANEDA, en memoria de Maruja
Una tarta sin complicaciones. |
Publico una tarta muy sencilla, de las más fáciles y rápidas que hice. La receta es de mi prima Mari, a la que le apasiona la cocina y la repostería. Me dejó su libreta de anotaciones y desde que la tuve en mi poder, una de las tartas que más me apetecía hacer era ésta. Os sorprenderá lo rica que está, fresca y suave, y nada empalagosa, ya veréis. Mejor de un día para otro. Con ingredientes básicos y tan rápida que no da pereza ninguna elaborarla. Vamos, de las de quedar muy bien con el mínimo esfuerzo.
Quiero dedicársela a sus padres, especialmente a su madre Maruja. Natural de un pueblo precioso de nuestro concejo, Manzaneda, cuyo nombre lleva la tarta de hoy. Situado en un paraje fértil, verde y muy soleado, es un pueblo muy acogedor, con una iglesia de estilo románico, de finales del siglo XII, hermosa, a la vez que un palacio muy bien conservado.
A Maruja también le gustaba la cocina, se le daba muy bien y, entre otros muchos platos, le salía como a nadie la tortilla española, tanto es así que fue la ganadora unos cuantos años del concurso que, a propósito de este plato, organizaban en su zona. El jurado siempre se decantaba por las que ella presentaba. A sus hijas les llenaba de orgullo. Me cuenta Mari que las manos de cerdo guisadas era otro de sus platos fuertes... Manos expertas de ama de casa sabedora del buen hacer. Descanse en paz.
Un dulce bocado. |
In memoriam. |
Imágenes de Manzaneda, del libro Gozón, el libro del concejo, Azucel, 2006 |
A un lado del camino estaban nuestras casas. Y el camino llevaba a todas partes. A la mar, hasta el Faro, a Luanco, hasta Candás, a Viodo, al fin del mundo. Todas las direcciones al lado del camino: una extensión de tierra aún sin asfalto, con baches y bardales y un poste de la luz, para avisos y esquelas, que servía, asimismo, de parada. Todas las distracciones en una carretera que nos entretenía las horas del domingo, contando forasteros que iban y venían, observando los coches inmensos y modernos: Dodge Dar y «Seiscientos», Simca 1.000; diciéndoles adiós a excursiones de monjas y personas mayores, o mirando tan sólo a ver si alguien pasaba.
En medio de un camino que apenas transitaban más que la tarde lenta o las hojas de octubre o los gatos, sin prisa, colocábamos límites con botes o con piedras o con trozos de tiza pintábamos las rayas, e invertíamos tardes enteras jugando al escondite o a indios y vaqueros o a la gallina ciega o al potro o a la maza. Era un tiempo feliz, sin reloj ni pesares, en medio de un camino, donde tan pronto estábamos rescatando al contrario como lanzándole una pelota envenenada. Unos días tranquilos en los que amontonábamos las trencas en el suelo y nadie interrumpía nuestra expansión sencilla: una partida al gua, otra al roma, otra al pañuelo por detrás, otra a la queda, una competición de caracoles o un corro a la patata.
A un lado del camino recogíamos moras, descubríamos nidos, cazábamos insectos o nos entusiasmaban las grandes telarañas.
Allí, con casi nada, lo inventábamos todo: sobre cajas de fruta o con algún cartón, levantábamos tiendas y vendíamos colillas, cacharros, pimentón de ladrillo y teja machacados, herramientas ya viejas o verduras prestadas. Usábamos señales como diana certera de nuestros tirachinas, trazábamos «cascayos» con casillas y números, escribíamos nombres con cachos de escayola, nos tirábamos flechas a los jerséis de lana.
En medio del camino pasamos media vida. Hacíamos carreras, andábamos con zancos, montábamos en bici, corríamos tras el aro, gastábamos los sábados desde por la mañana. Comíamos la merienda, construíamos cocheras en montones de arena, subíamos a los muros en que no había cristales, buscábamos regatos, desviábamos el agua. Cruzábamos los tubos de las alcantarillas, trepábamos a higueras, amasábamos barro o perdíamos el tiempo pescando de mentira, con un hilo amarrado en cualquier caña. En medio del camino, entera nuestra infancia.
A. G. Ovies, La Nueva España.
martes, 20 de noviembre de 2012
RABÓN
Varias propuestas de rabón. En cada casa se hace a su manera. |
Bueno, os dejo varias versiones. Las cantidades de los ingredientes son orientativas, depende de los gustos, haciéndolo así queda una mezcla entre crema y papilla.
Quemado. |
viernes, 3 de agosto de 2012
FALDA DE TERNERA RELLENA Y MOUSSE DE LIMÓN, de Amparo
Un plato muy colorido. |
Hoy comienzan las fiestas de verano de mi pueblo. Son días para compartir con la familia y los amigos. Llenar la casa de seres queridos y disfrutar de la comida y las charlas. Aunque ya no son igual que antiguamente (los familiares venían a `comer les fabes´, jeje) siguen llenando de ilusión a los pequeños y adolescentes. Entre los que están nerviosos por llegar a la romería, ver la orquesta y bailar entre el bullicio, se encuentra mi sobrino. Me presta mucho la alegría que gira en sus ojos ante el acontecimiento. Ya empieza a contar en julio los días que faltan para el festejo...
Hoy os traigo un plato que, por más que parezca complicado por los muchos pasos que requiere, no lo es tanto. Os aseguro que tardé más en escribir la receta que en elaborarla, bueno, sin contar el tiempo de cocción, ¿eh?
También un postre, de lo más sencillo y sin embargo, fresco y muy rico. La receta de la mousse es de Amparo, profe de mi sobrino, de quien ya tengo varias publicadas. Una de ellas la tarta de manzana que hace su madre..
Económico, rápido y refrescante postre. |
viernes, 27 de enero de 2012
LECHE PRESA Y LECHE RECUDIDA, preparación tradicional
Muy popular en muchos pueblos de nuestra región. |
domingo, 13 de noviembre de 2011
PASTEL DE NATA DE MARITA
Un bocado muy rico. |
viernes, 2 de septiembre de 2011
TARTA DE QUESO Y MERMELADA DE SAUCO
Tiene un sabor muy suave. |
domingo, 14 de agosto de 2011
FLAN DE SARTÉN DE MI GÜELA
Queda con brillo y color estupendos |
El flan se preparaba para los festejos y nos gustaba y nos ilusionaba muchísimo.
Ella también ocupa su estrella... En su memoria dejo la receta.
martes, 9 de agosto de 2011
CREMA DE ARROZ CON LECHE
Ideal como postre o para la merienda, bien fría. |
martes, 12 de julio de 2011
SOPA DULCE DE PAN Y LECHE
Tiene la textura cremosa del arroz con leche. |
SI FUÉRAMOS chiquillos
te preguntaría
por qué letra empieza tu tristeza.
(Aurelio González Ovies, La hora de las gaviotas)
martes, 5 de julio de 2011
ENSALADA DE PIÑA Y QUESO VIDIAGO
muy refrescante y ligera. |
lunes, 7 de marzo de 2011
QUICHE MAR Y TIERRA
Podéis sustituir los palitos por mejillones, igual de rica. |
domingo, 27 de febrero de 2011
MOUSSE DE LECHE PRESA
Otras veces la acompaño con frutos secos caramelizados |
Cuando me regalan leche presa es una fiesta en casa. Nos encanta. Hay una gran diferencia con el requesón que encontramos en las tiendas. Mamá siempre la ponía de postre en las fiestas del pueblo. No podía faltar. Uno de los recuerdos que me quedará para siempre grabado en la memoria: mi güelo Adolfo removiendo leche presa en una enorme pota para que no le quedara un solo grumo... Se pasaba horas y horas el día previo a la celebración, sentado a la sombra del viejo palomar del Caleyón. Hoy la preparé en mousse, que está fresca y suave, acompañada de unos ricos fresones, en plena temporada. Muy fácil de hacer. A ver qué os parece.
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